Conexiones que inculpan, Cambio Radical y los Nule |
Aurelio Suárez Montoya
Alberto Ríos Velilla es “de los mejores amigos” de Germán Vargas; y sus hermanos, José Antonio Vargas y Enrique Vargas, son “las personas que más escucha”. Precisamente, los tres conectan a Cambio Radical con los Nule y con las barbaridades en el área de salud.
José Antonio dirigió la Empresa de Energía de Bogotá entre 2000 y 2006 y fue miembro de la junta del Acueducto que otorgó a los Nule, por vez primera, la gestión privada de una de las cinco zonas de operación. En 2007, se fue a Endesa, y desde 2008 preside la junta del gremio de las empresas de servicios públicos, Andesco, que incluye Aguas Kapital Cúcuta, de los Nule, y las de Ríos Velilla que están regadas por Colombia. Ahí se guarda silencio sobre cómo Nule y Ríos convergieron para hacerse a Enertolima y a la Empresa de Energía de Pereira, ambas afiliadas a Andesco, y sobre cómo expolian sus recursos.
Ríos Velilla controla empresas de transporte en Bogotá, y otras capitales de Latinoamérica, y de agua y de aseo, de infraestructura y alumbrado. Como guardián de sus ganancias en la Capital de Colombia tiene un concejal, su hijo, Felipe Ríos. En Pereira, además cobró durante 11 meses el alumbrado por el doble de las bombillas existentes; en Armenia, fortín de Cambio Radical, donde es concesionario del aseo, se asoció con la empresa municipal para prestar el servicio de acueducto en Tumaco, dicha asociación recibió la cesión de la bancarrota de los Nule en Magangué. Estas maromas tienen en vía de destitución por 15 años a la alcaldesa. Son varias las actividades donde Nule y Ríos han ido juntos y revueltos.
Cambio Radical manejó la Superintendencia de Salud, entre 2006 y 2008, a través de Renán Trujillo quien no vio ninguna irregularidad del “cartel de las EPS”. Entre tanto, Enrique Vargas, al otro lado de la mesa, oficia como miembro de la junta de Cafesalud, filial de Saludcoop, la que donó 100 millones a Cambio Radical. También Enrique compartió con los Nule la junta de Enertolima hasta 2008 y está en la de la Cámara de Comercio de Bogotá desde 2007, nombrado por Álvaro Uribe.
Los encuentros de Vargas con los Nule se dan igualmente por otros amigos comunes, los Char, en la carretera Bogotá- Girardot; o por conmilitones de Cambio Radical, como el gobernador encargado del Meta, en 2006-2007, Adán Ramírez, quien les prestó plata de las regalías, crédito parecido al que les facilitó la Dirección de Estupefacientes.
Hasta ahí lo malo. Lo feo es que Cambio Radical tiene once detenidos por parapolítica y dos ex gobernadores, uno de ellos enlazado con el Concejo de Bogotá, denunciados por asesinatos de rivales políticos y funcionarios públicos. ¿Será acaso todo esto lo que autoriza a Carlos Fernando Galán, candidato a alcalde de Bogotá por Cambio Radical, para andar descalificando al Polo?
Alberto Ríos Velilla es “de los mejores amigos” de Germán Vargas; y sus hermanos, José Antonio Vargas y Enrique Vargas, son “las personas que más escucha”. Precisamente, los tres conectan a Cambio Radical con los Nule y con las barbaridades en el área de salud.
José Antonio dirigió la Empresa de Energía de Bogotá entre 2000 y 2006 y fue miembro de la junta del Acueducto que otorgó a los Nule, por vez primera, la gestión privada de una de las cinco zonas de operación. En 2007, se fue a Endesa, y desde 2008 preside la junta del gremio de las empresas de servicios públicos, Andesco, que incluye Aguas Kapital Cúcuta, de los Nule, y las de Ríos Velilla que están regadas por Colombia. Ahí se guarda silencio sobre cómo Nule y Ríos convergieron para hacerse a Enertolima y a la Empresa de Energía de Pereira, ambas afiliadas a Andesco, y sobre cómo expolian sus recursos.
Ríos Velilla controla empresas de transporte en Bogotá, y otras capitales de Latinoamérica, y de agua y de aseo, de infraestructura y alumbrado. Como guardián de sus ganancias en la Capital de Colombia tiene un concejal, su hijo, Felipe Ríos. En Pereira, además cobró durante 11 meses el alumbrado por el doble de las bombillas existentes; en Armenia, fortín de Cambio Radical, donde es concesionario del aseo, se asoció con la empresa municipal para prestar el servicio de acueducto en Tumaco, dicha asociación recibió la cesión de la bancarrota de los Nule en Magangué. Estas maromas tienen en vía de destitución por 15 años a la alcaldesa. Son varias las actividades donde Nule y Ríos han ido juntos y revueltos.
Cambio Radical manejó la Superintendencia de Salud, entre 2006 y 2008, a través de Renán Trujillo quien no vio ninguna irregularidad del “cartel de las EPS”. Entre tanto, Enrique Vargas, al otro lado de la mesa, oficia como miembro de la junta de Cafesalud, filial de Saludcoop, la que donó 100 millones a Cambio Radical. También Enrique compartió con los Nule la junta de Enertolima hasta 2008 y está en la de la Cámara de Comercio de Bogotá desde 2007, nombrado por Álvaro Uribe.
Los encuentros de Vargas con los Nule se dan igualmente por otros amigos comunes, los Char, en la carretera Bogotá- Girardot; o por conmilitones de Cambio Radical, como el gobernador encargado del Meta, en 2006-2007, Adán Ramírez, quien les prestó plata de las regalías, crédito parecido al que les facilitó la Dirección de Estupefacientes.
Hasta ahí lo malo. Lo feo es que Cambio Radical tiene once detenidos por parapolítica y dos ex gobernadores, uno de ellos enlazado con el Concejo de Bogotá, denunciados por asesinatos de rivales políticos y funcionarios públicos. ¿Será acaso todo esto lo que autoriza a Carlos Fernando Galán, candidato a alcalde de Bogotá por Cambio Radical, para andar descalificando al Polo?
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