EE.UU. ataca la zona tribal del noroeste de Pakistán con aviones no tripulados (ANT) |
Juan Gelman.- Página12
El presidente Obama confirmó que EE.UU. ataca la zona tribal del noroeste de Pakistán con aviones no tripulados (ANT) (www.bbc.co.uk,
31112). No es una novedad desde que esa forma de intervención militar
comenzó en el 2004, pero es la primera admisión oficial de su
existencia. De hecho, los bombardeos con ANT se cuadruplicaron con
creces bajo el gobierno estadounidense actual en relación con la era W.
Bush. El Pentágono está desarrollando un nuevo tipo de guerra para
evitar futuras invasiones.
Los ANT son relativamente baratos, en
especial si su costo se compara con el del caza F35, el más avanzado
hasta ahora que produce la Lockheed Martin: unos 300 millones de dólares
cada unidad. Pueden volar largas distancias y cruzar cualquier frontera
sin peligro para la tripulación, porque no la tiene, permanecer en el
aire mucho tiempo y los manejan electrónicamente militares cómodamente
sentados en bases que a veces están muy lejos del objetivo, por ejemplo
en Nevada, EE.UU. Son capaces de despegar y aterrizar en la cubierta de
los portaaviones y se trabaja en un modelo que pueda aterrizar sin
control humano. No es casual que conserven un lugar destacado en los
presupuestos de guerra estadounidenses pese a los recortes anunciados.
El
Pentágono ha destinado bases para los ANT en buena parte del mundo: se
estima que son 60, por ahora, y se conoce que algunas funcionan en
Djibuti, los Emiratos Arabes Unidos, Afganistán, las islas Seychelles.
El capturado en Irán prueba que también se utilizan en misiones de
espionaje. Son ideales para violar espacios aéreos ajenos y, además de
los paquistaníes, los vienen sufriendo los yemenitas.
Obama se
apresuró a señalar que la mayoría de las víctimas causadas por los ANT
en Pakistán figuraban en “una lista de terroristas” y que las bajas
civiles “no son grandes”. Como, salvo excepciones, no se conocen sus
identidades, puede que sí y puede que no. John Brennan, asesor principal
del mandatario en materia de contraterrorismo, llegó a afirmar el año
pasado que el número de muertes de civiles era igual a cero
(www.latyimes.com, 29611). Hay informaciones que lo contradicen
rotundamente.
La oficina de periodismo de investigación de la
City University de Londres advirtió el año pasado que al menos 175 niños
figuraban entre las más de dos mil víctimas de los ANT hasta ese
momento (www.thebureauinvestigates.com,
10811). La institución –que durante cuatro meses llevó a cabo un
trabajo de campo en Waziristán, la zona lindante con Afganistán que
sobre todo padece las incursiones programadas a miles de kilómetros de
distancia– subraya en sus estudios más recientes que los ataques se
dirigen también a quienes procuran rescatar a los heridos, a reuniones
tribales, funerales y bodas (4212). Amnesty cuestionó la legalidad de
estas incursiones que violan la soberanía nacional de Pakistán. La Casa
Blanca las justifica con su habitual desparpajo: “... de acuerdo con el
derecho internacional, tenemos la autoridad para actuar contra Al Qaida y
sus fuerzas asociadas”, dijo Brennan (www.nytimes.com, 17911). “Las fuerzas asociadas” son las mismas que entrenó y financió la CIA para expulsar a los soviéticos de Afganistán.
Hace
más de tres años que Noor Behrman, nativo de Waziristán, documenta
fotográficamente el impacto de los misilazos de los ANT. “A veces él
llega al lugar pocos minutos después de la explosión, deja la cámara a
un lado y se ocupa primero de revisar los escombros en busca de
sobrevivientes. Un trabajo peligroso y desagradable. Los ANT suelen
atacar de nuevo minutos después, de manera que escarbar para ver si hay
heridos es arriesgado”, registra The Guardian (17711). Las conclusiones
de Behram son terminantes: “Por cada 10 o 15 personas muertas, tal vez
abaten a un militante. No cuento cuántos talibán han caído. Cuento
cuántos niños, mujeres, gente inocente, han caído”.
Washington
ensaya otro artefacto de la guerra a distancia que confiere a los
bombardeos aéreos de la Primera Guerra Mundial la calidad de experiencia
infantil. Este nuevo robot es el “Vehículo 2 de tecnología
hipersónica”, un proyectil capaz de alcanzar un objetivo en cualquier
punto del planeta en menos de una hora: estará dotado de una velocidad
ocho veces superior a la del sonido y podrá volar 21.000 km en 60
minutos (www.wired.com, 171112). Para qué desperdiciar marines en la
ocupación de países ajenos.
Concurren a ese fin los operativos
clandestinos de las fuerzas especiales, 60.000 efectivos distribuidos en
120 naciones, es decir, casi dos tercios de los países de la Tierra (www.tomdispatch.com, 5212), que también se dedican a vulnerar soberanías nacionales convirtiéndolas en un papel usado, inútil, sin lugar.
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