viernes, 20 de diciembre de 2013

¿Por qué el acuerdo Alianza Verde-UP?

Carlos A.  Lozano Guillén.-  Número 36 en la lista
Redacción política

Habla Carlos Lozano: “Es un acuerdo por la paz con justicia social”. UP inscribió 19 listas departamentales a la Cámara de Representantes.


Después de un largo proceso de discusiones bilaterales con la Alianza Verde, la Unión Patriótica llegó a un acuerdo político con ella, para presentar una lista unitaria al Senado de la República que recibió el nombre de “Lista por la Paz”. También hubo un proceso democrático interno de discusión, para evaluar las conveniencias e inconveniencias de dicho acuerdo.

Sin embargo, la unidad se vio empujada por la destitución del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, un acto atrabiliario y antidemocrático del procurador Alejandro Ordóñez, reconocido por sus posiciones retrógradas y cavernarias. En esta oportunidad, como en el caso de Piedad Córdoba, entre otros, desconoció la soberanía del pueblo, pues son cargos de elección popular.

Hemos conversado con Carlos A. Lozano Guillén, director de VOZ y una de las principales personalidades de la Unión Patriótica y el Partido Comunista Colombiano, integrante de la “Lista por la Paz”. Es el candidato al Senado con más recorrido en la lucha por la paz con democracia y justicia social. Así reconocido por tirios y troyanos.

–¿En qué consiste el acuerdo de la Unión Patriótica con la Alianza Verde?

–Es un acuerdo para presentar una lista unitaria al Senado de la República con la inclusión de candidatos, en pie de igualdad, de ambas colectividades. La hemos denominado lista por la paz, porque está contemplada en el marco del frente amplio por la paz. Podríamos decir que es un germen de este. El eje fundamental del acuerdo político es la defensa de la mesa de La Habana, la exigencia de conversaciones con el ELN y la solución política como el camino democrático para resolver el conflicto. En definitiva, es el reconocimiento de ambas colectividades de que la paz con democracia y justicia social es lo fundamental del proceso político en el momento actual.

Acuerdo programático

–¿Es un acuerdo programático?

–Claro que sí. Hay un texto que se llama “Acuerdo Político” y que sienta las bases programáticas. Paz, democracia e inclusión social son los factores clave, así como la defensa de lo público a propósito de la destitución del alcalde Petro por el fascista procurador Ordóñez. Se reconoce el derecho de la Unión Patriótica para actuar con garantías en el escenario político nacional y de la necesidad de esclarecer el genocidio político de que fue víctima.

En el acuerdo se respeta la identidad de cada organización, es decir: si bien es cierto que la lista se inscribió a nombre de Alianza Verde, se reconoce la identidad de la Unión Patriótica y se le concede el derecho a adelantar la campaña con sus candidatos, símbolos y planteamientos. Hay respeto mutuo en este sentido.

–¿Y la candidatura presidencial?

–No hay definición todavía. Se reconoce la necesidad de buscar un candidato o candidata alternativo y de convergencia democrática. Y se destaca el hecho de la postulación de Aída Avella, candidata de la Unión Patriótica. La Unión Patriótica y el Partido Comunista dejaron en claro que de ninguna manera aceptarán la candidatura presidencial de Enrique Peñalosa. Su talante neoliberal, derechista y cercano al uribismo hace imposible aceptar esa eventual candidatura. Seguiremos trabajando por construir una candidatura alternativa en la línea del frente amplio por la paz.

El frente amplio

–¿Cómo conciben el frente amplio por la paz?

–Es la convergencia de fuerzas democráticas, progresistas y de izquierda en la lucha por la paz con democracia y justicia social. Es un frente democrático que excluye el sectarismo y la intolerancia. El objetivo fundamental es la defensa y promoción de la paz pero con cambios avanzados, lejos de la paz romana o la paz de los sepulcros que pretenden sectores de la clase dominante.

Ese frente amplio puede manifestarse en el campo electoral, porque hay que llevar al Senado y a la Cámara y, por qué no, a la presidencia, a personalidades comprometidas en la solución política del conflicto por la vía democrática y de justicia social. Lo esencial en el frente amplio es el programa, el compromiso con los cambios reales y democráticos que se requieren en el país.

–¿Por qué con la Alianza Verde?

–Fue un camino difícil. Hay que reconocer que la presencia de Peñalosa entre los verdes es un obstáculo. Igual hay otros derechistas en sus filas poco atractivos. Pero en los acuerdos primaron los sectores democráticos, la defensa de la paz y los cambios sociales. Es lo más importante. Sin embargo, estuvimos a punto de no aceptar el acuerdo.

Todo se modificó el lunes 9 de diciembre, al mediodía, pocas horas antes de vencer el plazo de inscripción de listas, cuando conocimos de la destitución de Petro por el reaccionario procurador Ordóñez, porque entendimos que este acto aberrante y dictatorial nos imponía la unidad. Nos unimos o nos arrasa la extrema derecha violenta y retardataria.

–¿Y el Polo?

–Con el Polo conversamos a pesar de la expulsión del Partido Comunista de sus filas. Pero no quisieron el acuerdo político, pretendían adhesiones incondicionales. No fue posible. Aunque la puerta está abierta para discutir la candidatura presidencial alternativa con el Polo, los verdes y otros sectores. No excluye a nadie en la izquierda o en los sectores democráticos, sí a los derechistas como es el caso de Peñalosa. Por supuesto también a la reelección de Santos que está lejos de ser un proyecto democrático y de soluciones sociales.

–Algunos creen que la reelección de Santos garantiza la paz…

–Se equivocan. La paz no es propiedad de nadie en particular, sino del pueblo. Por esta razón, las posibilidades de la misma están en la presión popular, en el frente amplio por la paz y en la convocatoria de la asamblea nacional constituyente que puede refrendar los acuerdos con la insurgencia y adoptar cambios fundamentales en la vida del país. Un nuevo orden político, social y económico.

La paz depende de un nuevo poder democrático y popular. Es el sentido que tiene el frente amplio. La reelección de Santos significaría, quizás, la continuidad del proceso de La Habana, pero también de la política neoliberal al servicio del gran capital y de las transnacionales, para nada modificaría el statu quo de desigualdad, de concentración de la riqueza y de desatención a los problemas del país y de la población más necesitada.

La UP en las cámaras


–¿Cómo se presentan las listas de Cámara de Representantes?

–En 19 departamentos se inscribieron listas de la Unión Patriótica a la Cámara de Representantes. En algunos casos incorporan aliados de movimientos locales y regionales, pero están inscritas a nombre de la Unión Patriótica. Tienen, por supuesto, una mayor definición política e ideológica.

–¿Definición en qué sentido?

–Porque el de la UP es un programa de mayor profundidad. La paz con democracia y justicia social es lo principal, pero recoge la propuesta de la asamblea nacional constituyente, oposición frontal a las políticas neoliberales y a los TLC, rechazo a las transnacionales que explotan la riqueza minero-energética y dañan el medio ambiente, reformas democráticas política, laboral, agraria, a la salud, la educación y la justicia, apoyo a la cultura y al deporte y compromisos con las reivindicaciones de las mujeres, la comunidad LGBT, negritudes e indígenas.

Política exterior independiente y respaldo a los procesos de integración regional alejados de la férula gringa, a los dictados del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial. Es una carga ideológica de contenido democrático y popular.



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