El sargento identificado como Frank Wuterich encabezaba la escuadra que en 2005 mató a 24 iraquíes |
Un infante de Marina acusado de matar a mujeres y niños iraquíes desarmados se declaró culpable de negligencia en el cumplimiento del deber, según un acuerdo con la fiscalía militar que puso fin al caso criminal más grave contra soldados estadounidense derivado de la guerra en Irak.
El sargento identificado como Frank Wuterich encabezaba la escuadra que en 2005 mató a 24 iraquíes en la ciudad de Haditha, a 210 kilómetros al noroeste de Bagdad, luego que una bomba estallase al paso de una caravana de la Infantería de Marina de Estados Unidos (EE.UU.), matando a un marine e hiriendo a dos.
Las muertes en Haditha, el 19 de noviembre de 2005, aún alimentan furia y fueron la razón principal para las demandas de que no se concediese a los soldados estadounidense inmunidad del sistema legal iraquí.
La masacre es considerada uno de los momentos decisivos de la guerra, al manchar la reputación de Estados Unidos en momentos en que había alcanzado un punto muy bajo tras revelarse fotos de abusos de prisioneros por parte de soldados norteamericanos en la prisión de Abu Ghraib.
La decisión de Wuterich de declararse culpable interrumpió el juicio en su contra en el Campamento Pendleton ante un jurado de marines que sirvieron en Irak.
Wuterich enfrenta un condena máxima de tres meses de prisión, reducción de dos tercios de su paga y degradación a soldado raso cuando sea sentenciado, muy probablemente el martes. El acuerdo prevé que los cargos de homicidio sean retirados.
“Nadie niega que los acontecimientos fueron trágicos, especialmente Frank Wuterich”, dijo el abogado defensor Neal Puckett. “Pero el hecho es que él ha sido exonerado totalmente de los cargos de asesinato presentados contra por el Gobierno y los medios de prensa”.
El eje del caso en el consejo de guerra era si Wuterich reaccionó apropiadamente como líder de marines para proteger a sus hombres en medio de una guerra caótica o desestimó reglas de combate y les ordenó que disparasen indiscriminadamente contra civiles iraquíes.
En diciembre de 2006, el Cuerpo de Marines norteamericano presentó cargos judiciales contra ocho funcionarios militares por la matanza de 24 civiles iraquíes, entre ellos, tres niños y siete mujeres.
En 2007, un informe publicado por el Washington Post develó que los soldados mataron a sangre fría a las 24 civiles.
Las revelaciones de los detalles de la matanza de Haditha, representó un golpe más para la ya deteriorada imagen de Estados Unidos y se sumó a las críticas internacionales que piden la salida definitiva de las tropas norteamericanas de Irak.
PG
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