40 bombas inteligentes usaron para destruir el campamento y matar a 36 colombianos |
Una operación con 18 aviones y helicópteros que salieron a las 2:40 de la madrugada de este lunes de la base de Apiay, rumbo al campamento del frente 27 de las Farc en Vista Hermosa (Meta), terminó convertida, poco después, en el segundo gran golpe contra las Farc en menos de una semana, ambos como producto de delaciones.
Cerca de 40 bombas inteligentes -cada una de 500 libras-, lanzadas con base en los datos de un informante reclutado por inteligencia de la Policía, destruyeron en tres minutos el campamento y dejaron 36 insurgentes abatidos.
El miércoles pasado, en una ofensiva similar en Aguasclaras, corregimiento de Arauquita (Arauca), fueron 33 los muertos.
El insurgente Jaime Cotrino Díaz, alias 'Arcesio Niño', apenas duró un día como jefe del frente 27. Había sido trasladado desde el frente 10, de Arauca.
Tras 15 meses de seguimientos a 'Arcesio', que se iniciaron precisamente en Arauca, la Policía logró ubicar el sitio donde se iba a realizar un encuentro entre jefes del Bloque Oriental, la estructura militar más poderosa de las Farc.
Según fuentes militares, el golpe en el Meta frena uno de los planes estratégicos de la insurgencia, pues 'Arcesio' tenía como misión recuperar el terreno perdido por las Farc en Cundinamarca, de donde fueron desalojadas desde el 2004 por el plan Patriota.
Oficiales a cargo del trabajo de seguimiento de 'Arcesio' indicaron que éste, obedeciendo órdenes del secretariado, hizo una suerte de enroque con alias 'Efrén'. Este fue enviado a Arauca mientras 'Arcesio' tomaba el lugar en Vista Hermosa, una retaguardia estratégica de las Farc. Fue uno de los cinco municipios despejados para los diálogos de paz del Caguán.
'Arcesio' habría salido de Arauca por el sur y entró al Meta por el Guaviare. En esa ruta se habría salvado de una operación tipo comando de la Policía, pero a comienzos de este año se volvió a saber de su paradero.
Un hombre del frente 27 reclutado como informante no solo dio las coordenadas del campamento, sino que confirmó la llegada del nuevo comandante junto con sus 12 guardaespaldas.
El lugar, destruido por las bombas, tenía trincheras y unas especies de oficinas y bodegas protegidas bajo tierra.
Nueve Supertucanos, un helicóptero Arpía, un avión fantasma y uno de apoyo médico hicieron parte del equipo usado para dar el nuevo golpe a las Farc.
Tras el bombardeo, tropas de las Fuerzas Especiales desembarcaron desde seis helicópteros Black Hawk y coparon el lugar, donde en la noche de este lunes se realizaban los levantamientos de los cadáveres. Cinco insurgentes, entre ellos tres heridos, fueron capturados.
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