La Policía detiene a 700 manifestantes en Manhattan mientras el movimiento se extiende
El parque Zuccotti, una pequeña franja verde entre los rascacielos de la parte baja de Manhattan, se ha convertido en el centro de las protestas contra Wall Street que desde hace dos semanas ocupan el centro financiero de la ciudad y que el sábado provocaron unas 700 detenciones, la mayor ola de arrestos en Nueva York desde la convención republicana de 2004.
Lejos de apagar las protestas con la acción policial, ayer hubo varias manifestaciones en otras ciudades de EEUU.
Los agentes actúan cuando miles de personas ocupan el puente de Brooklyn
Esta no es una ciudad muy dada a manifestaciones, por lo que el episodio del fin de semana perturbó considerablemente el caos rutinario de la Gran Manzana. Las detenciones se produjeron por la tarde, cuando miles de personas decidieron ocupar el puente de Brooklyn y, desoyendo las consignas policiales, se salieron del área peatonal y ocuparon la parte destinada a los coches, paralizando el tráfico.
Al grito de "¿De quiénes son estas calles? Estas calles son nuestras", los manifestantes empezaron a avanzar hasta que llegó un momento en que la Policía formó una valla humana a mitad del puente y comenzó a detener a los que querían pasar, mientras la multitud gritaba "Dejadles ir, dejadles ir". Hubo algunos momentos de descontrol, varias personas cayeron al suelo, pero dentro del caos las detenciones se produjeron de forma relativamente pacífica.
Algunos testigos presenciales aseguraron luego que las fuerzas del orden provocaron el enfrentamiento al permitir que los manifestantes se adentraran en el puente para luego rodearlos con redes naranjas, que han usado estos últimos días para contener las protestas, dejándoles sin salida.
El movimiento Occupy Wall Street recaba cada vez más apoyos de famosos
Un responsable policial declaró incluso a The New York Times que la Policía "tenía previsto hacer algo" ya por la tarde, al despachar diez camiones del centro penitenciario de Rikers Island por si se producían detenciones.
"Los policías miraron y no hicieron nada, parecían guiarnos hacia la parte del puente donde circulan los coches", dijo Jesse Myerson, uno de los portavoces del movimiento contra los especuladores y operarios financieros Occupy Wall Street. La mayoría de los detenidos fueron puestos ayer en libertad. Han sido acusados de provocar escándalo y desorden en la vía pública y deberán comparecer ante un juez de aquí a un mes.
La convivencia en Wall Street no ha sido fácil desde que el pasado 17 de septiembre el movimiento decidiera asentar su protestas en el centro financiero. La masiva presencia policial ha intentado desde el principio acordonar lo más posible las protestas en una parte de la ciudad de calles angostas, especialmente densa de edificios.
La Policía ha intentado confinar la protesta a una parte de la ciudad
Occupy Wall Street sigue siendo marginal pero lo que empezó con la sentada de unas 500 personas, está recabando cada vez más apoyos. El director de documentales, Michael Moore, la actriz Susan Sarandon y el empresario de rap Russell Simmons han respaldado a los "indignados" y han ido a verles.
Algunos sindicatos, como el de profesores y el de transportistas, también han mostrado su solidaridad. El presidente de la mayor central sindical estadounidense AFL-CIO, Richard Trumka, sin dar del todo su apoyo, declaró que Wall Street estaba "fuera de control y, a veces, el único recurso" que quedaba era "salir a la calle y llamar la atención sobre los problemas reales".
Ayer, una cierta normalidad había vuelto al parque Zuccotti, aprovechando un espectacular día de otoño. Los manifestantes han asegurado que, de momento, no quieren poner fin a su acampada, dado que cuentan con el permiso de los propietarios del parque (privado de uso público).
Comprensión de Bloomberg
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg no sabe muy bien qué hacer. "La gente tiene el derecho de protestar, pero también debemos asegurarnos de que la gente puede pasar por las calles sin ser molestada", dijo el alcaldela semana pasada. "Es cierto que la protesta es parte de nuestra cultura, también es cierto que hay otras preocupaciones sociales, como las condiciones de salubridad".
Además de Nueva York, protestas similares han tenido lugar en Washington, Los Ángeles, Boston, Filadelfia, Seattle y Chicago, para expresar su solidaridad con los "indignados" de WallStreet. El sábado, la Policía en Massachusetts arrestó a más de una veintena de personas entre unos 3.000 manifestantes que ocuparon brevemente las oficinas en Boston del Bank of America, el mayor banco del país.
En los alrededores del Ayuntamiento de Los Ánge-les, unas 2.000 personas también se manifestaron mientras que en Raleigh (Carolina del Norte), un grupo denominado Occupy Raleigh había convocado a cientos de activistas, sindicatos, iglesias y comunidades a una reunión para organizar protestas similares.
Lejos de apagar las protestas con la acción policial, ayer hubo varias manifestaciones en otras ciudades de EEUU.
Los agentes actúan cuando miles de personas ocupan el puente de Brooklyn
Esta no es una ciudad muy dada a manifestaciones, por lo que el episodio del fin de semana perturbó considerablemente el caos rutinario de la Gran Manzana. Las detenciones se produjeron por la tarde, cuando miles de personas decidieron ocupar el puente de Brooklyn y, desoyendo las consignas policiales, se salieron del área peatonal y ocuparon la parte destinada a los coches, paralizando el tráfico.
Al grito de "¿De quiénes son estas calles? Estas calles son nuestras", los manifestantes empezaron a avanzar hasta que llegó un momento en que la Policía formó una valla humana a mitad del puente y comenzó a detener a los que querían pasar, mientras la multitud gritaba "Dejadles ir, dejadles ir". Hubo algunos momentos de descontrol, varias personas cayeron al suelo, pero dentro del caos las detenciones se produjeron de forma relativamente pacífica.
Algunos testigos presenciales aseguraron luego que las fuerzas del orden provocaron el enfrentamiento al permitir que los manifestantes se adentraran en el puente para luego rodearlos con redes naranjas, que han usado estos últimos días para contener las protestas, dejándoles sin salida.
El movimiento Occupy Wall Street recaba cada vez más apoyos de famosos
Un responsable policial declaró incluso a The New York Times que la Policía "tenía previsto hacer algo" ya por la tarde, al despachar diez camiones del centro penitenciario de Rikers Island por si se producían detenciones.
"Los policías miraron y no hicieron nada, parecían guiarnos hacia la parte del puente donde circulan los coches", dijo Jesse Myerson, uno de los portavoces del movimiento contra los especuladores y operarios financieros Occupy Wall Street. La mayoría de los detenidos fueron puestos ayer en libertad. Han sido acusados de provocar escándalo y desorden en la vía pública y deberán comparecer ante un juez de aquí a un mes.
La convivencia en Wall Street no ha sido fácil desde que el pasado 17 de septiembre el movimiento decidiera asentar su protestas en el centro financiero. La masiva presencia policial ha intentado desde el principio acordonar lo más posible las protestas en una parte de la ciudad de calles angostas, especialmente densa de edificios.
La Policía ha intentado confinar la protesta a una parte de la ciudad
Occupy Wall Street sigue siendo marginal pero lo que empezó con la sentada de unas 500 personas, está recabando cada vez más apoyos. El director de documentales, Michael Moore, la actriz Susan Sarandon y el empresario de rap Russell Simmons han respaldado a los "indignados" y han ido a verles.
Algunos sindicatos, como el de profesores y el de transportistas, también han mostrado su solidaridad. El presidente de la mayor central sindical estadounidense AFL-CIO, Richard Trumka, sin dar del todo su apoyo, declaró que Wall Street estaba "fuera de control y, a veces, el único recurso" que quedaba era "salir a la calle y llamar la atención sobre los problemas reales".
Ayer, una cierta normalidad había vuelto al parque Zuccotti, aprovechando un espectacular día de otoño. Los manifestantes han asegurado que, de momento, no quieren poner fin a su acampada, dado que cuentan con el permiso de los propietarios del parque (privado de uso público).
Comprensión de Bloomberg
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg no sabe muy bien qué hacer. "La gente tiene el derecho de protestar, pero también debemos asegurarnos de que la gente puede pasar por las calles sin ser molestada", dijo el alcaldela semana pasada. "Es cierto que la protesta es parte de nuestra cultura, también es cierto que hay otras preocupaciones sociales, como las condiciones de salubridad".
Además de Nueva York, protestas similares han tenido lugar en Washington, Los Ángeles, Boston, Filadelfia, Seattle y Chicago, para expresar su solidaridad con los "indignados" de WallStreet. El sábado, la Policía en Massachusetts arrestó a más de una veintena de personas entre unos 3.000 manifestantes que ocuparon brevemente las oficinas en Boston del Bank of America, el mayor banco del país.
En los alrededores del Ayuntamiento de Los Ánge-les, unas 2.000 personas también se manifestaron mientras que en Raleigh (Carolina del Norte), un grupo denominado Occupy Raleigh había convocado a cientos de activistas, sindicatos, iglesias y comunidades a una reunión para organizar protestas similares.
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