Agencias
Un tribunal de la ciudad colombiana de Medellín absolvió a nueve militares del Ejército que habían sido condenados previamente por el asesinato en el 2002 de un joven al que habían presentado como un guerrillero muerto en combate (conocido en Colombia como “falsos positivos”), y otro de la ciudad de Sincelejo condenó a cinco efectivos por un caso similar.
Un tribunal de la ciudad colombiana de Medellín absolvió a nueve militares del Ejército que habían sido condenados previamente por el asesinato en el 2002 de un joven al que habían presentado como un guerrillero muerto en combate (conocido en Colombia como “falsos positivos”), y otro de la ciudad de Sincelejo condenó a cinco efectivos por un caso similar.
El fallo absolutorio fue emitido en segunda instancia por el Tribunal Superior de Medellín, Antioquia, que desestimó las pruebas testimoniales contra un oficial, cinco suboficiales y tres soldados profesionales.
Todos habían sido condenados previamente, en diciembre pasado, a 30 años de prisión, pero con la nueva sentencia el caso tomó ahora un nuevo giro.
Este es el primer fallo que revoca una condena de los “falsos positivos”, ejecuciones extrajudiciales de jóvenes campesinos o desocupados asesinados, y presentados luego como insurgentes.
Ahora al proceso solo le resta un único recurso, el de casación ante la Corte Suprema de Justicia, que podría ser presentado por los abogados de la familia de la víctima.
Por otro lado, en Sincelejo, un tribunal condenó a 5 ex militares a penas de 23 a 18 años de prisión por la ejecución de un hombre presentado como un guerrillero, informó la Fiscalía General, por un caso ocurrido en febrero del 2008.
La Fiscalía demostró que un agricultor del municipio de San Benito Abad, exhibido como guerrillero, no tenía vínculos con grupos armados ilegales y fue otra víctima de los “falsos positivos”.
La mayor condena, de 23 años y 3 meses de prisión, fue para el teniente coronel retirado Luis Fernando Borja, quien era el comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta de Sucre al momento de los hechos.
Borja fue condenado por homicidio agravado en concurso con falsedad ideológica en documento público, en calidad de coautor, mientras un suboficial y tres soldados, todos ya retirados del Ejército, purgarán penas de entre 23 y 18 años y 9 meses.
El escándalo de las ejecuciones extrajudiciales estalló en octubre de 2008 por denuncias en la prensa, y si bien fueron destituidos varios oficiales, las investigaciones avanzan lentamente.
La fiscalía ha documentado más de 2.000 casos de esta práctica, con los que han sido vinculados unos 1.487 uniformados, más de cien de los cuales han sido condenados a prisión.
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