"Asumo que me quieren lapidar"
Cecilia Orozco Tascón
El Espectador
A días de perder su condición de senadora por destitución del Procurador, Piedad Córdoba asegura que Alejandro Ordóñez había prometido “acabarla”. No acepta la autoría de ninguno de los correos en los que se basa el fallo y dice que esos mensajes contienen datos que ella le entregó a la Casa de Nariño. Afirma que por ningún motivo pediría asilo político y revela detalles asombrosos de la mediación con las Farc.
Cecilia Orozco Tascón.- Usted ha rechazado tajantemente ser la “Teodora” o “Teodora Bolívar” que se cruza unos correos electrónicos, muy amistosos, con Raúl Reyes. ¿Cuáles y cuántos de los mensajes que están dentro del proceso de la Procuraduría reconoce como suyos?
Piedad Córdoba Ruiz.- Ninguno. Para ser mediadora frente a la guerrilla, yo no tenía que mandarle correos a nadie. Fui, y el país lo supo públicamente, a una reunión con Reyes. Tenía tanta autorización del Gobierno y estaban tan enterados en la Casa de Nariño, que José Obdulio Gaviria, Bernardo Moreno y el funcionario que reemplazaba por esos días al comisionado Restrepo me ofrecieron un helicóptero para ir al encuentro con Reyes. Como no lo consideré conveniente, no solicité ese servicio. Pero hay algo clarísimo: traje un video de esa reunión para entregárselo a Luis Carlos Restrepo.
C.O.T.- ¿Cuál es la fecha de inicio y de terminación de su trabajo como mediadora, con autorización del presidente Uribe?
P.C.R.- Se inició en julio o agosto de 2007 y terminó el 21 de noviembre de ese año, cuando veníamos de París de la reunión con el presidente Sarkozy.
C.O.T.- ¿Después de esa cancelación usted tampoco escribió correos?
P.C.R.- No, nunca.
C.O.T.- Los correos que aparecen en el fallo contienen información verdadera sobre ciertos momentos de la mediación. ¿Quién podía conocer tantos detalles para escribir con esa precisión?
P.C.R.- Varias personas, entre ellas, funcionarios del gobierno Uribe, porque yo misma los enteraba. Al principio de la investigación de la Procuraduría, no le puse atención a la historia de los correos porque estaba totalmente tranquila, pero después empecé a hacer memoria. La verdad es que siempre fue muy difícil mi interlocución con Luis Carlos Restrepo y con los otros funcionarios de palacio, porque había desconfianza. Yo sentía que las conversaciones con ellos no tenían como objetivo lograr las liberaciones, sino recoger información a través de mí. Empecé a sentirme muy incómoda.
C.O.T.- Si era así, ¿por qué continuó mediando?
P.C.R.- Por no abandonar la tarea de las liberaciones. Le voy a contar una anécdota: cuando fui a ver al presidente Chávez para decirle que el presidente Uribe había autorizado la mediación, Chávez me preguntó: ¿Usted tiene alguna autorización por escrito? Le contesté que sí pero que no la había llevado, aunque se podía leer en la página web de la Presidencia de Colombia. Él le pidió al canciller Maduro, que estaba con nosotros, que la consiguiera. Cuando Maduro la trajo impresa, Chávez se quedó mirando la hoja y dijo: “Esto puede ser una trampa”. Pero para volver al punto, yo le daba a Luis Carlos Restrepo reportes con bastante precisión sobre lo que se estaba haciendo. El contenido de esas conversaciones se refleja en los correos que aparecen en el computador de Reyes. Siga..
Cecilia Orozco Tascón.- Usted ha rechazado tajantemente ser la “Teodora” o “Teodora Bolívar” que se cruza unos correos electrónicos, muy amistosos, con Raúl Reyes. ¿Cuáles y cuántos de los mensajes que están dentro del proceso de la Procuraduría reconoce como suyos?
Piedad Córdoba Ruiz.- Ninguno. Para ser mediadora frente a la guerrilla, yo no tenía que mandarle correos a nadie. Fui, y el país lo supo públicamente, a una reunión con Reyes. Tenía tanta autorización del Gobierno y estaban tan enterados en la Casa de Nariño, que José Obdulio Gaviria, Bernardo Moreno y el funcionario que reemplazaba por esos días al comisionado Restrepo me ofrecieron un helicóptero para ir al encuentro con Reyes. Como no lo consideré conveniente, no solicité ese servicio. Pero hay algo clarísimo: traje un video de esa reunión para entregárselo a Luis Carlos Restrepo.
C.O.T.- ¿Cuál es la fecha de inicio y de terminación de su trabajo como mediadora, con autorización del presidente Uribe?
P.C.R.- Se inició en julio o agosto de 2007 y terminó el 21 de noviembre de ese año, cuando veníamos de París de la reunión con el presidente Sarkozy.
C.O.T.- ¿Después de esa cancelación usted tampoco escribió correos?
P.C.R.- No, nunca.
C.O.T.- Los correos que aparecen en el fallo contienen información verdadera sobre ciertos momentos de la mediación. ¿Quién podía conocer tantos detalles para escribir con esa precisión?
P.C.R.- Varias personas, entre ellas, funcionarios del gobierno Uribe, porque yo misma los enteraba. Al principio de la investigación de la Procuraduría, no le puse atención a la historia de los correos porque estaba totalmente tranquila, pero después empecé a hacer memoria. La verdad es que siempre fue muy difícil mi interlocución con Luis Carlos Restrepo y con los otros funcionarios de palacio, porque había desconfianza. Yo sentía que las conversaciones con ellos no tenían como objetivo lograr las liberaciones, sino recoger información a través de mí. Empecé a sentirme muy incómoda.
C.O.T.- Si era así, ¿por qué continuó mediando?
P.C.R.- Por no abandonar la tarea de las liberaciones. Le voy a contar una anécdota: cuando fui a ver al presidente Chávez para decirle que el presidente Uribe había autorizado la mediación, Chávez me preguntó: ¿Usted tiene alguna autorización por escrito? Le contesté que sí pero que no la había llevado, aunque se podía leer en la página web de la Presidencia de Colombia. Él le pidió al canciller Maduro, que estaba con nosotros, que la consiguiera. Cuando Maduro la trajo impresa, Chávez se quedó mirando la hoja y dijo: “Esto puede ser una trampa”. Pero para volver al punto, yo le daba a Luis Carlos Restrepo reportes con bastante precisión sobre lo que se estaba haciendo. El contenido de esas conversaciones se refleja en los correos que aparecen en el computador de Reyes. Siga..
Fuerte aumento de la pobreza en EEUU
El "sueño americano" no es tal para millones de personas que viven en Estados Unidos. La pobreza extrema crece a diario en un país que dedica una creciente parte de su PIB a la industria de guerra y se despreocupa de su propia gente.
El texto se basa en datos oficiales del censo y fue elaborado por los analistas de McClatchy, que determinaron que "el número de pobres 'en extremo' aumentó un 26 por ciento entre 2000 y 2005. Esto es, un 56 por ciento más aceleradamente que el crecimiento de pobres en general en el mismo período". Estos porcentajes se refieren tanto a la población urbana como a la rural. El informe también comenta que existe "una inusual expansión económica" en Estados Unidos, lo cual quiere decir que la economía está muy bien, pero el salario de los trabajadores no ha aumentado. Siga..
El texto se basa en datos oficiales del censo y fue elaborado por los analistas de McClatchy, que determinaron que "el número de pobres 'en extremo' aumentó un 26 por ciento entre 2000 y 2005. Esto es, un 56 por ciento más aceleradamente que el crecimiento de pobres en general en el mismo período". Estos porcentajes se refieren tanto a la población urbana como a la rural. El informe también comenta que existe "una inusual expansión económica" en Estados Unidos, lo cual quiere decir que la economía está muy bien, pero el salario de los trabajadores no ha aumentado. Siga..
Ecosocialista argentino
El mundo ha llegado al siglo XXI inmerso en una realidad global preocupante. A pesar del crecimiento económico prolongado, la desigualdad, la pobreza, la injusticia y la violencia que caracterizaron al siglo XX no han sido resueltas, e incluso en muchos casos se han agudizado. A todo esto, debemos sumarle el hecho de que los límites a ese crecimiento han comenzado a ser evidentes, mostrando un mundo sumido en una crisis ecológica impensada hasta hace pocas décadas. El ser humano y su vida en la Tierra, tal como la conocemos, corren peligro. Siga..
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