Gloria Inés Ramírez Ríos, Senadora de la República por el PDA |
Senadora de la República por el PDA
Como es ampliamente conocido de la opinión pública, en el día de ayer, hacía las 11:30 a.m. en la Avenida Caracas con calle 74 de la ciudad de Bogotá, se cometió un atentado terrorista contra el doctor Fernando Londoño Hoyos, Ex ministro del Interior y de Justicia, hecho que dejó como resultado la muerte de dos de sus escoltas, los agentes de policía Rosemberg Burbano y José Ricardo Rodríguez, cerca de 60 personas heridas, entre ellas el doctor Londoño, y considerables daños materiales, sin que hasta el momento, las autoridades hayan establecido la autoría del atentado.
Este lamentable y repudiable caso no es aislado. En las últimas semanas ha venido recrudeciendo una oleada criminal, como lo demuestra los asesinatos de varios líderes de tierras, el asesinato del dirigente sindical de los corteros de caña en el Valle del Cauca, Daniel Aguirre Piedrahita; las graves amenazas contra la Ex senadora liberal Piedad Córdoba, dirigenta de Colombianas y Colombianos por la Paz; contra el Representante a la Cámara por Bogotá por el Polo Democrático Alternativo, Iván Cepeda Castro; contra el Alcalde Mayor de la capital del país, Gustavo Petro Urrego; contra el Director del Semanario Voz, Carlos Lozano Guillén, y contra la Ex alcaldesa de Apartadó, Gloria Cuartas, para citar apenas algunos ejemplos.
Cada vez que se producen hechos de esta naturaleza, los enemigos de la paz se aprovechan de las circunstancias para plantear como única alternativa la intensificación de la guerra y para vociferar contra cualquier posibilidad de reconciliación entre los colombianos. Cerca de 50 años de insistir en esta política fracasada no les han sido suficientes para entender que esa vía sólo conduce a la perpetuación del conflicto y que es hora de optar por la salida negociada.
El actual gobierno, fuera de repetir con insistencia que tiene en sus manos la llave de la paz, nada hace para buscarla y, por lo contrario, arrecia los operativos militares, descalifica los gestos de paz de la guerrilla, refuerza la legislación para la guerra, como ocurre con el Fuero Militar, y lo que en realidad persigue afanosamente es aniquilar a los guerrilleros o forzarlos a la rendición, es decir, transita por el mismo camino de siempre, que solo conduce al fracaso.
El atentado contra el Ex ministro Fernando Londoño conspira gravemente contra las posibilidades de paz y es un hecho que condenamos y rechazamos enfáticamente, en la misma forma en que rechazamos y condenamos la histeria belicista de quienes se empeñan en mantener a nuestro país en la tragedia de una guerra sin fin.
Les hacemos llegar al doctor Londoño, a los familiares de los muertos a todas las víctimas del atentado nuestras expresiones de solidaridad, les solicitamos a las autoridades judiciales el esclarecimiento de los hechos, demandamos del gobierno asumir un compromiso serio con la paz y llamamos a la opinión pública a movilizarse para exigir la salida negociada al conflicto y la concreción de un acuerdo que le ponga fin a la confrontación que por largos años ha afectado a nuestro país.
Bogotá, D.C., 16 de mayo de 2012
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