jueves, 8 de septiembre de 2011

“Calistenia electoral”


*Carlos A. Lozano Guillén  Edición  VOZ 2606


Hay una especie de ejercicio de “calistenia electoral”, para desaparecer al Polo Democrático Alternativo, en particular en Bogotá, de la contienda política, antes de los resultados finales de octubre próximo. En ello participan no sólo los tránsfugas, conversos, los grandes medios de comunicación y la derecha intolerante, sino también algunos analistas y columnistas de prensa, unos por ingenuidad política y otros de mala fe.


¿Por qué está tan interesada la derecha y el establecimiento en linchar al Polo y desaparecerlo del escenario político? Porque es la única fuerza alternativa de reciente aparición, que realmente actúa en oposición al régimen y con fuerza en perspectiva para llegar al poder con un programa democrático y de profundas transformaciones políticas y sociales. Es la vieja táctica oligárquica. Con la Unión Patriótica utilizaron el método sangriento, lo que siempre ha sabido hacer la clase dominante desde el poder: el despotismo y la violencia.

Lo advertimos en la intervención en el acto en que el ministro del Interior, Germán Vargas Lleras, presentó excusas públicas por el magnicidio de Manuel Cepeda Vargas, en el Congreso de la República. Si realmente hay una disposición de marcar la diferencia con el genocidio de la Unión Patriótica, el gobierno actual debe darle garantías al Polo Democrático Alternativo. Es lo que no se ve por ninguna parte.

Al Polo lo quieren responsabilizar por las acciones ilegales que pudieron cometer y las omisiones de los hermanos Moreno Rojas, uno de ellos elegido alcalde del Distrito Capital y que prefirió gobernar con la U y Cambio Radical más que con su propio partido que lo eligió. Pero la fuerza de la campaña moralista recayó sobre el Polo al que quieren responsabilizar de las posibles acciones punibles.

 El propósito es el linchamiento más que las denuncias de actos inmorales en la administración de Samuel Moreno.


¿Por qué el mismo tratamiento no se le da al resto de los partidos políticos? Liberales y conservadores llevan alternándose en el gobierno durante casi 200 años, con los peores actos de violencia y corrupción y ahí están campantes, repitiendo una y otra vez que no debe mirarse el espejo retrovisor. En lo más reciente, los partidos de la U, Cambio Radical, conservador, PIN, entre otros, tienen en la cárcel y en procesos judiciales a más de un centenar de congresistas y dirigentes políticos, sin embargo continúan en la coalición de Gobierno (“Unidad Nacional”) y recibiendo votos con los mismos métodos corruptos de toda campaña electoral.

Es la misma maniobra de siempre, para liquidar toda alternativa democrática que ponga en peligro el sempiterno poder oligárquico.

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