viernes, 25 de noviembre de 2011

No más violencia contra las mujeres, pidió la senadora Gloria Inés Ramírez

Senadora Gloria Inés Ramírez
“Saludamos a las mujeres que, de los cuatro costados de nuestra América Mestiza, visitan el país para concurrir al XII Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe”, expresó.


Bogotá D.C., 24 de noviembre de 2011 (Prensa senadora Gloria Inés Ramírez).- Durante los días 23 al 26 de noviembre, se realizará el Encuentro Feminista de Bogotá, en donde seguramente se iluminarán nuevos caminos de afirmación en la lucha de las mujeres en el Continente por el derecho a una vida libre de violencias.

El 25 de noviembre se conmemora el día internacional por la erradicación de la violencia contra las mujeres y las niñas. Para esta fecha en el año 1960, las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal fueron brutalmente asesinadas en la República Dominicana por la sanguinaria dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. Su delito: haber luchado por la libertad de su pueblo.

Fue así cpmo, en el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, celebrado en Bogotá, del 18 al 21 de julio del 1981, por iniciativa de la periodista y poeta Ángela Hernández, acuerda declarar el 25 de noviembre como el  día de la no violencia en contra de la mujer.

Cuarenta y seis años después de este crimen inaudito y después de 18 años de presentada la iniciativa, en la 54ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas del año 1999,  que la moción fue apoyada por 79 Estados, emitiéndose la Resolución 54/134 por la cual, la comunidad internacional  se compromete con la prevención, erradicación y sanción de todas las formas de violencia contra las mujeres.

¿Qué se entiende por violencia contra la mujer?
De conformidad con los Artículos 1° y 2° de la Convención de Belén Do Pará, ratificada por Colombia mediante la Ley 248 de 1995, la violencia contra la mujer debe entenderse “cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado, que incluye la violencia física, sexual y psicológica”.

Existen mitos y prácticas culturales, legitimadas históricamente, que han contribuido a consolidar la cultura del abuso, del maltrato y de la discriminación hacia la mujer. Se trata de una división de roles y perfiles de personalidad que definen al hombre como activo, agresivo, posesivo-dominante y proveedor, mientras que a la mujer se la define como pasiva, sumisa y dependiente económicamente. Al hombre se lo endurece y se le resta su capacidad de ternura a cambio de una subordinación e infantilización de la mujer.

La violencia contra las mujeres es la mayor atrocidad cometida contra los derechos humanos en nuestros tiempos, intolerable en cualquier sociedad. Desde que nacen hasta que mueren, tanto en tiempo de paz como en la guerra, las mujeres se enfrentan a la discriminación y la violencia del Estado, la comunidad y la familia.

En Colombia, cada dos días muere una mujer a causa del conflicto armado interno
La pobreza y la marginación son factores causantes de la violencia contra las mujeres, y también son consecuencias de ella. Los efectos negativos de la globalización dejan cada vez a más mujeres atrapadas en los márgenes de la sociedad.

Resulta sumamente difícil para las mujeres que viven en la pobreza escapar de situaciones de abuso, conseguir protección y acceder al sistema de justicia penal para buscar resarcimiento. El analfabetismo y la pobreza limitan gravemente la capacidad de las mujeres para organizarse y para luchar por la exigibilidad y la justiciabilidad de sus derechos.

La violencia contra las mujeres empobrece a la sociedad desde el punto de vista moral, cultural, social, económica y político, al limitar el papel activo que pueden desempeñar las mujeres en el desarrollo los pueblos y la conquista de la Paz y la Justicia Social.

Por ello, es preciso que sumemos muchas más voces que nos permitan demostrar que la violencia contra las mujeres se constituye en una violación flagrante de los derechos humanos; que no se trata de un asunto privado, sino una problemática de interés público ante la cual la sociedad y las autoridades deben tomar medidas en acatamiento no solo de la Carta Política, sino de claras y precisas normas internacionales de derechos humanos que hacen parte del Bloque de Constitucionalidad.

La senadora Gloría Inés Ramírez (Polo Democrático), aseveró que “la violencia sexual, es un crimen de lesa humanidad que no prescribe y no puede ser considerado para rebajas de penas o para el otorgamiento de subrogados penales”.

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