jueves, 3 de noviembre de 2011

Hugo Aguilar a juicio por nexos con paramilitares

Hugo Aguilar deberá responder por los delitos de concierto para delinquir
Verdad Abierta.- Su hijo, Richard Aguilar, fue electo el pasado domingo como gobernador de Santander

Hugo Aguilar deberá responder por los delitos de concierto para delinquir con paramilitares cuando fue gobernador de Santander.

Aguilar, reconocido por participar en el operativo en el que murió baleado el narcotraficante Pablo Escobar en 2 diciembre 1993, fue acusado por la Fiscalía por concierto para delinquir con paramilitares.

la Fiscalía sostiene que el ex oficial se alió con paras del BCB al mando de Carlos Mario Jiménez alias ’Macaco’ e Iván Roberto Duque alias ’Ernesto Báez’ para las elecciones de 2004 en las que salió electo como gobernador de su natal Santander.

Aguilar fue destituido e inhabilitado por la Procuraduría General de la Nación por 20 años por considerar que se alió con paramilitares. Por este mismo cargo el ex coronel de la Policía fue capturado el pasado 3 de junio y en la actualidad se encuentra detenido en un pabellón de la cárcel La Picota.

De héroe a salpicado por paramilitarismo

El nombre de Hugo Helioro Aguilar Naranjo genera dos reacciones en Santander. Unos lo recuerdan como el héroe, el policía que el 2 de diciembre de 1993 le dio el tiro de gracia al narcotraficante Pablo Escobar.

Y también como el exgobernador que impulsó el turismo en la región con la creación Parque Nacional del Chicamocha, Panachi. Otros, lo recuerdan como el político que ha sido señalado de haber realizado pactos con paramilitares para resultar elegido gobernador de su departamento en las elecciones de 2003, y que presuntamente le abrió las puertas de la Gobernación a los desmovilizados y como el político que al parecer realizó contratos irregulares con la licorera y el chance del departamento.

Pese a esos señalamientos, su captura el sábado 2 de julio de 2011 fue una sorpresa para otros de no ser porque los noticieros del fin de semana lo mostraron iracundo, gritando mientras agentes del CTI lo conducían hacia el aeropuerto de Palonegro, en Bucaramanga, con rumbo a Bogotá. Aguilar Naranjo, como militar, había sido un estratega para lidiar su rompimiento con Convergencia Ciudadana, el movimiento que lo llevó a la Gobernación de Santander 2003-2007, así como con la sanción que le interpuso la Procuraduría General el 31 de enero de 2011, que lo destituyó e inhabilitó por 20 años para ejercer cargos públicos por sus presuntos nexos con los paramilitares de Santander y Puerto Boyacá (Lea aquí la nota).

Y su estrategia hasta el momento había resultado. Para las elecciones al Congreso de 2010, al igual que otros exintegrantes de Convergencia, Aguilar quiso heredarles su poder político a un hijo y a un amigo. Mientras Luis Alberto Gil, su antiguo colega y hoy preso por ‘parapolítica’, postuló a su esposa Doris Vega al Senado y a Didier Tavera, exsecretario de Gobierno de Hugo Aguilar, a la Cámara, solo Tavera logró la curul.

Aguilar, por el contrario, logró hacerse a las dos curules. Su hijo Nerthink Mauricio Aguilar, sin haber sido siquiera edil, llegó al Senado con 49.382 votos, la cuarta votación más alta del PIN (Partido de Integración Nacional) junto a su fórmula Hólger Díaz, quien fue secretario de Desarrollo y Gobernador (e) de Santander durante la administración de Aguilar.

Para las elecciones regionales de 2011, Hugo Aguilar esperaba repetir como Gobernador de Santander. En enero le dijo a Caracol Radio que se iba a postular no por el PIN sino que se reuniría con expresidente Álvaro Uribe para que avalara su candidatura por el Partido de la ‘U’. Tras la sanción de la Procuraduría, sus planes cambiaron y le propuso a otro de sus ocho hijos, esta vez Richard Aguilar de 29 años y también sin carrera política, que se presentara a la contienda. A pesar de la captura de su padre el sábado, el joven aseguró que no retirará su campaña y que por el contrario, inscribirá su candidatura este martes 5 de julio de 2011 ante la Delegación Departamental de la Registraduría.

En declaraciones a los medios de comunicación, Richard Aguilar ha dicho que su campaña no tiene la sombra de su padre. Sin embargo, la recolección de firmas para inscribir su candidatura se titula ‘Santander en serio’, como se llamó el plan de gobierno de su papá, y sus fotos publicitarias son muy similares a las utilizadas por el expolicía durante la campaña de 2003.

El ascenso y la caída de un militar

Quien viaje a Suaita y pregunte por Hugo Heliodoro Aguilar recibirá como respuesta que “es un héroe”. Allí nació el 4 de enero de 1952 y la página oficial del municipio lo resalta como “ilustre personaje” por las obras que realizó en este pueblo de la Provincia Comunera cuando fue gobernador.

Aguilar estudió administración de empresas y se especializó en gerencia pública. Su vida militar empezó en 1976 cuando se graduó como subteniente de la Escuela de Cadetes de Policía General Santander. Logró el grado de mayor y su carrera comenzó en ascenso cuando fue nombrado jefe del Bloque de Búsqueda, un grupo especializado de las fuerzas militares que buscaba capturar o matar al narcotraficante Pablo Escobar, jefe del Cartel del Medellín, quien a finales de los ochenta y principios de los noventa había declarado la guerra al Estado, poniendo carrobombas y asesinando a policías y en general todo el que se le interpusiera en su camino.

Hugo Aguilar apareció en diferentes fotos de varios medios de comunicación haciendo el signo de victoria con las manos y en otras al lado del cadáver del capo paisa, atribuyéndose haberle dado el tiro de gracia sobre un techo de un casa en el barrio Laureles en Medellín.

Esa imagen lo catapultó en diciembre de 1993 para lograr más adelante el ascenso a teniente coronel. En 1994 viajó a la Escuela de las Américas del Ejército de los Estados Unidos, donde estudió el Comando Estado Mayor y Problemas Latinoamericanos. Fuentes en Santander le dijeron a VerdadAbierta.com que para esa época y tras la muerte del capo, Aguilar comenzó a amasar una fortuna producto de la recompensa que recibió como jefe del Bloque de Búsqueda, algo que él ha negado en repetidas oportunidades.

Después de retirarse de la Policía, Aguilar regresó a Santander y empezó a incursionar en lo gremios y en la autoridad ambiental. Fue presidente de la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco, en las provincias de Guanentá y Comuneros, y luego hizo parte de la junta directiva de la Corporación Autónoma Regional Santander, CAS.

En 2001 fue elegido diputado por Santander, donde conoció a Luis Alberto Gil Castillo, un maestro del Sindicato de Educadores que había militado en el movimiento político M-19, tras su reinserción a la vida civil, y lo apoyó en la creación del movimiento Convergencia Ciudadana.

Ambos se propusieron derrotar al tradicional liberalismo de Santander y para ello, acordaron apostarle a las elecciones de Congreso de 2002 y a las regionales de 2003. Convergencia derrotó a los liberales en ambas elecciones.

Tras esa experiencia política, Gil renunció a la Asamblea y llegó al Senado en 2002 junto a los representantes José Manuel Herrera Cely y Jaime Durán Barrera. Para aspirar a la Gobernación Aguilar también renunció a la Asamblea y en 2003 derrotó con 301.288 votos a su contrincante, el liberal Luis Francisco Bohórquez, que obtuvo 274.135 votos.

Para entonces, la popularidad de Convergencia iba en aumento. En 2006, Gil repitió curul en el Senado y consigo llevó a Alfonso Riaño, José Manuel Herrera Cely y Édgar Alfonso Gómez Román a la Cámara. En 2007, querían repetir la fórmula para ganar la Gobernación, pero esta vez Didier Tavera, ex secretario de Gobierno y candidato de Hugo Aguilar, fue derrotado por el exministro Horacio Serpa.

A partir de 2007, la fama de Aguilar y de Convergencia empezó a venirse al piso. Al exgobernador empezaron a salirle denuncias sobre presuntos malos manejos administrativos relacionados con la adjudicación irregular de contratos en la industria Licorera de Santander y del chance; la construcción de una ostentosa mansión en un lugar exclusivo de la ciudad y de una hacienda similar a su proyecto insignia, el Parque Nacional Chicamocha (Panachi) a la que llaman ‘Panachito’, a lo que ha respondido que éstas han sido retaliaciones de sus enemigos políticos que buscan desprestigiarlo.

También lo señalaron de presuntos pagos de nóminas paralelas entre amigos y familiares de políticos que apoyaron su campaña. Todas, denuncias que no prosperaron.

En medio de esas denuncias, él y varios de sus amigos políticos terminaron enredados en el escándalo de la ‘parapolítica’. Tres congresistas de Santander, Luis Alberto Gil, Alfonso Riaño y José Manuel Herrera Cely, fueron capturados y recluídos en La Picota mientras la Corte Suprema los investiga por presuntos nexos con los paramilitares.

Debido a estas investigaciones, a finales de 2009 Convergencia decidió cambiar de nombre y logo, y para ello se fusionó con otros partidos cuestionados como Colombia Democrática, Colombia Viva, Alianza Democrática Nacional y Apertura Liberal, también salpicados por el escándalo de la parapolítica, y lo decidieron llamar Partido de Integración Nacional, PIN.

Aunque Hugo Aguilar promocionó la candidatura de Nerthink Mauricio Aguilar al Senado por el PIN, fuentes políticas de Santander le dijeron VerdadAbierta.com que el exgobernador se distanció y rompió su amistad con el exsenador Gil. La expectativa del juicio que se adelanta a Gil en la Corte y sobre qué diría el exgobernador en el mismo como testigo terminaron por romper la alianza política.

Pese a que Aguilar logró que se eligiera a su hijo al Senado, la sanción de la Procuraduría por vínculos con paramilitares y ahora con su captura por la investigación que adelanta la Corte Suprema por el mismo caso han precipitado su caida. Ya no podrá acompañar a su hijo Richard Aguilar a realizar correrías por las provincias y menos a hacer reuniones políticas en hoteles exclusivos de Bucaramanga, como la del pasado sábado, cuando la Fiscalía lo capturó tras considerar que tiene suficientes pruebas de sus presuntos vínculos con los paramilitares.

VerdadAbierta.com presenta algunos capítulos en los que el exgobernador ha sido salpicado por sus presuntos nexos con paramilitares.

El capítulo alias ‘Jhon’

En una versión libre rendida el 1 de marzo de 2010, José Antonio Hernández Villamizar alias ‘Jhon’ aseguró que Hugo Aguilar, entonces mayor de la Policía, participó de una alianza entre el Estado, los Perseguidos por Pablo Escobar (Pepes) y los organismos de inteligencia de Estados Unidos para matar al narcotraficante Pablo Escobar. Contrario a como lo ha registrado la historia, dijo alias ‘Jhon’, al capo no lo mató el Bloque de Búsqueda sino Carlos Castaño (Lea: "A Pablo Escobar lo mató Carlos Castaño": alias ’Jhon’).

“Le dio de baja a Pablo Escobar y se lo entregaron muerto sobre el techo de una casa al coronel Aguilar (Hugo Heliodoro), que era el comandante de la Policía de Medellín… Yo le escuché decir de su propia boca a Carlos Castaño, que él lo había matado y se lo entregaron al coronel Aguilar para darle el positivo al Bloque de Búsqueda. El positivo era un convenio que ellos tenían, entre la fuerza pública y los Pepes. El coronel Aguilar apareció en varias reuniones donde habían unas unidades de la Dea. Se planteaba la posibilidad de ganarle la guerra a Pablo Escobar porque era un enemigo común”, dijo alias ‘Jhon’.

El exparamilitar dijo en la misma versión libre que los Castaño intentaron matar a Hugo Aguilar porque presuntamente se llevó parte de la recompensa. “Después de la muerte de Pablo, hicieron una fiesta que duró como tres días. Eso fue en Medellín, en la finca Sopetrán de los Castaño… Después de esto tuvieron diferencias por unas recompensas. Al parecer, la plata no llegó a los destinatarios. El coronel Aguilar se quedó con la plata, era mucha plata, y se planteó la posibilidad de eliminarlo. Yo escuché a Fidel diciendo que el coronel Aguilar se había quedado con una recompensa y que tocaba eliminarlo”, contó alias ‘Jhon’ en versión libre.

El capítulo de la Procuraduría

La sanción emitida por la Procuraduría General contra el coronel (r) Hugo Heliodoro Aguilar Naranjo para ejercer cargos públicos se basa, según el Ministerio Público, en que existen pruebas de que se alió con los paramilitares de Santander y Puerto Boyacá para ser elegido Gobernador de Santander para el período 2004-2007.

Según la Procuraduría, Aguilar Naranjo contó con el apoyo del Bloque Central Bolívar (BCB), a cargo de Carlos Mario Jiménez alias ‘Macaco’, Rodrigo Pérez alias ‘Julián Bolívar’ e Iván Roberto Duque Escobar alias ‘Ernesto Báez’, así como de las Autodefensas de Puerto Boyacá, de Arnubio Triana Mahecha alias ‘Botalón’, para obtener los 301.288 votos que lo llevaron a la Gobernación.

La Procuraduría consideró que Aguilar Naranjo hizo un pacto con ‘Ernesto Báez’, ex jefe político del BCB, y que se vio reflejado en el nombramiento de Bonel Patiño Noreña como Secretario de Educación Departamental.

Al ganar las elecciones, en consideración del Ministerio Público, Aguilar le prometió a ‘Báez’ un puesto en su gabinete. Uno de los testimonios que pesan en contra del ex Gobernador fue precisamente el de Patiño Noreña: “A mí Iván Roberto, alias ’Ernesto Báez’, me dijo: “A nosotros nos van a dar una Secretaría, yo voy a pedir la de Educación para que usted vaya allá”, le dijo el Secretario de Educación a la Fiscalía.

La decisión de la Procuraduría se conoce ocho meses después de abrirle pliego de cargos al ex Gobernador. En mayo de 2010, el Ministerio Público señaló que Aguilar Naranjo y otros dos políticos santandereanos promovieron a los paramilitares y por eso habían accedido a cargos públicos. En la investigación, los señalaron también de haber tenido vínculos con Jairo Ignacio Orozco González alias ‘Jairo Tarazá’, jefe político del BCB en Santander, con Álvaro Sepúlveda Quintero alias ‘César’, segundo de alias ‘Botalón’, así como con Ramón Isaza alias ‘El Viejo’, jefe de las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio (Acmm).

Desde 2004, Aguilar además había sido llamado a indagatoria por la Corte por los delitos de concierto para delinquir agravado, constreñimiento al elector y cohecho impropio, después de que varios paramilitares lo salpicaran. Según Juan Fernando Morales Ballesteros y Orlando Murillo Morales, ex paramilitares del BCB, el ex Gobernador asistió a varias reuniones con los jefes paramilitares de ese bloque, entre ellos, alias ‘Julián Bolívar’ y ‘Ernesto Báez’. Por esta misma razón, en la actualidad el ex senador Luis Alberto Gil Quintero y el ex representante Alfonso Riaño son investigados por ‘parapolítica’ por la Corte Suprema.

“El sancionado (Hugo Aguilar) intervino (sic) desde su posición como primer mandatario del departamento de Santander en el desarrollo del proyecto paramilitar, toda vez que al ser impulsada su candidatura por el comandante Iván Roberto Duque, entre otros, dejó incondicionalmente su investidura a disposición de las autodefensas”, señaló la Procuraduría.

El capítulo de alias ‘Diego Rivera’

Las declaraciones de David Hernández López alias ‘Diego Rivera’, exjefe paramilitar del Bloque Central Bolívar, llevaron a la cárcel a Ramón Ballesteros, el abogado de Luis Alberto Gil Castillo. El exparamilitar presentó pruebas ante la Corte en las que Ballesteros supuestamente lo intentó sobornar para que declarara a favor del exsenador santandereano.

Durante la misma audiencia, realizada el 15 de febrero de 2011, alias ‘Diego Rivera’ le dijo a la Corte que los paramilitares del Bloque Central Bolívar se aliaron con políticos de Santander para lograr una objetivo trazado desde 2002 por ‘Ernesto Báez’. “La orden era elegir alcaldes, concejales, gobernadores y congresistas, pensando en la formulación de la Ley 975 (Justicia y Paz) para que los paramilitares se beneficiaran”. El testigo agregó que entre los planes del Bloque estuvo elegir a Hugo Aguilar Naranjo como el Presidente de Colombia para las elecciones de 2010.

El exparamilitar contó que a principios de 2006 alias ‘Julián Bolívar’ lo envió a Bucaramanga, Santander, con dos misiones: la primera, presentarles a los políticos de la región la experiencia de Villa Esperanza, un modelo de proyectos productivos aprobados por el Gobierno para la resocialización de los desmovilizados, que funcionaba en una finca de Copacabana, Antioquia. La segunda, era crear y lanzar Semillas de Paz en Santander, un proyecto productivo similar que ya funcionaba en Cali.

‘Diego Rivera’ dijo que entre enero y junio de 2006 viajó por lo menos cinco veces a Bucaramanga con esa misión y que se hospedó en los hoteles Dann Carlton y Chicamocha. En uno de esos viajes, con una carta firmada por ‘Julián Bolívar’ y con intermediación de alias ‘Alfonso’, dijo que se reunió con Didier Tavera, entonces Secretario de Gobierno Departamental y actual representante por el PIN, para que los ayudara con obras para Semillas de Paz. También le hizo ‘lobby’ a Freddy Anaya, entonces subdirector de la corporación ambiental Cdmb y actual aspirante a la Alcaldía.

El desmovilizado contó que entre sus recorridos, asistió a una reunión en el Hotel Chicamocha, antes de las elecciones de marzo de 2006, y le presentó el proyecto de Semillas de Paz-Santander a Gil, Riaño, Óscar Josué Reyes y Óscar Suárez Mira. Contó que allí también estuvieron alias ‘Tarazá’, exjefe político del Bcb para Santander, y alias ‘Alfonso’, “que me dijo que iba a entregarles a los políticos mil millones de pesos para las elecciones”. ‘Diego Rivera’ le dijo a la Corte que no le constaba la entrega de ese dinero, pero que a su regreso a Copacabana alias ‘Macaco’, exjefe militar del Bcb, le pidió que imprimiera los resultados electorales publicados por la Registraduría y que después le comentó: “Menos mal esa platica no se perdió”, refiriéndose a las curules ganadas por Convergencia.

Según alias ‘Diego Rivera’ la entrada de los paramilitares a la Gobernación de Santander era puertas abiertas.

El capítulo del coronel Prieto

Aunque en el juicio contra Luis Alberto Gil, el coronel Julio César Prieto aseguró “que es un testigo de oídas” porque no le consta que el exsenador haya tenido vínculos con los paramilitares, sí tiene documentado los choques que tuvo con el exgobernador Hugo Aguilar por combatir el paramilitarismo, cuando fue comandante del Batallón Luciano Del’Huyer.

El coronel Prieto contó que cuando asumió el mando de ese batallón el 8 de diciembre de 2003 en “la zona no se movía una hoja sin permiso de los paramilitares”. Su misión fue combatirlos y en esta tarea, dijo, la clase política de la región intentó removerlo de su cargo.

El oficial, hoy comandante de la Sexta Brigada del Ejército, contó que dirigió el batallón entre el 8 de diciembre de 2003 y el 8 de diciembre de 2005. Apenas asumió el mando, dijo, los paramilitares le ofrecieron 40 millones de pesos al mes y cinco muertos con fusil (para presentarlos como mal llamados "falsos positivos"), a cambio de que no los persiguiera. Al rehusarse, “los paramilitares empezaron a asesinar a las personas que tildaban cercanas a mí y de colaborarme con información”, contó.

“Mi batallón tenía influencia en El Hato, Zapatoca, Betulia, San Vicente de Chucurí, El Carmen, Santa Helena del Opón y una zona del bajo y medio Simacota. En estos municipios delinquían tres frentes paramilitares: El frente Isidro Carreño, de alias ‘Nicolás’; el frente Ramón Danilo, de Alfredo Santamaría Benavides alias ‘El Gordo’, ambos de las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio, y el Wálter Sánchez, de ‘Julián Bolívar’ del Bcb”, contó el militar.

Después de incautarles armas, destruirles al menos 10 laboratorios coca y capturar a varios de sus cabecillas, el coronel Prieto contó que en octubre de 2004 la clase política lo citó a un consejo de seguridad en presencia del entonces presidente Álvaro Uribe. “La comunidad presentó disque 70 denuncias en contra mía, acusándome de que yo maltrataba a la población civil señalándola de paramilitar. En realidad buscaban mi traslado. En esa reunión estuvieron Hugo Aguilar, Luis Alberto Gil, Luis José Arenas, Miguel de Jesús Arenas, Carlos Higuera Escalante y Óscar Josué Reyes. Yo interpreto que mis acciones operativas les resultan incómodas”, dijo el testigo.

Aunque el coronel Prieto logró mantenerse en el cargo un año más, dijo, asegura que la clase política de la región le insistió al presidente Uribe y al mando militar de la época que lo relevaran.

Después de que la Corte empezó a llamar testigos en los juicios contra los excongresistas de Santander, Gil y Riaño por los procesos por ‘parapolítica’, la situación empeoró para el coronel Prieto.

“Como en la región conocían mi trabajo, y sabían que yo había combatido a los paramilitares, la Corte me llamó a declarar. Eso fue en noviembre de 2007. A los días, Hugo Aguilar y su exjefe de seguridad me llamaron. Luego, Aguilar salió diciendo que todo eso era un montaje mío, entonces lo demandé por injuria y calumnia”, dijo el testigo.

Con todos estos testimonios, ahora el coronel (r) Hugo Aguilar afronta un proceso por ‘parapolítica’. Mientras se le juzga, permanecerá recluido en el patio R3 de La Picota, donde están recluidos sus antiguos colegas del movimiento Convergencia Ciudadana.




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