Histórica decisión del presidente de Ecuador |
(Ibagué, abril 3 de 2012) La soberana decisión del presidente ecuatoriano, Rafael Correa Delgado, de no asistir a la denominada “Cumbre de las Américas” en Cartagena de Indias, Colombia, bien puede constituirse en una decisión histórica y por demás, heroica, por cuanto significa darle una bofetada al tío sam y reivindicar consecuentemente el pensamiento del libertador Simón Bolívar. No es correcto que los países marchen sumisos al llamado de los Estados Unidos, como en los tiempos del cólera cuando al presidente Monroe se le ocurrió practicar la política imperialista de “América para los Americanos, mejor, para los norteamericanos”.
El imperio del norte siempre ha considerado esta parte del planeta como su patio trasero, es decir, siempre nos ha mirado con desprecio, solo con el simple y rayano cálculo económico. Siempre estos países, han tenido gobiernos abyectos a su política imperial. El presidente Colombiano, por ejemplo, habla español pero piensa en inglés. Ni la más elemental medida la toma sin antes tener el visto bueno de los Estados Unidos. ¡Es una verdadera vergüenza nacional!
Recordemos que el presidente Rafael Correa Delgado, consecuente con la defensa de la soberanía nacional, mandó para el carajo la imperialista base militar de Manta, de igual manera, asumió una posición consecuente con el pueblo ecuatoriano cuando el entonces presidente títere y obsecuente servidor de los gringos, Álvaro Uribe Vélez, violó la soberanía nacional, en sociedad con el actual presidente Juan Manuel Santos Calderón, entonces ministro de defensa.
En modo alguno el gobierno ecuatoriano asume una posición hosca contra el pueblo colombiano. Por el contrario, asume una posición de solidaridad con un pueblo que lucha contra las bases gringas, contra los crímenes de lesa humanidad, contra la explotación y saqueo que es víctima Colombia a través de las multinacionales y transnacionales, con la complicidad pusilánime de la burguesía que representa Santos y sus secuaces.
Esa posición del presidente ecuatoriano de no asistir a recibir directrices del genocida Barack Obama en Cartagena de Indias, reivindica con claridad y grandeza los sueños del libertador Simón Bolívar.
En su corta pero contundente misiva dirigida al presidente Santos señala que ese encuentro no se puede llamar cumbre de las Américas porque falta un heroico país y, uno podría agregar, porque sobra un presidente extraño que nada tiene que ver con el futuro promisorio de los casi 800 millones de habitantes de este continente, nada tiene que ver con la vida y en cambio sí tiene que ver con miles y miles crímenes horripilantes como el asesinato del presidente Salvador Allende, la imposición en el cono sur del militarismo en los 70s, la muerte del general Omar Torrijos, Jorge Eliécer Gaitán Ayala, el mismo Rafael Uribe Uribe y tantos otros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario