Por: Niko Schvarz
El segundo turno de las elecciones legislativas francesas, el domingo 17, consolidó la gran victoria del Partido Socialista y del conjunto de las fuerzas de izquierda al llevar a François Hollande a la presidencia de la República. Estas fuerzas alcanzan con creces la mayoría absoluta de la Asamblea Nacional, condición que ya poseen en el Senado. La UMP de Nicolas Sarkozy sufrió otra severa derrota y disminuyó su representación parlamentaria. El centrista MoDem de François Bayrou quedó reducido a dos diputados. Marine Le Pen fracasó en su intento de ingresar al Parlamento, pero el Front Nacional (que desde 1998 no había ganado ninguna banca) eligió dos representantes. En conjunto, se dijo que “la Asamblea Nacional viró hacia la izquierda y se dio vuelta definitivamente la página del poder sarkozista”, y ese puede ser un resumen de la situación emergente.
El segundo turno de las elecciones legislativas francesas, el domingo 17, consolidó la gran victoria del Partido Socialista y del conjunto de las fuerzas de izquierda al llevar a François Hollande a la presidencia de la República. Estas fuerzas alcanzan con creces la mayoría absoluta de la Asamblea Nacional, condición que ya poseen en el Senado. La UMP de Nicolas Sarkozy sufrió otra severa derrota y disminuyó su representación parlamentaria. El centrista MoDem de François Bayrou quedó reducido a dos diputados. Marine Le Pen fracasó en su intento de ingresar al Parlamento, pero el Front Nacional (que desde 1998 no había ganado ninguna banca) eligió dos representantes. En conjunto, se dijo que “la Asamblea Nacional viró hacia la izquierda y se dio vuelta definitivamente la página del poder sarkozista”, y ese puede ser un resumen de la situación emergente.
En la Asamblea Nacional de 577 miembros, que se renueva totalmente, la izquierda parlamentaria logra 346 bancas que se descomponen en: Partido Socialista 300, Front de Gauche 13, Europe Écologie-Les Verts 18, Parti Radical de Gauche 12, MRC (Movimiento de Ciudadanos) 3. La mayoría absoluta es de 289. La derecha parlamentaria, que hasta ahora detentaba dicha mayoría, quedó en 226 diputados: 207 para la UMP sarkozista, 14 la Alliance Centriste y 5 el Parti Radical Valoisien. Sumados a los dos del MoDem y dos del FN (una de ellas nieta de Jean-Marie Le Pen), más 1 independiente, conforman los 577 integrantes. Habrá una cifra record de mujeres en la Asamblea Nacional. La participación fue apenas de 55,7%, inferior incluso a la del primer turno (57,1%), por ende con elevada tasa de abstención.
Martine Aubry, primer secretaria del Partido Socialista, destacó el éxito de la izquierda como “una victoria de la conjunción (rassemblement) de fuerzas”. Saludó la victoria de Philippe Kemel, un candidato local socialista, frente a Marine Le Pen en su feudo de Hénin-Beaumont, Pas-de-Calais. Envió un mensaje de simpatía a Ségoléne Royal, que perdió en La Rochelle frente al disidente socialista.Olivier Falorni, que recibió los votos de la derecha UMP.(Ségolène calificó esta actitud de “traición”) Los ministros del gobierno que hicieron campaña electoral fueron todos electos o reelectos: 6 en el primer turno, los otros 19 en el segundo. Cartón lleno para los ministros socialistas. En cambio, dos representantes caracterizados del anterior gobierno, François Fillon y Alain Juppé, fueron derrotados en sus circunscripciones de origen por dos diputados electos de izquierda.
Jean-Luc Mélenchon señaló en nombre del Front de Gauche como aspecto más positivo del proceso electoral que “el pueblo demostró que no quiere un gobierno de derecha”. Paul Laurent, del PCF, destacó la derrota del sarkozismo y la votación del Front de Gauche, que fue del 25% de los votos de la izquierda en las presidenciales y del 15% en las legislativas, con un aumento incluso en la segunda vuelta. Lamentó que un sistema de representación no proporcional reduzca el número de sus diputados en la Asamblea Nacional, al favorecer a las dos mayores fuerzas políticas.
En muchas circunscripciones, los candidatos del Front Nacional fueron derrotados (en ciertos casos en forma exigua) por una una coalición de varios representantes de la izquierda, lo que contribuyó a limitar al mínimo el ingreso de la ultraderecha a la Asamblea. En muchos lugares funcionó en el segundo turno el “desistimiento republicano”, en que toda la izquierda votó al candidato mejor situado. Así se operó en forma muy variada en Îlede-France, por ejemplo.
La votación otorga un sólido respaldo al presidente Hollande, que propuso a sus homólogos de la Unión Europea, en vísperas de la cumbre del 28 y 29 en Bruselas, una serie de medidas de crecimiento de efecto inmediato, que requieren 120 mil millones de euros.
Publicado en La República, 19 de junio 2012, pág. 13
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