Por: Juan Carlos Millán Guzmán
Carlos. A. Lozano G., miembro de Colombianos y Colombianas por la Paz, director del semanario VOZ |
Carlos Lozano, miembro de Colombianos y Colombianas por la Paz, director del semanario Voz y habitual interlocutor con la guerrilla de las Farc conversó en exclusiva con Terra Colombia respecto al estancamiento en que se encuentran la entrega de los seis secuestrados en poder de la organización subversiva, así como las razones por las cuales sería posible adelantar un acuerdo con el Gobierno no obstante la reciente escalada terrorista en los departamentos de Nariño y Cauca.
De acuerdo con el abogado, aunque la actual situación de orden público no deja de ser preocupante la posibilidad de avanzar en ambos frentes no sería descartable por cuanto a que el Gobierno ha dado una serie de pasos en falso y mensajes contradictorios que han dificultado seguir adelante con las liberaciones anunciadas por las Farc, como es el hecho de haberse negado a la participación de un país extranjero, los cuales han mantenido pendientes de un hilo la continuidad del proceso.
“No es suficiente decir que aquí hay la logística cuando Brasil ha venido haciendo parte de este tipo de operaciones desde hace ya tres procesos de entrega, sin que hasta la fecha hubiera habido algún tipo de reproche por parte del Gobierno, la guerrilla, el CICR o Colombianos y Colombianas por la paz”, recordó Lozano a la par de destacar el prestigio y reconocimiento alcanzado por ese país en este tipo de operativos.
Motivos suficientes para que el reconocido mediador llame la atención para que se recupere la figura del Alto Comisionado para la Paz, de manera que sea una sola persona la que asuma la vocería del Gobierno en casos tan complejos como el de las liberaciones o un eventual proceso de paz, que a su juicio no pueden recibir un tratamiento militar como el que se le ha querido dar hasta la fecha, a la par de reconocer que igual circunstancia se registra al interior de Colombianos y Colombianas por la Paz.
PRESIONES QUE VAN Y VIENEN
Para Lozano, la cúpula militar de las Fuerzas Armadas y la ultraderecha lograron mantener su presión sobre el Ejecutivo para que descartar la posibilidad de que cualquier otro país extranjero interviniera, haciendo que el presidente alcanzara a echar marcha atrás y poniendo en entredicho el anuncio hecho durante la campaña de tener la llave de la paz.
“Si la tiene no la tiene con mucha autonomía o a lo mejor la tiene refundida, pero por lo que se ha visto hasta el momento al parecer tiene encima la presión de la cúpula y del expresidente Uribe, quien no solo presiona sino que ejerce una auténtica oposición en su contra”, consideró el periodista.
De igual manera, no obstante reconocer que aparentemente las coordenadas donde serían liberados los seis uniformados no se conocen hasta la fecha, se sabe de mecanismos de inteligencia y espionaje tan sofisticados que a partir de la interceptación de algunas llamadas y comunicaciones no sería difícil llegar a establecer el lugar de las liberaciones, con el consiguiente desplazamiento de tropa hacia esos lugares.
“Me llama la atención que el pasado miércoles a la par que el Gobierno negaba ese tipo de desplazamientos el diario El Tiempo publica un informe de inteligencia en el que se ve que efectivamente se tienen ubicados los sitios en los que están estas personas en poder de la guerrilla de las Farc, además de los lugares en los que se podrían producir las entregas recientes”, puntualizó Lozano insistiendo en que la recientes declaraciones del ministro de la Defensa, Juan Carlos Pinzón, al menos debían ser calificadas de ingenuas.
“Las Fuerzas Armadas continúan acariciando estos operativos militares de rescate de secuestrados con la idea de presentarlas como trofeos de guerra y victorias militares dentro de la actual confrontación armada que vive el país”, aseguró el experto en la materia.
REPUDIO Y CALCULO POLÍTICO
Lozano también desestimó el hecho de que la guerrilla pudiera querer sacar partido de la nueva liberación en el entendido de que como los protocolos de seguridad todavía no estaban funcionando, y aun cuando se requería de unas condiciones de seguridad en la que se suspendieran toda clase de operativos, dicha circunstancia solo podía darse en zonas muy limitadas que difícilmente podrían ser aprovechadas por las Farc para mover a sus propias tropas.
No obstante, el reconocido interlocutor no dejó de calificar como de preocupantes las recientes incursiones armadas de la organización subversiva que rechazó de manera tajante, aunque sin descartar el hecho de que algunas de las acciones recientemente atribuidas a las Farc en realidad podrían ser responsabilidad de la mano negra que mencionó en fecha reciente el presidente Juan Manuel Santos, porque curiosamente coincidían con los anuncios de las nuevas liberaciones y en tal sentido demostrarían una error de calculo político.
“Si Santos efectivamente tiene la llave de la paz tiene que negociar en medio de un marco de autonomía y de una propuesta seria de paz, porque hasta la fecha ha venido actuando de una manera más bien contestataria que carece de una verdadera iniciativa y que se ha limitado a reaccionar ante los comunicados de las Farc”, opina Lozano para quien dejar por fuera del proceso de liberaciones a Brasil fue una acción descabellada que carece de toda explicación razonable.
“Sería más explicable que fueran las Farc las que dijeran que no aceptan a Brasil porque está vendiéndole a Colombia aviones Súpertucano para que los vayan a matar, pero ellos nunca se han pronunciado en contra de ese tipo de ayuda”, agregó el mediador quien considera que de no haberse producido esa negativa por parte del gobierno los seis secuestrados que serían liberados por la organización guerrillera ya estarían con sus familias.
“Después de que las Farc dieron los tres últimos nombres estaban ya las condiciones para poder poner en marcha el operativo de seguridad, los protocolos y la misión humanitaria que saldría a recibirlos”, manifestó además de expresar su preocupación por el actual momento que atravesaba el conflicto en medio de la escalada por parte de la guerrilla, además de insistir en la necesidad de poder encontrar un tercer país que fuera de la entera satisfacción de ambas partes.
MEDIACIÓN COMPLICADA
Con relación a los errores del pasado, uno de los cuales casi termina por dar al traste con la equivocada entrega de coordenadas para adelantar una de las liberaciones, Lozano también estimó que se debía voltear la página, trayendo a su vez a colación el episodio en el que se denunciaron sobrevuelos y seguimientos de la Fuerza Aérea al lugar y la aeronave en la que se adelantaba el operativo, poniendo en riesgo a la totalidad de la misión humanitaria.
“Se ha generado desconfianza pero no creo que sea cuestión de que Piedad deba o no deba retirarse, porque se trata de una persona que sin embargo le genera tranquilidad a la guerrilla, a pesar de que ellos también la ven como a una aliada del Gobierno, que para tranquilidad de las partes debe ser aceptada junto con el CICR y la tripulación brasileña”, aseguró el mediador, aunque también sostuvo que por lo pronto la participación de Brasil también se encuentra congelada.
Para Lozano, aunque eventualmente se podrían estar dando una serie de acercamientos entre las Farc y el Gobierno, los posibles diálogos de paz deberían darse de cara al país, aunque sin embargo también cuestionó el hecho de que el presidente Santos descalificara de manera sistemática las distintas opciones planteadas por Colombianos y Colombianas por la Paz, como la de un cese de hostilidades de 90 días.
“Pretender que la guerrilla y el Gobierno emprendan un diálogo en medio de la guerra es condenarlo de antemano al fracaso, porque el país no está preparado para que se vuelva a dialogar en medio del conflicto armado”, consideró el experto en la materia para quien el plazo establecido incluso podría ser mucho menor y no tendría por qué considerase la posibilidad de adelantar los primeros encuentros no requerirían de una nueva zona de despeje.
“La guerrilla debe entender que lo que se impone es una salida política del conflicto y así el Gobierno esté a la ofensiva tampoco tiene comprada la victoria y podría pasar mucho tiempo con el consecuente desangramiento de sangre y de dinero que no se va a poder destinar a inversión social sino a la guerra”, destacó Lozano insistiendo en la multiplicidad de actores que tenía el conflicto armado a la par de expresar sus dudas respecto a que la relación entre las Farc, Eln y narcotráfico fuera tan estrecha.
Para el mediador, la polémica que ha girado en torno al papel de la exsenadora Piedad Córdoba también ha sido sobredimensionada, puesto que a su juicio el hecho de haberse fotografiado en una actitud amistosa, boina y traje camuflado con algunos guerrilleros hace parte de la dinámica de este tipo de labores en la que ella ha terminado arriesgando su vida en no pocas oportunidades pese al escarnio público de que ha sido objeto en no pocas ocasiones.
“Cuando uno está en este trabajo tiene que generar las mejores condiciones y confianza para poder adelantar esta labor de facilitación, porque es que nosotros no podemos llegar a tildarlos de periodistas o asquerosos, para sentarse a hablar de paz; ahora lo que si no se pude hacer es traspasar esa frontera y comenzar a hacerles favores o indicarles la forma en que deberían proceder porque eso sí ya sería un delito”, explicó el mediador recordando que el fallo en que se lo absolvió de ser miembro de las Farc así lo establece.
“Durante los diálogos del Caguán muchos periodistas fueron a tomarse fotos con Marulanda, llamándolo comandante –ahí si no era ni el terrorista, ni el bandido-; él se tomó las fotos y les preguntó si para ellos no sería peligroso, a lo que uno de ellos le respondió que con una de esas imágenes evitaban un posible secuestro por parte de la guerrilla. Entonces Marulanda se queda mirándolo y le responde con esta pregunta: ¿Y si los del retén son paramilitares?”, ilustra la situación Carlos Lozano insistiendo en que no hay razón para ensañarse de esa manera con Piedad Córdoba.
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