Un hundimiento de la carretera entre Neiva y Garzón, agravó la crisis vial en el Huila, que desde hace varios meses tienen incomunicado a su sector suroccidental.
El principal problema es la destrucción de un puente sobre el río Magdalena. El hundimiento de la vía inhabilitó totalmente el paso en varios metros, dejando incomunicados a todo el centro y sur del Huila, al oriente del Cauca y totalmente a los departamentos de Caquetá y Putumayo. Desde el 3 de enero, en ese sector, hay un paro cívico.
La protesta se debe a los daños ambientales que genera la construcción de la represa de El Quimbo. El proyecto también ha causado daños de infraestructura como el producido al puente del paso del Colegio, que atribuyen a la constructora de esa obra, y la extracción petrolera en una zona de reserva forestal. Son más de 200 carrotanques diarios que transitan esa vía que no fue construida para tráfico pesado”, se dijo.
Así lo denunció el representante a la Cámara, Carlos Augusto Rojas. A su vez, el senador Carlos Ramiro Chávarro, dijo que la crisis vial en el Huila es muy grave y el colapso de veía venir. “A eso agreguemos que con la explotación petrolera nos hemos quedado sin recursos agropecuarios. Preferimos no tener petróleo, pero si derechos”, dijo.
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