Colombia es el país más violento de América Latina

De acuerdo con una ONG inglesa, Colombia está ubicada como la nación más violenta de América Latina

Una Organización No Gubernamental en Inglaterra publicó este martes un estudio en el que demostró que Colombia y México son las dos naciones más violentas en América Latina. El mismo estudio demostró que Islandia, Dinamarca, Nueva Zelanda, Canadá y Japón son las más pacíficas.

El Instituto para la Economía y la Paz dio a conocer este martes el Índice de Paz Global 2012, en el que Colombia fue el país del continente más violento al obtener la ubicación 144 de 158 países estudiados. De las naciones de América Latina, le sigue México en el lugar 135.

De acuerdo al estudio elaborado, Somalia (este de África) es el país más violento del mundo, mientras que la nación que más descendió en el índice, respecto al año pasado es Siria, que cae treinta puestos, debido al conflicto interno desde marzo del 2011.

Sri Lanka (sureste de Asia) mejoró treinta posiciones, hasta la 103, tras el fin de su guerra civil.

Los primeros cinco países que tienen mayor índice de paz son: Islandia, Dinamarca, Nueva Zelanda, Canadá y Japón.

El instituto demostró que Oriente Medio y el Norte de África son actualmente las regiones más volátiles, según ellos, debido a la “inestabilidad y agitación provocadas por los conflictos internos”.

El Índice de Paz Global se elabora a partir de 23 indicadores, como el nivel de militarización de un país, gasto en defensa, conflicto interno, grado de paz social, terrorismo, la relación con los vecinos o el respeto por los Derechos Humanos.

Los autores de este Índice explicaron que países como Canadá, que lograron una escalada en el listado se debe a que han reducido el presupuesto de armamento en defensa por los recortes del gasto público aplicados a raíz de la crisis económica mundial.

El Instituto para la Economía y la Paz, con sede en Londres (Inglaterra), tiene como objetivo “cambiar el enfoque del mundo hacia la paz como una medida alcanzable”, asegurando que “si el mundo estuviera en paz”, los beneficios para la economía global serían de nueve mil millones de dólares al año para los pueblos del mundo.

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