Agencias
La centroizquierda llegó al poder en Croacia y, contra todo pronóstico, lo conservó en Eslovenia, miembro de la zona euro, tras las elecciones legislativas celebradas este domingo en estos dos países de la ex Yugoslavia que se independizaron en 1991.
La centroizquierda llegó al poder en Croacia y, contra todo pronóstico, lo conservó en Eslovenia, miembro de la zona euro, tras las elecciones legislativas celebradas este domingo en estos dos países de la ex Yugoslavia que se independizaron en 1991.
En Croacia, Zoran Milanovic, dirigente del Partido Socialdemócrata (SDP), y su coalición de centroizquierda ganaron holgadamente las elecciones legislativas, con el 44,5% de los votos, muy por delante de la Unión Democrática Croata (HDZ), en el poder con el primer ministro Jadranka Kosor, según un sondeo a boca de urna difundido por la televisión nacional HRT.
La HDZ, que domina la vida política croata casi de forma ininterrumpida desde la independencia, obtuvo 22,1% de los sufragios.
Será, por tanto, un gobierno de centroizquierda el que timonee durante cuatro años el país y lo conduzca a la adhesión a la Unión Europea en julio de 2013. De hecho, dentro de cinco días, el 9 de diciembre, Croacia firmará en Bruselas el tratado de adhesión a la UE.
Los últimos sondeos predecían esta victoria de la oposición, puesto que la HDZ ha sufrido el desgaste del poder y sobre todo las consecuencias de la crisis económica, con una tasa de desempleo de alrededor del 17%.
Padeció además el impacto de los escándalos de corrupción que empañaron la imagen del partido durante los últimos meses, sobre todo por el arresto y juicio del exprimer ministro Ivo Sanader, quien clama su inocencia.
En Eslovenia, el popular alcalde de centroizquierda de Liubliana, Zoran Jankovic, sorprendió ganando este domingo las legislativas anticipadas, según resultados parciales difundidos una vez escrutado más del 50% de los votos.
El partido Eslovenia Positiva, creado hace dos meses especialmente para estos comicios, obtiene el 29,22% de los sufragios, y supera así al Partido Democrático Esloveno (SDS, centroderecha) del ex primer ministro Janez Jansa, que obtendría 25,9% de los sufragios pese a que se daba por ganador durante toda la campaña.
El jefe de gobierno socialdemócrata saliente, Borut Pahor, cuyo gabinete cayó en septiembre, obtendría el 10,25% de los votos.
Para gobernar Zoran Jankovic tendrá que formar un gobierno de coalición, en particular con los socialdemócratas, en el que Pahor podría convertirse en ministro de Relaciones Exteriores, y hallar un aliado, quizá la Lista Ciudadana de Gregor Virant (8% de los votos), abierto a esta perspectiva.
La campaña electoral estuvo marcada por el deterioro de la situación económica y financiera. El ganador deberá, por consiguiente, encarrilar de nuevo el país imponiendo medidas de austeridad.
Muy dependiente de las exportaciones, Eslovenia – antaño alumno modelo de la zona euro- flirtea ahora con la recesión.
El desempleo se duplicó en tres años y los tipos de interés de las obligaciones se dispararon a más del 7%, en la estela de la crisis de la deuda en la zona euro, en particular por las dificultades de la vecina Italia. El nivel de la deuda, incluso estando por debajo del 60% del Producto Interior Bruto (PIB) prescrito por el Tratado de Maastricht, aumenta rápidamente.
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