Periodistas Semanario VOZ , Foto R.V.R |
Por Nelson Lombana Silva.- PaCoCol
La sociedad de consumo de este sistema inhumano señala que hoy es el día del periodista, como si esta bella profesión u oficio fuera de un solo día; lo mismo sucede con otras fechas como el día de la madre, del padre, del amor y la amistad, etc. Muchos, prisioneros del mercantilismo, se circunscriben casi que exclusivamente a ese día y pare de contar. Pero, esta actitud no es espontánea, es producto del sistema de los antivalores, cuya esencia es el dinero y no el ser humano como debiera ser.
La sociedad de consumo de este sistema inhumano señala que hoy es el día del periodista, como si esta bella profesión u oficio fuera de un solo día; lo mismo sucede con otras fechas como el día de la madre, del padre, del amor y la amistad, etc. Muchos, prisioneros del mercantilismo, se circunscriben casi que exclusivamente a ese día y pare de contar. Pero, esta actitud no es espontánea, es producto del sistema de los antivalores, cuya esencia es el dinero y no el ser humano como debiera ser.
De todas maneras, se puede aprovechar la coyuntura para reflexionar sobre el periodismo y los periodistas colombianos, todos acosados por el neoliberalismo y el vacío extremo de humanismo. Si es un peligro ejercer el sindicalismo en esta parte del planeta, el periodismo corre la misma suerte y son muchos los comunicadores sociales los que han caído en cumplimiento de su sacra misión.
Viene a la memoria la eximia personalidad del camarada senador y periodista, Manuel Cepeda Vargas, un comunista orgánico, firme y consecuente con su pueblo, que durante varios años estuvo como director del semanario VOZ La verdad del pueblo. Fue asesinado por el establecimiento por el simple hecho de pensar y ser consecuente con su clase social. También viene a la memoria don Guillermo Cano, un periodista del mismo establecimiento que a veces se le escapaba una que otra chispa a favor del pueblo y que tuvo el valor de enfrentar el narcotráfico en las páginas de su rotativa.
Y así, sucesivamente, podríamos seguir enumerando hombres y mujeres que han dado su vida por intentar registrar el acontecer diario de la manera más honrada, real y objetiva. Son apenas ejemplos, porque en todas partes del planeta el sistema capitalista tiene deudas pendientes con los comunicadores sociales. A todos ellos y ellas, nuestro ardiente y fraternal reconocimiento, decirles de todo corazón que no los hemos olvidado, que su inmolación no fue inútil y que vivirán eternamente en el altar supremo de nuestros corazones.
Sea la oportunidad, igualmente, para expresar el vivo reconocimiento a los periodistas vivos que siguen en la brega sin claudicar en distintas partes de la patria, del continente y del mundo. Hombres y mujeres, sencillos y sencillas, que con su tesonera labor, se niegan a ceder al monstruoso vendaval de corrupción, terrorismo de Estado e impunidad que caracteriza su entorno bajo el capitalismo transnacionalizado. Al camarada y director de VOZ La verdad del pueblo, Carlos A. Lozano Guillén, hombre de reciedumbre, carácter y consecuente con la clase social ignorada y vulgarmente vilipendiada, hombre de paz, de universidad y de lucha revolucionaria, cuya pluma brillante es una guía para la acción revolucionaria permanente, un anuncio de que otro país sin violencia y explotación del hombre por el hombre es posible.
Todo el colectivo que lo acompaña, también va nuestro vivo reconocimiento, ahora y siempre. Con el riesgo de dejar a alguien por fuera: Ricardo Arenales, Hernando López, Wilfrido Jiménez Díaz, Jaime Caycedo Turriago, Alfonso Conde, Hernán Camacho, Nelson Fajardo, Alberto Acevedo, Carlos Sánchez Ramos, Álvaro Vásquez, José Ramón Llanos, Arlés Herrera, Juan Carlos Hurtado, Libardo Muñoz, Ana Elsa Rojas, Hernán Durango, Sara Cifuentes, Rafael Carrascal, etc.
La oportunidad es ideal para destacar la labor periodística que viene haciendo todos los días la compañera Raquel Viña al frente de la página web: www.pacocol.org. Su labor encomiable se debe destacar con mayúscula, sobre todo por aquellos que hemos seguido este medio de comunicación, cuando cada 15 o 20 días era alimentada y después de las once de la mañana. Ahora, antes de las siete de la mañana ya encuentra uno información fresca, actualizada y diversa, incluso, en días festivos. Nuestro sincero, modesto y fraternal reconocimiento.
Saludamos con entusiasmo y vivo reconocimiento al columnista eximio del periódico El Nuevo Día, Rodrigo López. Sus valientes columnas brillan por su seriedad, objetividad y compromiso de clase. Éstas están exentas de banalidades y superficialidades. Gilberto Martínez, que coloca su profesión al servicio de sus colegas y lucha por todos los medios para que muchos y muchas se les hagan realidad el sueño de tener vivienda. ¡Qué hermoso ejemplo de solidaridad y compromiso social!
Finalmente, debo llamar la atención sobre la situación crítica del periodismo. Se encuentra amenazado cada vez con más fuerza por parte del sistema criminal en decadencia. La censura, la autocensura y la corrupción campean y ronda esta bella profesión. El reportaje fue suplantado por el publirreportaje; la sala de redacción por la sala de la censura. ¿Quién se atreve a criticar a quien publicita? Los periodistas son esclavos de los directores. La noticia se convirtió en mercancía que se vende al mejor postor. La presión militar – paramilitar es cada vez más fuerte y asfixiante. El salario de hambre se convirtió en publicidad que tiene que vender el comunicador social. La posibilidad de una jubilación es apenas una broma de mal gusto.
El reto para los presentes y futuros comunicadores es grande, es complicado y sin exagerar, incierto. La ética es casi cosa del pasado, son muy pocos, muy pocos los que la practican. La facultad de comunicaciones de las universidades, en su gran mayoría, no se preocupa por la calidad sino por la cantidad.
El reto es grande, difícil y complejo. Hay que asumirlo. Los medios de comunicación de hoy deben dejar de ser medios de incomunicación como dice Eduardo Galeano. La única salida es la unidad, la politización y la organización, de lo contrario, estamos condenados a otros cien años de soledad, señala Gabriel García Márquez.
Salud a todas y todos, en su día…
Periodistas de VOZ, foto R.V.R
Ibagué, febrero 9 de 2012
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