La familia del comerciante de Sincelejo, John Alexander Mejía Gallego, extraditado en mayo de este año a los Estados Unidos, informó sobre su muerte en una cárcel de la Florida, y denunció a la falta de atención médica por el sistema, como la responsable.
John Alexander Mejía de 29 años, estudiante de Derecho en una universidad de la capital de Sucre, había sido capturado en mayo del año 2010 en el marco de la Operación Delfín y encarcelado en Bogotá durante más de un año, reveló su esposa Iliana Ibáñez Mesa.
Por un requerimiento de la Justicia Norteamericana que lo reclamaba por Concierto para Delinquir con Fines de Narcotráfico, delito por el cual en Colombia se le impuso una condena de 4 años, el 26 de mayo de este año fue entregado a la DEA, que lo trasladó a Tampa, Estado de la Florida y lo recluyó en un centro carcelario en el condado de Pinela.
Según la señora Ibáñez Mesa, lo que en un comienzo se diagnosticó como una Sinosítis, se agravó y después de muchas gestiones y dilaciones de las autoridades norteamericanas, lo llevaron a un centro hospitalario donde le diagnosticaron un cáncer avanzado, y los médicos les recetaron tratamiento de quimio y radioterapia, lo que nunca le aplicaron.
“Las pastillas para los intensos dolores que le producía la enfermedad nunca le fueron proporcionadas”, afirmó la esposa del extraditado, y dijo que hasta la intervención del mismo cónsul colombiano no tuvo efecto alguno para las demandas de atención médica.
“En los últimos días mi esposo me llamaba y me suplicaba que no lo dejara morir; por fortuna nunca perdí contacto con él; hasta último momento, hasta el día anterior a su muerte el 9 de noviembre cuando me dijo que tenía un fuerte dolor en el pecho, tuvimos comunicación”, manifestó la señora Ibáñez.
La familia de John Alexander quiere repatriar el cadáver, pero no ha podido pues hasta al propio abogado se le ha negado el informe sobre las causas de la muerte.
Caracol
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