Bogotá, D. C. 23 de enero del 2012
Sr. Ernesto McCausaland Sojo
Director
Diario El Heraldo de Barranquilla
Sr. McCausaland:
Con asombro e indignación hemos leído en la mañana de hoy un editorial del diario que usted dirige titulado: “El nuevo mártir cubano”. Con asombro porque supuestamente un diario que se respete debe ser cuidadoso de no hacerse eco de mentiras e informaciones falsas. Verificar la realidad de la información que se publica, más como editorial, es un deber mínimo de cualquier medio de comunicación responsable, entre otras razones para que no comentan errores como este en el que se han hecho eco de una noticia falsa y terminaron utilizados y manipulados. Han sido tomados de manera infraganti.
Sr. Ernesto McCausaland Sojo
Director
Diario El Heraldo de Barranquilla
Sr. McCausaland:
Con asombro e indignación hemos leído en la mañana de hoy un editorial del diario que usted dirige titulado: “El nuevo mártir cubano”. Con asombro porque supuestamente un diario que se respete debe ser cuidadoso de no hacerse eco de mentiras e informaciones falsas. Verificar la realidad de la información que se publica, más como editorial, es un deber mínimo de cualquier medio de comunicación responsable, entre otras razones para que no comentan errores como este en el que se han hecho eco de una noticia falsa y terminaron utilizados y manipulados. Han sido tomados de manera infraganti.
En primer lugar, el ciudadano cubano fallecido no es un mártir sino un vulgar delincuente cuya tamaña hazaña fue golpear a su esposa. Pobre moral la de este medio de información que necesita crear mártires de esa cantera de hombres. Mártires son los miles de cubanos que han ofrendado su vida por causas nobles y justas a lo largo de muchos años defendiendo los intereses de los pueblos y no de las oligarquías. Wilmar Villar era un delincuente común, como los que existen en todas las naciones, que nunca realizó labores políticas y que tampoco murió como resultado de una huelga de hambre.
Más triste aún es que ese periódico se considere vocero de la extrema derecha de Miami quien fue el soporte de una dictadura liderada por Fulgencio Batista y apoyada por Estados Unidos, que asesinó y torturó a más de 20 mil de nuestros mejores jóvenes. En Cuba, a diferencia de muchos países, se les respeta la vida a quienes piensan distinto y en caso de estar graves de salud se realizan todos los esfuerzos humanos existentes para salvaguarde la vida. Existen varios ejemplos que demuestran esta afirmación. En nuestro país pensar distinto no es un delito.
Resulta al menos curioso que su diario no se haga eco y denuncie las acciones contra las verdaderas víctimas de mi pueblo. Son multimillonarias las pérdidas económicas cubanas causadas por la guerra económica impuesta por Estados Unidos a la Isla por más de 50 años, son más de 3 mil ciudadanos cubanos que han perdido su vida por acciones terroristas e invasiones armadas promovidas y realizadas por Estados Unidos, son miles los mutilados y heridos por acciones de igual índole, son claras las denuncias de terrorismo contra personas que deambulan impunemente por las calles de Miami, entre otras los autores de un horrendo atentado contra un avión de Cubana de Aviación en la que perdieron la vida 76 ciudadanos cubanos, casi todos jóvenes.
No se pronuncian tampoco sobre el injusto proceso y enjuiciamiento a absurdas condenas a cinco jóvenes cubanos que estaban radicados en Miami luchando precisamente contra esos grupos terroristas que allí actúan contra Cuba, mucho menos se hacen eco de la solidaridad del pueblo cubano para con otras naciones del mundo, incluida la propia Colombia, cuántos médicos cubanos han ayudado en otras naciones, cuántas vidas han salvado, cuántos jóvenes de casi todo el mundo se han hecho profesionales gratuitamente en la Isla, entre otros cientos de ejemplos.
Si tanto le preocupa el tema de los derechos humanos, sería conveniente que se pronunciaran sobre la ejecución desde enero del 2010 hasta la fecha de 90 prisioneros en cárceles norteamericanas, mientras que otros 3 222 reos esperan su ejecución en el corredor de la muerte, porque no pronunciarse sobre la muerte reciente, el pasado 3 de enero, en una prisión de Chicago, a consecuencia de una huelga de hambre, de la reclusa Lyvita Gomes. Porque no pronunciarse también sobre la presencia ilegal en territorio cubano de una cárcel norteamericana en la cual los seres humanos son tratados como animales y carecen de todo derecho o sobre las miles de muertes inocentes que han causado las intervenciones militares de Estados Unidos y Europa en decenas de países del tercer mundo.
Le comento que distinto a lo que algunos tratan hacer ver del pueblo cubano y su Revolución, nosotros no nos alegramos de la muerte de ningún ser humano aunque piense como piense o actúe como actúe. Si algo hemos demostrado a lo largo de tantos años es nuestro carácter humanista. Por cierto, exigimos respeto para nuestro Apóstol José Martí de quien el próximo 28 de enero se cumplen 159 años de su natalicio, y lo exhortamos a que lean su obra y no reproduzcan frases que no tienen idea de su contexto.
A Barranquilla, hermosa ciudad de este noble país, han llegado cientos de cubanos que han sido recibidos por ese pueblo como sus propios hijos. Ellos siempre han dado lo mejor de si para esta patria que los acogió. Sin embargo su editorial parece tener más la vista en Miami que en su propia tierra y en esa Cuba que siempre ha ayudado a su pueblo.
Lo invito también a que, en nombre de la libertad de expresión que usted supone defender, publique en su diario esta misiva y la Nota Informativa del gobierno cubano que le adjunto.
Iván Mora Godoy
Embajador
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