lunes, 14 de mayo de 2012

El camino es la unidad patriótica, popular y revolucionaria

El camino es la unidad patriótica, popular y revolucionaria
Editorial.-TP Nº 204.- Si realmente asumimos que queremos –y debemos– derrotar al imperialismo y la oligarquía, para poder construir una sociedad libre, soberana y próspera, no hay otro camino que avanzar real y decididamente en la construcción de un espacio de articulación política, orgánica y de acción.


Este espacio, llámese como se llame, tiene que guiarse por principios patrióticos, es decir, antiimperialistas.

Tiene que tener una composición popular, es decir, de las masas históricamente excluidas.

Tiene que desarrollar un accionar revolucionario, es decir, que se contraponga a los valores de la sociedad burguesa.

Hoy tenemos delante nuevamente una posibilidad de construir un espacio con estas características.

La inmensa mayoría del pueblo venezolano y sus organizaciones políticas y sociales que impulsan el proceso revolucionario –y, claro, más de una infiltrada– han asumido la propuesta de impulsar el Gran Polo Patriótico (GPP).

Casi siempre es un lugar común cuando se dice “nunca como ahora…”, pero realmente es imprescindible, hoy, lograr materializar y solventar esta necesidad, especialmente demostrado por la coyuntura de salud por la que atraviesa el presidente Chávez y que pone sobre el tapete –quiérase o no– el impacto que tendría su desaparición física en la actual fase del proceso de cambios.

Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos de la derecha pro-imperialista, a cuatro meses de la elección de su “candidato de unidad”, mediante las muy cacareadas primarias del 12 de febrero, no ha logrado remontar la cuesta en el apoyo de la intención de voto para las elecciones del 7 de Octubre.

Los sectores apátridas de la heterogénea oposición lo saben, por eso están intentando posicionar una imagen de “vacío de poder” –sí, utilizando el mismo término para justificar el Golpe de Estado de 2002–, ante la necesaria atención médica que recibe el Jefe de Estado.

Por eso, también, han asumido los señalamientos hechos –desde el cobijo del gobierno de EE.UU.– por el ex magistrado Aponte Aponte, en la desgastada pero persistente intención de generar una matriz internacional de opinión, y el expediente respectivo, de Venezuela como un “Estado foragido”.

Hay que recordar que, muchas veces, han sido el sectarismo y las visiones limitadas en las fuerzas del progreso las que han entorpecido la posibilidad de lograr verdaderamente un espacio de unidad; lo que de alguna manera le hace el juego a la contrarrevolución.

De ahí que el Partido Comunista, de manera persistente, ha expresado que el GPP debe ser una instancia orgánica que articule a las fuerzas políticas y sociales que impulsan el proceso revolucionario venezolano.

Y cuando dice esto, se refiere a los partidos políticos y a las distintas expresiones organizadas del movimiento social; por lo que ha respaldado y respalda la constitución de los Consejos Patrióticos de cada uno de ellos, reconociendo las características y dinámicas que les son propias.

Un pueblo unido, consciente, organizado y movilizado, con fundamentos patrióticos, populares y revolucionarios, no podrá ser derrotado, ni en elecciones ni en otros tipos de combates.

Tribuna Popular TP



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