Bogotá - En medio de la sordina contra el proceso de la Habana no podía ser más oportuno el lanzamiento del libro de Carlos Lozano, La paz sí es posible que tuvo lugar el pasado viernes primero.
Con un atiborrado auditorio, el García Márquez, todos los expositores coincidieron en que es el momento de persistir en que las conversaciones no deben tener marcha atrás.
En la mesa del evento estaban Jaime Caycedo, secretario general del partido comunista Carlos Lozano, director del semanario Voz, Piedad Córdoba, por Colombianos y Colombianas por la Paz, el ex presidente Ernesto Samper y el ex ministro y ex presidente de la Constituyente, Horacio Serpa.
Lozano, que abrió las intervenciones tras la lectura de un corto mensaje de Caycedo en el que ratificaba el apoyo de su partido a las tratativas de paz, señaló de entrada que “es hora de recordarle al gobierno que el preámbulo del acuerdo para poner fin al conflicto, como el de la Constitución, no es letra muerta, es vinculante y se debe respetar”.
Recordó que este preámbulo señala que el fin de los acuerdos es obtener la paz con justicia social y por ello el tema del modelo económico y social debe ser objeto de discusión en la mesa.
“No es posible dejar de tocar el punto de la democracia, para que la sociedad cambie en su conjunto pues que sacan las Farc de que se elija a Timochenko al Senado si le va a pasar lo mismo que a Piedad”, enfatizó.
Sobre las acciones de guerra de las Farc, dijo que las partes aceptaron negociar en medio de la confrontación y “sabíamos lo peligroso y difícil que era esto, pero esas fueron las reglas, sin que esto signifique que aceptemos la retención de policías y soldados, que deben ser puesto en libertad y respetárseles la vida”.
Lozano, quien lució todo el tiempo unas gruesas gafas oscuras aludiendo que no se trataba de la moda Santrich sino a una reciente operación en los ojos en referencia al comandante de las Farc que se encuentra en la Habana y presenta unos lentes opacos en razón de una dolencia, terminó su intervención subrayando que el destino del país no es la guerra.
Serpa comenzó diciendo que ahora todo el mundo se clasifica en una u otra opción con respeto a la suerte del proceso de paz. “Yo soy sinceramente optimista, que esto va a salir adelante”, declaró, y en medio de los aplausos declaró: “Ustedes me perdonaran la palabra, pero estamos mamados de la guerra”.
“Cuando la guerrilla dijo que los acuerdos deben ser refrendados por una Constituyente, me dije que en eso tiene toda la razón para que no se le vaya a poner conejo al pacto de paz. El gobierno dijo no, pero sí a una consulta popular; todo esto nos indica que se va a llegar a un arreglo pues como en los negocios, cuando se está en el tire y afloje y se habla en qué notaría se va a firmar quiere decir que existe una principio de arreglo”.
El dirigente liberal fue claro en manifestar que se equivocan todos aquellos que insisten en que al final del proceso de la Habana, los guerrilleros van a decirle al gobierno, “mire, aquí están las armas y qué cárcel podemos escoger. Habrá justicia transicional”.
Concluyó afirmando que “las conversaciones deben continuar, por el bien del país, para tengamos al fin paz tras casi medio siglo de guerra.
Piedad Córdoba cerró las intervenciones reafirmando el compromiso de Colombianos y Colombianas por la Paz y de Marcha Patriótica de respaldar el proceso.
“El 9 abril vamos a movilizar a todo el país, no a miles sino a centenares de miles para rodear las conversaciones, para decir a los enemigos de la paz que esta oportunidad histórica no la podemos dejar pasar de largo.
Señaló que la agenda de la paz no se agota en la Habana, va más allá con la lucha de los sectores populares y para que la guerra se cambie por la política, como debió ser siempre.
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