lunes, 22 de septiembre de 2008

¡II FESTIVAL REGIONAL DE VOZ EN IBAGUÉ!



Por Nelson Lombana Silva

Hablar del semanario VOZ La verdad del pueblo, es hablar de lucha y resistencia del pueblo colombiano por más de 50 años, luchas populares forjadas al calor de las vicisitudes pero pletóricas de heroísmo y dignidad de un pueblo que en medio de la oscuridad se resiste a vivir eternamente en la miseria y la visceral explotación del hombre por el hombre.


El semanario VOZ es también historia, historia escondida, ignorada y tergiversada por la monstruosidad de un régimen villano, cuya filosofía es la competencia y el dinero en pocas manos. Pero también es política, es filosofía, es psicología, es cultura, es esperanza, es periodismo alternativo y comprometido con los intereses del pueblo.


Un importante papel ha jugado en la historia del departamento del Tolima, en las batallas que ha librado los campesinos, especialmente del sur, los sindicalistas, los estudiantes, las amas de casa, los pequeños empresarios y los intelectuales de esta sección del país.


En sus páginas discurre el diario acontecer del pueblo de carne y hueso, del humilde labriego, del soñador, que busca en su soledad la posibilidad de vivir, sentir y compartir una comida, un pedazo de pan, una agua de panela. Hay en sus páginas la versión fresca del poeta, del caricaturista, del periodista empírico, del corresponsal amenazado de muerte, del director preclaro y convencido del proyecto comunista que se bate contra la infamia del tirano, que con tal de no perder su poder omnipotente y con tal de fortalecer la impunidad, acude a la mentira, a la trampa, al montaje ruin, a la calumnia colosal, a la amenaza de muerte.


Esa es VOZ La verdad del pueblo, que el próximo sábado 27 de septiembre celebrará en la ciudad musical de colombia el II festival regional, con cultura , arte, política y mucha rumba, a partir de la una de la tarde en la calle 22 número 4 A 30.


Será la oportunidad para ratificarle nuevamente la solidaridad al director, Carlos A. Lozano Guillén, a la senadora Gloria Inés Ramírez, al parlamentario Wilson Borja; pero también para denunciar la censura de prensa en la era de la mal llamada "seguridad democrática" y nombrar periodistas comprometidos con la libertad y otro país posible: Daniel Coronel, William Parra, Alfredo Molano, Álvaro Martínez, entre otros…


Difundir el ideario de unidad del polo democrático alternativo, los estatutos, la acertada conducción del maestro Carlos Gaviria Díaz y presentar los candidatos comunistas del Tolima al II congreso nacional del Polo: Nilson Fabián Castellanos Rodríguez, Rubiela Bríñez y Campo Leonel González Malaver.


En la fiesta de VOZ del próximo sábado en Ibagué, Tolima, no solo asistirán los comunistas, también harán presencia los compañeros del Polo, amigos y simpatizantes, poetas, escritores, periodistas de Asoprensa y de otras organizaciones periodísticas de Ibagué. Seguramente, estará presente, Carlos A. Lozano Guillén.


Pase la VOZ….Pase la VOZ…Pase la VOZ…Pase la VOZ…Pase la VOZ…



Ibagué, septiembre 21 de 2008


2 comentarios:

  1. Al lado de estos números y nombres, la vinculación con las FARC, se basa solamente en indicios contra tres congresistas, dos periodistas, un par de asesores de paz y cuatro o cinco extranjeros. Además, mientras los parapolíticos han reconocido sus nexos con el mundo criminal de los narcoparamilitares para beneficio propio (dadas las evidencias, no tenían alternativa), las personas acusada de nexos con las Farc reconocen en efecto esos nexos pero no para beneficio propio sino como mediadores en el conflicto. Esta es una diferencia esencial que no se debería dejar de lado cuando se intenta comparar el comportamiento de unos y otros.

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  2. Por eso, pretender hacer una comparación, como si se tratara de cosas similares, entre los nexos de importantes políticos colombianos con el paramilitarismo y los nexos de miembros de algunas ONG con las FARC es algo descabellado, explicable solamente por los intereses políticos que se mueven detrás de la escena. En estos momentos, en Colombia, la ‘farcpolítica’ es una buena manera de opacar las graves acusaciones de la parapolítica, y los líos del presidente con las cortes.

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