martes, 17 de enero de 2012

Devaneos guerreristas otoñales de don Severo

Por Nelson Lombana Silva.PaCoCol

La columna de don Severo del domingo 15 de enero de 2012, página 7 – A del Nuevo Día, intitulado “FARC ¿E.P.?”, llama la atención por la vulgaridad, la ausencia de argumentos y el espíritu agresivo y violento. Como cualquier vulgar comadrona se va lanza en ristre contra la insurgencia, sin argumentar, sin presentar una propuesta para salir de la terrible violencia que lleva más de 50 años por obra y gracia de un sistema inhumano que solo se preocupa por aumentar sus intereses económicos en detrimento de los intereses humanos.


Este grupo cobarde que se esconde bajo el alias de “Don Severo”, porque en realidad es un grupúsculo de desempleados y muertos de hambre que se suelen sentar en un café de la calle 12 con carrera tercera, generalmente, y que bien podría pensarse hacen parte del G – 5 de la inteligencia militar, pontifican sobre lo humano y lo divino, pero gaseosamente desde la frustrada óptica de ser pobres y pensar como ricos, sin acudir ni a la ciencia ni a la investigación social.

Para estos personajes de marras la historia no existe, mucho menos tiene valor para comprender el momento y proyectar el futuro. Según ellos, todo es estático y dado de una vez y para siempre. Es decir, el pueblo está condenado eternamente a ser miserable y una minoría oportunista a dominar. No hay nada que hacer y para sobrevivir hay que repetir maquinalmente la ideología de la clase dominante, así ésta no tenga nada que ver con la ideología del pueblo.

Don Severo, con su obtuso pensamiento anquilosado, desconoce la vigencia de la lucha de clases, desconoce las causas y las confunde con las consecuencias. La insurgencia no es una causa, es una consecuencia de un Estado Capitalista antidemocrático, terrorista, corrupto y clasista que está al servicio de lo que Marx llamara Burguesía. El Estado surge, precisamente, para dirimir ese conflicto concreto entre las clases sociales y el Estado capitalista tiene como misión fundamental garantizar los bienes mal habidos de esa clase, garantizar la explotación del hombre por hombre y tener los diversos aparatos, (Ideológico y Represivo) para impedir que el pueblo se rebele, se una y busque un sistema con verdadero rostro humano, es decir, el sistema Socialista.

En esa tarea sombría  de impedir el curso de la historia se encuentra don Severo metido hasta los hígados. Se pone de rodillas al servicio de la clase social a la cual no pertenece en su totalidad y niega su clase social. ¡Qué bien se deja manipular de la derecha!

En su desbocado analfabetismo político se va con todo contra la izquierda, es decir, contra sus hermanos de clase y pretende ridiculizar a personalidades democráticas de la talla de Carlos A. Lozano Guillén, Piedad Córdoba, Jorge Enrique Robledo y el mismo Miguel Gordillo Hernández, pero en realidad quien termina ridiculizado es él mismo, por cuanto sus argumentos no superan ni el más elemental análisis político de un niño de pre – kínder.

Mientras don Severo insiste en la dinámica belicista de la derecha, estas personalidades y movimientos como el Polo Democrático Alternativo y el Partido Comunista, insisten en la paz con justicia social, en la salida política al conflicto que presupone la erradicación de las causas que dieron origen a esta larvada confrontación y que posiblemente don Severo o ignora o le da cobardía decirlo con franqueza y grandeza.

Don Severo, bien dice la canción, “A quien engañas abuelo”.  Puede seguir con su triste papel, la historia tiene otra dinámica porque los verdugos son efímeros y los pueblos eternos. Los basureros aún pueden reciclar sus pobres comentarios.

¡Qué pena! 

Ibagué, enero 17 de 2012

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