Por Juan Cendales
El proceso contra el dirigente comunista colombiano Carlos Lozano por el supuesto delito de rebelión se está convirtiendo en uno de los más miserables procesos de la justicia colombiana.
Ya van más de veinte horas de interrogatorios, de provocaciones, rumores, artículos scandalosos de cosas minias y de otras bajezas propias de una Fiscalía controlada por el parauribismo y convertida en la espada de la venganza del régimen azotado por sus vínculos con las mafias y las bandas paramilitares.
La Fiscalía está prolongando sospechosamente la indagatoria. Ni siquiera asesinos que han confesado miles de crímenes han sido sometidos a tanta villanía. Se conoce de generosas ofertas a guerrilleros presos y reinsertados para que den testimonios y aporten supuestas pruebas.
Prolongan el interrogatorio porque no tienen nada. Y no tienen nada porque no hay delito alguno. Porque lo que quieren criminalizar es una trayectoria públicamente reconocida de trabajar por la paz y los acuerdos humanitarios.
Esta acción venal de la Fiscalía merece la repulsa generalizada. Actos de protesta, mensajes de rechazo, declaraciones y otras acciones políticas y solidarias que expresen la indignación del mundo de la solidaridad, la decencia y la justicia contra este proceso infame y arbitrario.
La actitud de Lozano frente al infame proceso ha sido de tranquilidad y confianza. Sabe perfectamente que es un proceso político. Conoce de las presiones inmensas del gobierno hacia los jueces.
Ha convertido la indagatoria en una tribuna de denuncia de la ilegalidad y la arbitrariedad. Actitud de dignidad y coraje que debe rodearse de toda la solidaridad Internacional.
Paralela con la diligencia de legalización de la captura y la imputación de cargos, miembros del CTI de la Fiscalía avanzaban en la investigación sobre la legalidad de la colección de 20 armas de fuego, entre fusiles, ametralladoras y armas cortas, halladas en la lujosa casa finca del municipio de Bello, donde se produjo su captura. Siga..
Autoridades venezolanas incautan cañón portátil que iba a ser utilizado en plan magnicida
Se trata de un arma portátil antitanque manufacturada en Suecia por la empresa Saab, y es utilizada por tropas de infantería para destruir o neutralizar vehículos blindados y fortificaciones, ''y también para el derribo de aeronaves'', destacó el ministro El Aissami, al mostrar el arma.
Las autoridades venezolanas incautaron este jueves en un sector del centro de Caracas un "cañón portátil" que iba a ser utilizado en el plan magnicida denunciado por el Gobierno, confirmó el ministro de Interior y Justicia, Tarek El Aissami.
Se trata de un arma portátil antitanque manufacturada en Suecia por la empresa Saab, y es utilizada por tropas de infantería para destruir o neutralizar vehículos blindados y fortificaciones, "y también para el derribo de aeronaves", destacó el ministro El Aissami, al mostrar el arma a los periodistas. Siga..
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