viernes, 9 de septiembre de 2011

Leonardo Posada Pedraza.- Un hombre siempre joven

Leonardo Posada Pedraza
Edición VOZ 2606

*Leonardo Posada Pedraza fue asesinado hace 25 años aún estando joven. Reina Pedraza de Posada, su madre, hizo un relato de la vida de este militante del Partido Comunista Colombiana, desde cuando fue militante de la Juventud Comunista hasta los días intensos y peligrosos en Barrancabermeja, en el corazón del Magdalena Medio. Publicamos la parte en que Reina cuenta la actividad de Leonardo como dirigente estudiantil.

*Reina Pedraza de Posada

Cuando Leonardo, entró a hacer su bachillerato en el Colegio Mayor Distrital, ya llevaba algunas cosas en su cabecita, por el trabajo que habíamos desarrollado dentro del Partido Comunista. En el colegio se destacó como líder. Participó activamente en la creación de los consejos estudiantiles de su colegio y de otros establecimientos de secundaria. Por esa época, ya se comenzaba a conformar una incipiente organización de los estudiantes de secundaria.

Leonardo, militaba en el centro de la Juventud Comunista ‘Lenin’, en el barrio Quiroga, en la ciudad de Bogotá.  Cuando ingresó a la Universidad Nacional, a estudiar Humanidades, aproximadamente en el año de 1970, él ya contaba con experiencia como líder estudiantil y barrial. Igualmente, hacía parte de las organizaciones intermedias de la Juventud Comunista en Bogotá. Como estudiante en la Universidad, tomó parte cívica en las reivindicaciones de los estudiantes, en lo relacionado con lo académico y el bienestar universitario. En ese tiempo, la lucha permanente de los estudiantes, tenía que ver con que se cumpliera una directriz del Ministerio de Educación, en el sentido que del presupuesto nacional se destinara un porcentaje para el rubro de la educación superior estatal.

Dentro de esa lucha, una de los logros de Leonardo en la Universidad, fue la organización del estudiantado universitario a nivel nacional. Durante su permanencia en la Universidad Nacional, participó en nombre de ésta, en muchos encuentros estudiantiles a nivel nacional, con la idea de constituir la agremiación de estudiantes universitarios. Finalmente lo logró, se creó la Unión Nacional de Estudiantes Universitarios, y Leonardo fue nombrado el presidente.

La persecución oficial

A partir de ahí, volvieron a aparecer los allanamientos en nuestra casa. Los del DAS iban a buscarlo para llevárselo, llegaban a diferentes horas. Empezaron las persecuciones contra él. Agentes encubiertos de inteligencia del Estado, frecuentemente se presentaban a la casa donde vivíamos, en el barrio Quiroga, haciéndose pasar por estudiantes de otras regiones del país, lo hacían con el fin de vigilar su actividad en la Universidad y en la Juventud Comunista. Recuerdo que como en dos oportunidades, se lo llevaron preso. En una de esas lo tuvieron en la cárcel Modelo, pero en ninguna ocasión lo condenaron, porque realmente, él no hacía nada malo e ilegal.

A lo largo de los años 70 el movimiento estudiantil creció por toda Colombia. Los paros estudiantiles eran frecuentes en las universidades oficiales de todo el país y el gobierno para frenar este movimiento, recurrió al cierre de algunas universidades. El movimiento estudiantil era tan vigoroso, que influyó para que los docentes de los claustros universitarios también reforzaran su organización. Para esa época, Leonardo ya era un líder estudiantil a nivel nacional y llevaba, junto con otro grupo de destacados líderes, la orientación política e ideológica de la Juventud Comunista.

Por eso, bajo la creencia de que las protestas y las reivindicaciones de los estudiantes eran dirigidas por ‘agitadores profesionales’, las autoridades universitarias, en coordinación con los organismos de inteligencia del Estado, se dieron a la tarea de crear las condiciones para expulsar de la Universidad a estos líderes estudiantiles, entre ellos a Leonardo. Finalmente Leonardo fue expulsado de la universidad, cuando cursaba el octavo semestre de la facultad de humanidades.

Como quedó por fuera de la universidad, Leonardo se dedicó de tiempo completo a la Juventud Comunista y lo nombraron Secretario Nacional de Organización. Con esta responsabilidad que asumió, comenzó a viajar por el país, en procura de fortalecer la Juventud Comunista en su parte organizativa y a crear centros de la JUCO, donde no los había y donde las condiciones políticas lo permitían.

En las filas del partido

Durante el XIII Congreso del Partido Comunista, en el año 1980, lo nombraron dentro del Comité Central del Partido Comunista y de una vez, fue comisionado para que se fuera a Barrancabermeja, a hacer trabajo político en el sector obrero, fundamentalmente con la USO.
Asumiendo ese compromiso, dejó a un lado las comodidades y la agitada vida política y social que tenía Bogotá. Aunque, sus responsabilidades conmigo y sus hermanos, eran para él muy importantes. Recuerdo que le dije que me daba temor que se fuera para Barranca. Me preocupaba mucho, además, para esa época ya había muerto mi esposo, y él era el que quedaba al frente de la casa. Pero en ese momento, Leonardo era un convencido de la justeza y de los cambios que necesitaba el país para lograr la paz, la justicia social y la instauración en el país de un régimen de tipo socialista.
En Barrancabermeja creció políticamente, pero fue declarado objetivo militar.

Cuando él llegó a Barranca, fue muy bien recibido por la gente, por eso fue elegido concejal, durante dos periodos seguidos, pero de todas maneras, la angustia en mí seguía, igual, mis otros hijos, también entendían el peligro que Leonardo corría al irse para allá. A pesar del cambio que implicaba vivir en otra ciudad, en otro clima y en otro ambiente, Leonardo asimiló muy bien las nuevas circunstancias y se acomodó rápidamente.

Para ese entonces, el Movimiento Cívico y Popular, experimentó un auge impresionante y precisamente Barrancabermeja, era uno de los epicentros en el país, porque la población se lanzaba en forma masiva por la reivindicación de sus derechos más inmediatos, como el acceso a los servicios públicos, el derecho a una vivienda digna y el derecho a la educación.

Tiempo de lucha de masas

Aparte de estos derechos indispensables, se libró una intensa lucha por la paz. Porque la región del Magdalena Medio, era azotada por la violencia auspiciada por grupos paramilitares, que a su vez eran apoyados por el ejército y la policía, porque desde años atrás, en el Magdalena medio existía la presencia y actuación de grupos guerrilleros tanto de las FARC y el ELN.

Durante esa época, varias organizaciones cívicas y populares, crearon la Coordinadora Popular de Barrancabermeja, que era la que recogía las reivindicaciones sociales, económicas y políticas del Magdalena Medio. Leonardo, en ese entonces, fue uno de sus directivos. La Coordinadora, tenía mucha influencia en el sector urbano y rural, en especial en Barrancabermeja.

El 13 de abril de 1986, en Barrancabermeja se hizo un inmenso paro cívico, convocado por la Coordinadora Popular y en este paro, se hicieron presentes habitantes provenientes de las zonas rurales y urbanas del Magdalena Medio. El paro se había  dado, porque recientemente habían nombrado a Faruk Yanine Díaz, como comandante de la XIV Brigada, con sede en Puerto Berrío. Y a raíz de ese nombramiento, en esa Brigada, precisamente en Puerto Berrío, se presentaron masacres y torturas contra más de 500 campesinos a manos del grupo paramilitar MAS.

Frente a estos hechos, Leonardo, como integrante de la Coordinadora Popular de Barrancabermeja, en una intervención en la plaza pública y en el marco de este paro cívico, denunció estos hechos y reveló que las masacres, torturas, amenazas, quema de viviendas y desplazamientos, eran ejecutadas por el grupo paramilitar MAS, con la colaboración de las tropas militares, al mando de Faruk Yanine Díaz, quien apadrinaba y armaba a este grupo paramilitar. A partir de ahí, y a los pocos días de las denuncias, en Barrancabermeja comenzaron a aparecer letreros firmados por el MAS que decían: “Fuera Leonardo Posada de Barranca. Fuera los comunistas de Barranca”.

Recuerdo que para el mes de julio, creo, vino a Bogotá, para un Festival de VOZ. Esa vez le dije: - Leonardo no se devuelva para Barranca. - Ya es por poco tiempo mamá. Porque después de que yo venga a la instalación para la Cámara, me quedo en Bogotá. Y vamos a estar cerca. Tranquila que no hay problema, ya   estoy dejando todo organizado en Barranca para poderme venir para Bogotá. A los 15 días, el 30 agosto de 1986, lo asesinaron.

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