La Asamblea General de la ONU aprobó hoy un borrador de resolución
sobre Siria propuesto por Egipto que responsabiliza sólo al Gobierno
sirio por la crisis en ese país y sus consecuencias, y apoya un plan de
la Liga Árabe sobre el conflicto.
De los países que participaron en el evento, 137 votaron a favor de
la resolución; 12 se opusieron y 17 estados se abstuvieron. Entre
quienes se opusieron estuvieron Rusia, China, Irán y los países
latinoamericanos del ALBA (Alternativa Bolivariana para los Pueblos de
Nuestra América, integrada entre otros por Venezuela, Cuba, Bolivia y
Nicaragua), que han manifestado su apoyo al régimen de Bashar al Assad.
A diferencia de las resoluciones del Consejo de Seguridad, los
documentos aprobados por la Asamblea General de la ONU, donde no se
aplica el derecho de veto, no tienen fuerza vinculante y solo tienen
carácter de recomendación.
El embajador de Rusia ante la ONU, Vitali Churkin, dijo que la
resolución de la Asamblea General refleja la tendencia actual de aislar
al Gobierno sirio e imponerle una forma de regulación política.
Desde el punto de vista de Moscú, el documento tiene un carácter
desequilibrado y, de hecho, repite la resolución vetada por Rusia y
China en el Consejo de Seguridad el 4 de febrero. En particular, el
documento exige del Gobierno sirio el cese inmediato de la violencia,
garantizar la seguridad de su pueblo, liberar a los detenidos durante
los 11 meses de protestas, evacuar de las ciudades y pueblos a todos los
militares, y velar por el derecho de manifestación pacífica, entre
otras cosas.
Sin embargo, el nuevo proyecto añade un elemento importante que no
estaba en la resolución vetada por Moscú y Pekín: propone designar a un
representante especial de la ONU sobre la cuestión siria. Además, el
nuevo proyecto sugiere la creación, entre otras cosas, de corredores
humanitarios y de ayuda a la población civil.
En total, 27 estados son los coautores de dicho proyecto, incluidos
Qatar, Arabia Saudí, Bahréin, Francia, Jordania, Libia, Túnez, Turquía,
Gran Bretaña y EE. UU.
“No podemos aprobar la resolución porque sigue desequilibrada. Todas
las exigencias se dirigen solo contra el Gobierno sirio y no hay nada
sobre la oposición”, dijo el vicecanciller ruso, Guennadi Gatílov,
subrayando que para enviar a los pacificadores de la ONU a Siria es
necesario el mandato del Consejo de Seguridad.
Para dar más equilibrio al documento, Moscú propuso incluir en el
proyecto un llamamiento “a todos los segmentos de la oposición siria”
para que “se aparten de los grupos armados que participan en los actos
de violencia”. Al mismo tiempo, Rusia instó a los países miembros de la
ONU “que son capaces de hacerlo, a usar su poder para impedir la
violencia por parte de tales grupos”. Sin embargo, los impulsores de la
resolución rechazaron la propuesta rusa.
Por su parte el representante permanente de Venezuela ante la ONU,
Jorge Valero, afirmó al defender su decisión.”Denunciamos ante el mundo
que potencias imperiales y sus aliados se han propuesto provocar un
cambio de régimen en Siria, aun a costa de mayor derramamiento de
sangre”.
(Con información de agencias)
No hay comentarios:
Publicar un comentario