El ex asesor presidencial José Obdulio Gaviria y ‘Olivo Saldaña’ |
La desmovilización del frente Cacica La Gaitana de las Farc, que se llevó a cabo el 8 de marzo de 2006 en zona rural del Tolima y que en su momento fue presentada como un aporte a la paz de 70 guerrilleros encabezados por Raúl Agudelo Medina, alias Olivo Saldaña, al parecer fue un montaje. Al menos esa conclusión se desprende de la decisión de un fiscal de Justicia y Paz que pidió abrir investigación contra el excomisionado de Paz Luis Carlos Restrepo, dos oficiales del Ejército y un personaje que después fue extraditado.
La investigación se originó en las declaraciones aportadas por los desmovilizados José Alfredo Pacheco Ramos y Luis Eduardo Montero Vargas, quienes aseguraron que lo sucedido en marzo de 2006 fue realmente una mentira. Todo se organizó para que la opinión pública creyera que en ese momento se estaba gestando una deserción masiva en las filas de las Farc. Y para darle credibilidad al hecho, alias Olivo Saldaña apeló a indigentes, desempleados y uno que otro exguerrillero. Todos recibieron en promedio $500.000 por enlistarse en el falso frente guerrillero.
Cinco años después, el director nacional de Fiscalías, Néstor Armando Novoa, reveló que por este supuesto montaje acaba de abrirse indagación preliminar contra el excomisionado de Paz Luis Carlos Restrepo, el general (r) Ledio Fadul Suárez Tocarruncho, excomandante de la Quinta División del Ejército con sede en el Tolima, el coronel Jaime Joaquín Ariza Girón y el extraditado Hugo Alberto Rojas Yepes. Este último fue vinculado al proceso a fin de establecer si realmente fue la persona que financió todo el show de la desmovilización.
Pero la duda sobre el desarme del supuesto frente de las Farc no sólo quedó en el imaginario del país: también en la Embajada de Estados Unidos en Colombia quedó el registro escrito de que se había tratado de un montaje. Un cable diplomático —revelado por Wikileaks— enviado a Washington la última semana de marzo de 2006 da cuenta de las contradicciones que salieron a flote en este extraño episodio. Inicialmente porque en el show de la desmovilización incluso llegó a hablarse de un avión que había sido de las Farc, presuntamente utilizado en la zona de despeje.
El reporte a Washington indica que la aeronave realmente estaba en custodia de la Fuerza Pública desde 2003 y no era cierto que la hubieran entregado los guerrilleros y mucho menos que fuera parte de un plan para un ataque en Bogotá. De hecho, en otro cable se deja entrever el malestar del entonces presidente Álvaro Uribe cuando tuvo que desmentir esta información. El informe señala que realmente alias Olivo Saldaña estaba preso desde hacía dos años y era un desertor de las Farc que contactó al comisionado Luis Carlos Restrepo para ofrecerle la desmovilización.
El cable diplomático detalla las dudas que dejó la acción, como por ejemplo que las Farc negaron la existencia de ese frente y que así lo reconocieron tanto la Policía como los archivos de la Gobernación del Tolima y el Ejército. Además, entre las versiones incluidas en el reporte a Washington ya se habla de lo que hoy investiga la justicia. Que los desmovilizados no parecían guerrilleros, que otros tenían apariencia de vagabundos, que portaban uniformes nuevos y limpios, y que no parecía que vinieran de algún trajín de varios días por las montañas, como dijeron.
El cable incluyó las suspicacias de los periodistas respecto al episodio, dejando entrever que la supuesta desmovilización del frente Cacica La Gaitana era muy poco clara y que, tarde o temprano, el manejo de este asunto podría afectar la credibilidad del Gobierno. Es decir, desde el mismo momento de la desmovilización de Olivo Saldaña, la Embajada de Estados Unidos en Colombia, con base en los testimonios oficiales y de sus informantes, ya había advertido lo que hoy suscita una investigación de la justicia.
Luis C. Restrepo se defiende
El excomisionado de Paz Luis Carlos Restrepo calificó de falsas las denuncias de varios exguerrilleros, quienes aseguran que fue un 'montaje' la supuesta desmovilización del frente Cacique Gitana de las Farc en 2006. Restrepo afirmó que nunca se reunió con alias ‘Olivo Saldaña’ en la cárcel de Picaleña para preparar la desmovilización de los 70 supuestos guerrilleros. De hecho, aseguró que su relación con él nunca fue cercana, porque “yo era muy estricto y tal vez por eso él no desarrolló mucha conversación conmigo”.
De acuerdo con el excomisionado, nunca tuvieron elementos para dudar del proceso de desmovilización. “No constatamos ninguna irregularidad en su momento, pero por supuesto yo estoy totalmente dispuesto a colaborar con la Fiscalía para que se investiguen las denuncias y se aclaren los hechos”.
Cinco años después, el director nacional de Fiscalías, Néstor Armando Novoa, reveló que por este supuesto montaje acaba de abrirse indagación preliminar contra el excomisionado de Paz Luis Carlos Restrepo, el general (r) Ledio Fadul Suárez Tocarruncho, excomandante de la Quinta División del Ejército con sede en el Tolima, el coronel Jaime Joaquín Ariza Girón y el extraditado Hugo Alberto Rojas Yepes. Este último fue vinculado al proceso a fin de establecer si realmente fue la persona que financió todo el show de la desmovilización.
Pero la duda sobre el desarme del supuesto frente de las Farc no sólo quedó en el imaginario del país: también en la Embajada de Estados Unidos en Colombia quedó el registro escrito de que se había tratado de un montaje. Un cable diplomático —revelado por Wikileaks— enviado a Washington la última semana de marzo de 2006 da cuenta de las contradicciones que salieron a flote en este extraño episodio. Inicialmente porque en el show de la desmovilización incluso llegó a hablarse de un avión que había sido de las Farc, presuntamente utilizado en la zona de despeje.
El reporte a Washington indica que la aeronave realmente estaba en custodia de la Fuerza Pública desde 2003 y no era cierto que la hubieran entregado los guerrilleros y mucho menos que fuera parte de un plan para un ataque en Bogotá. De hecho, en otro cable se deja entrever el malestar del entonces presidente Álvaro Uribe cuando tuvo que desmentir esta información. El informe señala que realmente alias Olivo Saldaña estaba preso desde hacía dos años y era un desertor de las Farc que contactó al comisionado Luis Carlos Restrepo para ofrecerle la desmovilización.
El cable diplomático detalla las dudas que dejó la acción, como por ejemplo que las Farc negaron la existencia de ese frente y que así lo reconocieron tanto la Policía como los archivos de la Gobernación del Tolima y el Ejército. Además, entre las versiones incluidas en el reporte a Washington ya se habla de lo que hoy investiga la justicia. Que los desmovilizados no parecían guerrilleros, que otros tenían apariencia de vagabundos, que portaban uniformes nuevos y limpios, y que no parecía que vinieran de algún trajín de varios días por las montañas, como dijeron.
El cable incluyó las suspicacias de los periodistas respecto al episodio, dejando entrever que la supuesta desmovilización del frente Cacica La Gaitana era muy poco clara y que, tarde o temprano, el manejo de este asunto podría afectar la credibilidad del Gobierno. Es decir, desde el mismo momento de la desmovilización de Olivo Saldaña, la Embajada de Estados Unidos en Colombia, con base en los testimonios oficiales y de sus informantes, ya había advertido lo que hoy suscita una investigación de la justicia.
Luis C. Restrepo se defiende
El excomisionado de Paz Luis Carlos Restrepo calificó de falsas las denuncias de varios exguerrilleros, quienes aseguran que fue un 'montaje' la supuesta desmovilización del frente Cacique Gitana de las Farc en 2006. Restrepo afirmó que nunca se reunió con alias ‘Olivo Saldaña’ en la cárcel de Picaleña para preparar la desmovilización de los 70 supuestos guerrilleros. De hecho, aseguró que su relación con él nunca fue cercana, porque “yo era muy estricto y tal vez por eso él no desarrolló mucha conversación conmigo”.
De acuerdo con el excomisionado, nunca tuvieron elementos para dudar del proceso de desmovilización. “No constatamos ninguna irregularidad en su momento, pero por supuesto yo estoy totalmente dispuesto a colaborar con la Fiscalía para que se investiguen las denuncias y se aclaren los hechos”.
El Espectador
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