jueves, 3 de marzo de 2011

Revelaciones de WikiLeaks demuestran el arrodillamiento del Gobierno colombiano a EE.UU.

Botero consideró que es bochornoso el papel que desempeñan los dirigentes colombianos con respecto a Washington. (Foto: teleSUR)





Las últimas revelaciones de WikiLeaks relacionadas con correspondencia secreta de la embajada de Estados Unidos en Colombia y el departamento de Estado de este país, demuestran que la dirigencia política de la nación latinoamericana que se mantiene en el poder se arrodilla y somete ante la voluntad de Washington, sostuvo el periodista Jorge Botero en una entrevista con teleSUR.


Botero ¿cuál podría ser una primera lectura al capítulo Colombia de las revelaciones de Wikileaks que comienzan a aparecer en  El Espectador de Colombia?

B- Hasta los mas tradicionales sectores de la sociedad colombiana  que han sido proestadounidenses toda la vida se han mostrado asombrados por las revelaciones que ha publicado el diario El Espectador sobre la base de la información de WikiLeaks, sobre los niveles de abyección a los que llegaron funcionarios del Gobierno del presidente (Álvaro Uribe) altos mandos militares, dirigentes políticos y dirigentes económicos del país.

Realmente se trata de un desfile de arrodillamiento de la diligencia colombiana a Washington  que hizo incluso preguntarse en estos días a la revista Semana, que no es propiamente una revista de izquierda, si el despacho de la Presidencia de Colombia realmente quedaba en la Casa Blanca o en la Casa de
Nariño, así que el ambiente que se ha generado con las revelaciones de estos cables de la embajada norteamericana con el departamento de Estado  han dejado la sensación amarga bochornosa para muchos colombianos de que en realidad lo que ha habido una larga etapa de abyección y arrodillamiento  de la diligencia colombiana ante Washington.

Según la reacción que han tenido la primera publicación de estos cables, algunos medios de prensa hablan de que la embajada de  Estados Unidos en Colombia parecería un confesionario, otros en la red social hablan de que los funcionarios colombianos pasaban por la tienda deportivas  a comprar rodilleras antes de ir a la embajada de EE.UU ¿qué opinión le merece este tipo de reacciones?

B - Me parece que estas expresiones del humor popular, humor colectivo lo que hacen es reflejar ese estado de indignación que ha florecido en la sociedad colombiana ante la confirmación  de algo que siempre intuíamos, siempre sabíamos, que muchas veces los medios de comunicación independiente denunciaron, es decir, que nosotros éramos, una especie de colonia, una especie de portaaviones, una especie de Israel en América Latina de los Estados Unidos, pero ya las evidencias que han salido en estos cables, en estos despachos de la embajada norteamericana a sus jefes en el departamento de Estado han confirmado todo esto, y han hecho  que una gran oleada de indignación  recorra a lo largo y ancho de nuestro país porque en esos cables Rolando, han salido confirmaciones terribles, en los aspectos más concretos, citando lo que ha ido publicando  el diario El Espectador, por ejemplo, ha quedado en evidencia el odio y el espíritu anti venezolano  que caracterizó a lo largo de ocho años al
Gobierno del presidente Uribe, su odio y su rechazo visceral hacia el presidente (Hugo) Chávez que se manifestó en varias conversaciones que tenía con los embajadores norteamericanos.

Ha quedado en evidencia también en estos cables que el Gobierno del  presidente  a lo largo de ocho larguísimos años, valga la redundancia estuvo espiando, a través de interceptaciones telefónicas, a miembros de la oposición, a periodistas, a magistrados de la Corte Suprema, y ha quedado en evidencia incluso, por ejemplo que durante el Gobierno de Uribe se produjeron desmovilizaciones artificiales, ficticias, falsas desmovilizaciones tanto de supuestos  guerrilleros como de grupos paramilitares

Una cosa importante, Rolando, en las cosas concretas publicadas por El Espectador también quedó en evidencia el estrecho vínculos de varios mandos militares con los grupos de paramilitares  y de narcotraficantes que asolaron los campos colombianos a lo largo de diez años.

Como bien decían muchos de estos temas ya habían sido denunciados por muchos medios independientes e incluso por luchadores sociales en Colombia. Con esta confirmación ¿qué impacto puede tener a futuro en los procesos que sin duda se llevan  hoy a cabo en Colombia por hacer justicia incluso en el caso del ex presidente Álvaro Uribe?

B- Yo creo que va a tener un importante impacto en esta materia, ya hay citaciones por parte de organismos pertinentes del sector judicial, a altos funcionarios del presidente Uribe para que respondan por las acusaciones que ya existían y que han sido confirmadas por a través de estos cables, es decir, que estos cables  de alguna manera se van a convertir en elementos probatorios con los procesos judiciales gravísimos que ya hay en curso contra altos funcionarios del presidente Uribe y del propio presidente Uribe

Quisiéramos aprovechar esta oportunidad de conversar con usted para referirnos a un hecho reciente  en Colombia y fue el proceso de liberaciones recientes en Colombia de personas en manos de las FARC, un proceso que generó múltiples expectativas, mucha esperanza en que se adelante un proceso de paz en su país ¿cuál es su lectura de este hecho?

B - Yo soy en esa materia moderadamente pesimista o moderadamente optimista. Yo creo que lo que acaba de acontecer en el país, no abre una puerta de paz, no abre ni siquiera las ventanas de la paz pero si deja entrar por algunas rendijas algunas luces que, a mi modo de ver pueden darle esperanza e ilusión a los colombianos, de que el más anhelado de todos los  bienes que tiene la sociedad de mi país, finalmente logre concretarse, el de la paz.

Durante el proceso de liberaciones escuchamos de parte del Gobierno nacional, en boca del propio presidente Juan Manuel Santos, algunas alusiones de que las llaves de la paz no han sido botadas al mar, que las puertas de la paz no están cerradas con llave.

Escuchamos también declaraciones del máximo comandante de la insurgencia de las FARC, el comandante Alfonso Cano diciendo, hablemos hombre, en un sentido más prepositivo, voces de diferentes sectores de la sociedad colombiana, dirigentes políticos, gremiales sindicales en el sentido de estimular las posibilidades que se han venido abriendo, pero también presenciamos
durante los largos días de las liberaciones que  acaban de terminar, expresiones muy duras de las partes, censurándose entre sí, escuchamos al comisionado del Gobierno para las liberaciones. el señor Eduardo Pizarro, refiriéndose en un tono casi rayando en la histeria, a un episodio que ocurrió durante las liberaciones que impidió que se produjera en los tiempos acordados, y también escuchamos denuncias por parte de las FARC de violaciones a los protocolos por parte del Ejército colombiano, es decir, el ambiente está todavía tenso, a mi modo de ver hay mucho camino por recorrer  en esta materia pero creo que hay también las fuerzas suficientes en Colombia para hacer posibles que esta anhelada  búsqueda de la paz finalmente llegue a puerto

Por cierto, Botero, nos hablaba del documental misión cumplida su mas reciente producción. Usted siempre ha estado preocupado y ocupado por estos procesos de liberación en aras de documentar esa realidad ¿ qué nos traería, además de esas denuncias este documental que mañana transmite teleSUR?

B- El título del documental retoma la frase final con la  que Piedad Córdoba hizo su resumen de diez días de  esfuerzo para llevar a casa a varias personas que estaban en poder de la guerrilla. Digamos que las grandes novedades de este reportaje consiste, primero que todo en subrayar que todo este episodio ocurrió en siete departamentos de los 20 que tiene Colombia, prácticamente medio país fue escenario de las liberaciones.

También demuestra con imágenes, con muchos pasajes exclusivos que no han sido vistos, que el poder de fuego, el poder militar, el dominio territorial en vastas regiones de Colombia sigue intacto, muchas. Muchas de estas liberaciones se produjeron en los mismos lugares donde se habían producido las anteriores liberaciones del año 2010, del año  2009, del año 2008, digamos que allí el pode territorial de las FARC sigue intacto, pero vamos a ver, y en eso quiero hacer un cierto subrayado, a personajes muy anónimos, no tan famosos como los de otras liberaciones Como Alan Jara, Moncayo, o personajes muy reconocidos como Clara Rojas. Vamos a ver unos personajes colombianos bastante anónimos.

teleSUR /jl -PR

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