lunes, 7 de febrero de 2011

El genocidio de la UP

Por: Carlos A. Lozano Guillén

El tema del exterminio de la Unión Patriótica, movimiento amplio de la izquierda, cuyo principal integrante es el Partido Comunista Colombiano, ha despertado el interés de los medios de comunicación en estos días, a propósito del debate sobre si es procedente o no restablecerle la personería jurídica, despojada años atrás por el Consejo de Estado, en medio del asesinato de sus dirigentes y militantes 
Sin embargo, el debate es más profundo. Por supuesto que es de elemental justicia que el Consejo de Estado o la Corte Interamericana de Derechos Humanos en determinación de la reparación política, le retorne la personería a la Unión Patriótica y al Partido Comunista Colombiano. Pero bien lo dijo Jahel Quiroga en reciente entrevista para Semana.com, qué sentido tiene una personería cuando no existen las posibilidades de preservarla en igualdad de condiciones con el resto de los partidos políticos del Establecimiento.

Por supuesto que es importante el tema de la personería jurídica para las organizaciones de izquierda que la perdieron en razón del aniquilamiento y de la falta de garantías del Estado, que no sólo fue impotente ante la aberración antidemocrática sino que lo aupó con la famosa prédica de la combinación de las formas de lucha y varios de sus representantes, en particular de la Fuerza Pública, participaron en el acto atroz. Pero lo es mayor, para el presente y para el futuro, el tema de la democracia, de la apertura política y social, estrechamente ligado a la paz con democracia y justicia social y por ende a la solución política y pacífica del sempiterno conflicto colombiano.

El Estado debe aceptar el genocidio de la Unión Patriótica y del Partido Comunista, acompañado del compromiso de que un hecho igual no podrá existir en el país, porque lo que no se dice es que persiste el exterminio de la izquierda, en particular de los comunistas, con el bautismo del fuego criminal e intolerante al Polo Democrático Alternativo como quiera que varios de sus militantes han sido asesinados en distintas regiones.

El genocidio de la Unión Patriótica es el exterminio de la izquierda y del Partido Comunista. Por lo menos el 90 por ciento de las víctimas son dirigentes y militantes comunistas, desde Jaime Pardo Leal, pasando por Teófilo Forero, Leonardo Posada, Bernardo Jaramillo, José Antequera, Manuel Cepeda y miles y miles de hombres y mujeres en ciudades y campos colombianos. La acción de verdad, justicia y reparación se adelanta con plena participación de víctimas sobrevivientes y familiares, como también fundamental la opinión y decisión del Partido Comunista Colombiano, cuya mayoría de dirigentes y militantes cayeron en esta campaña sucia ominosa.

El Partido Comunista Colombiano y la Unión Patriótica son integrantes en la actualidad del Polo Democrático Alternativo, opción `política y popular de la izquierda. Es un proyecto al que han contribuido en su construcción, enfrentando campañas calumniosas y divisionistas. El Polo es el camino hoy de la izquierda y en ello no debe caber la menor duda; inclusive, el hecho mismo del retorno de la personería y de la conquista de garantías democráticas para la actuación política de la izquierda, está en función del fortalecimiento del Polo Democrático Alternativo y de la unidad de las izquierdas. La izquierda es la única vía hoy para ponerle fin a la barbarie y asegurar una Colombia en paz y en justicia social.

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