El Ministerio del Interior británico pidió este miércoles a los organizadores de los Juegos Olímpicos Londres 2012, que prohíban las tiendas de campaña en las sedes deportivas del evento, para impedir que se establezcan campamentos de protesta al estilo del movimiento “Occupy” o los “indignados” en España.
Frente a la catedral londinense de San Pablo hay un campamento de protesta contra la desigualdad económica desde octubre, que forma parte del movimiento de las protestas de Occupy Wall Street.
La secretaria de Interior, Theresa May, dijo que junto con el terrorismo y el crimen organizado, las interrupciones provocadas por protestas son una de las mayores amenazas para los Juegos que empiezan en julio, y que quiere que los organizadores de Londres 2012 (LOCOG, por sus siglas en inglés) utilicen “todos los poderes disponibles” para retirar equipamiento y campamentos, con rápido apoyo policial.
“En los últimos meses hemos visto levantar campamentos en Londres y otros lugares”, dijo May a la prensa. “Creo que es adecuado que nos preguntemos a nosotros mismos ‘¿necesitamos hacer algo extra en relación con los Juegos para asegurar que podemos reforzar nuestra política para abordar esto?’”.
Sin embargo, el LOCOG señaló que es probable que las tiendas entren en la lista de restricciones, y no en la de prohibiciones, lo que implica que se permitiría entrar con tiendas en las sedes pero no montarlas.
El coordinador británico de Seguridad Nacional Olímpica, Chris Allison, dijo la semana pasada que la atención mundial sobre los Juegos, que según May tendrán 4.000 millones de espectadores en televisión, los convierte en algo atractivo para los manifestantes. Sin embargo, la policía ha insistido en que no tiene intención de impedir ninguna manifestación legal frente a las sedes olímpicas.
En una conferencia sobre seguridad olímpica en Londres, May también advirtió de que es muy posible que los Juegos sean un objetivo para ciberdelincuentes y grupos ‘hacktivistas’.
“Estos grupos pueden intentar atacar los Juegos y pueden también atacar las páginas de patrocinadores de alto nivel asociados con los Juegos”, dijo, añadiendo que la policía ha detenido a 97 personas por delitos como reventa de entradas.
Los Juegos serán la mayor operación de seguridad británica en tiempos de paz, y es probable que cueste más de 1.000 millones de libras (unos 1.200 millones de euros), con unos 23.700 agentes de seguridad desplegados en las sedes entre empleados de la firma de seguridad privada G4S, voluntarios y personal militar.
En la conferencia del miércoles, agentes de seguridad insistieron en que no hay información de inteligencia específica que indique amenazas a los Juegos.
Reino Unido está en su tercer nivel de alerta, lo que implica un riesgo “sustancial”, o que un ataque terrorista es una posibilidad seria, pero es casi seguro que el nivel se elevará a “grave”, considerando un ataque muy probable, para cuando empiecen los Juegos.
(Con información de Reuters)
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