viernes, 18 de febrero de 2011

Ex 'paras' revelan secretos de las peores masacres del Llano

Foto: John W Vizcaino / EL TIEMPO
Un año duró entrenamiento de los Auc enviados desde Urabá.

Un año duró el entrenamiento de cerca de 200 paramilitares de Urabá que, en julio de 1997, realizaron la primera incursión de las Auc a los antiguos feudos de las Farc en el suroriente del país: la masacre de Mapiripán.

Casi tres lustros después, varios de los asesinos están hablando ante la unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía sobre esa matanza, por la que un general, Jaime Humberto Uscátegui, fue sentenciado a 40 años de cárcel, y por la que el Estado colombiano fue condenado en la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Los ex 'paras' aseguran que, más que Mapiripán, Carlos Castaño tenía en la mira una población, Caño Jabón, que de todos modos sentiría después todo el horror 'para'.

Durante cuatro días, los paramilitares asesinaron y lanzaron al río Guaviare a por lo menos 50 personas en Mapiripán. Y el 4 de mayo de 1998, con lista en mano, se metieron a Caño Jabón y asesinaron a, por lo menos, 20 personas, desaparecieron a otras cuatro y quemaron el pueblo.

Según los ex Auc, el asesinado esmeraldero Yesid Nieto y un ganadero que ha sido señalado en varias versiones, Mario Zambrano, pusieron plata para que las Auc entraran al Llano.

Manuel de Jesús Pirabán, 'Jorge Pirata', jefe 'para' en el Meta, y 18 de sus hombres armaron ese rompecabezas criminal ante Yolanda Prado, fiscal 30 de Justicia y Paz. Por la masacre de Caño Jabón fueron condenados en la justicia ordinaria Humberto Antonio Aguilar, alias 'Drácula', y Elkin Casarrubia, el 'Cura', a más de 15 años de cárcel cada uno. Como la mayoría de responsables que siguen vivos está en Justicia y Paz, no pagarán más de 8 años.

Primer combate en Urabá

Sin saber exactamente a dónde irían a sembrar muerte, un grupo de 80 paramilitares fueron entrenados en la famosa finca Las Tangas, la casa de los Castaño, ubicada entre Córdoba y Urabá.

Desde el Llano, Castaño mandó a llevar a varios habitantes, para entrenarlos y asegurar guías confiables. Uno de ellos fue Dúmar de Jesús Guerrero, el polémico 'Carecuchillo', quien soltó en su versión un dato inédito: que uno de los militares incluidos en la lista de 'canjeables' por las Farc fue secuestrado en un combate en el que el Ejército y los 'paras' lucharon mano a mano.

Ese militar era el sargento Pedro José Guarnizo, uno de los sobrevivientes, en el 2003, del fallido operativo de rescate en el que murieron el gobernador de Antioquia Guillermo Gaviria, el ex ministro Gilberto Echeverri y ocho soldados y policías. Una vez se reciban todas las versiones de los paramilitares sobre el capítulo de Mapiripán y Puerto Alvira, la Fiscalía llamará a versión al sargento Guarnizo y a otros militares que son mencionados en los testimonios de los 'paras'. EL TIEMPO intentó ubicar al suboficial, pero el Ejército no suministró información sobre él.

"Las Fuerzas Especiales entraron en contacto con el frente 58 de las Farc en Turbo (...) -dijo 'Carecuchillo'-. Pidieron ayuda porque les estaba yendo muy mal y por orden de los comandantes nos mezclamos con ellos: un 'para', un soldado. Allí mataron a un capitán y a unos soldadosy se llevaron a Guarnizo".

El sargento Pedro José Guarnizo fue secuestrado en julio de 1997 y duró seis años en poder de la guerrilla. Después, fue detenido por un supuesto falso positivo, en 1992, y ahora está en libertad.

Les fue tan mal en los combates que los Castaño ordenaron que los comandantes de la avanzada 'para' fueran de inmediato a un reentrenamiento. Según alias el 'Cura', en la finca 'La 15' hubo cursos intensivos de contraguerrillas y, el 12 de julio de 1997, 87 paramilitares de Urabá se embarcaron en un avión Antonov rumbo a San José del Guaviare. Tal era la complicidad de miembros de la Fuerza Pública que como de Necoclí no pudo despegar el avión, por las condiciones de la pista, se ordenó mover a los 'paras' al aeropuerto de Apartadó.

"El avión Antonov no podía levantar en esa pista. Por eso 'JL', 'Doble Cero' y 'el Alemán' determinaron que había que llevar el personal al aeropuerto de Apartadó. Llegamos, no fuimos registrados ni por la Policía ni por el Ejército, que estaban en la pista. Se emprendió vuelo hacia San José del Guaviare. Allí había llegado el avión con el armamento, se recoge y se llega al Cañero", dijo Agustín Sánchez Mejía, alias el 'Político'.

Según los desmovilizados, los urabeños se reunieron con los Buitrago (comandados por 'Martín Llanos') y los 'paras' de 'Guillermo Torres'. Este último negó su participación y la de sus hombres en las masacres de Caño Jabón y Mapiripán.

'La Brasil, base de las Auc'

El grupo de asesinos estaba dividido en 'Las Águilas' (comandadas por el 'Cura); 'Los Dragones' (bajo mando de Darío Antonio Úsuga, 'Mauricio', actual jefe de 'Los Urabeños'); 'Los Tigres' y 'Los Cobra'.

Después de Mapiripán, los 'paras' tuvieron una base donde, según Efraín Pérez Cardona -alias '400', entonces jefe de seguridad de los Castaño- se entrenaron durante varios años, al menos, 2.000 paramilitares. Era la finca La Brasil, que tiene una pista abandonada y perteneció al 'zar' de las esmeraldas Víctor Carranza.

"Llegamos a Puerto Gaitán (Meta), zona de don Guillermo ('Guillermo Torres'), él se encargó de conseguir el sitio. El primer curso duró 18 o 20 días y fue en octubre de 1997".

De allá salieron, meses después, para Caño Jabón. En cuatro camiones, tres volquetas y varios carros robados llegaron los paramilitares. A su paso iban asesinando, pero a la mayoría de víctimas las sacaron de la cancha, pues allá se reunió todo el pueblo por las órdenes que, a gritos y con megáfonos, les dieron los 'paras'.

Los llevaron a la bomba de gasolina y los acribillaron. Después, cumplieron la orden de reducir todo a cenizas que había dado Carlos Castaño más de un año atrás, para no dejarle nada a la guerrilla, que, supuestamente, controlaba el caserío. "Cuando quemamos la bomba se incendió toda la manzana, incluso, había una casa en paja y dentro de esa casa había municiones y eso parecía un combate dentro del pueblo; sonaba munición de diferentes calibres", relataron los ex 'paras'.

Castaño envió a sus más despiadados asesinos a incursiones en los Llanos

Las macabras historias de los temidos 'mochacabezas' (paramilitares que descuartizaban) de Urabá, las cuentan también los pobladores de Mapiripán y Puerto Alvira, en el Meta. Era una manera de sembrar el temor porel nuevo poder armado que irrumpía en las zonas donde antes solo imperaba la guerrilla. Pero no solo generaban terror con estos métodos. Uno delos enviados fue un paramilitar conocido como el 'Pollo Roger', que finalmente fue asesinado por sus jefes. En las Auc le temían porque, decían, estaba loco y tenía pacto con el diablo. El 'para', según la Unidad de Justicia y Paz, tenía centenares de muertos en su haber y, en Caño Jabón, asesinó a Angie Carolina Ducuara, una niña de 8 años, y a su padre, a quienes les disparó con una ametralladora hasta verlos muertos, un día en que trataron de escapar en una canoa. Era tal su crueldad que, según confesión de los propios jefes 'paras' del Llano, ordenaron fusilarlo porque sus crímenes habían comenzado a generarles demasiados problemas con las comunidades, incluso las más atemorizadas.

En la zona y en la Unidad de Justicia y Paz el 'Pollo Roger' es casi una leyenda, porque las versiones coinciden en que tuvieron que dispararle más de 200 tiros para matarlo. "Estaba 'cruzado'", aseguran ex miembros de las Auc.

REDACCIÓN JUSTICIA
EL TIEMPO

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