Aunque parezca que todo está consumado después de ver como se manejaba la votación en la Cámara de Representantes por parte de los ministros y, las asesoras de la Secretaría General de la Presidencia de la República , para votar el referendo a favor de Uribe Vélez para un nuevo período, falta otro tramo por recorrer: la discusión en el año venidero.
Vergonzoso por decir lo menos fue poder observar lo que aconteció: lo de Yidis Medina fue solo un juego de dos personajes, pero acá, son muchos los señalados de hacer cuanta maniobra fuera posible por parte de los ministros Fabio Valencia Cossio, Arias de agricultura y, el de la desprotección social, Palacios. A los anteriores agréguenle a las asesoras de la Secretaría General de la Presidencia , que con lista en mano amenazaban a cuanto parlamentario tratara de ausentarse del recinto, según las informaciones de prensa.
No hemos podido caer más bajo en estos últimos años, en donde se compra todo incluyendo las conciencias con puestos, con plata o con amenaza al propio estilo de la mafia. Todo se viene manejando de la misma forma por los personajes que se conocen a lo largo y ancho del país. Hizo carrera lo peor del comportamiento en sociedad y, esos ejemplos del pasado de la era Pablo Escobar, están aún hoy presente en el manejo de lo público como de lo privado.
Mentiras, marrullas, amenazas, entrega de cargos, de dinero, en fin, de lo que se pueda uno imaginar es la acción predilecta en este gobierno que, entre otras, posa de honesto, pulcro y de las mejores costumbres.
Se creen más inteligentes que todo el mundo y logran, no atreves de la verdad y las buenas maneras que nos enseñan la lógica y la razón, sino la corrupción y la politiquería, que se apruebe lo que ellos quieren en beneficio propio y no del país.
Así han logrado muchas cosas y los que de una u otra manera se oponen, terminan señalados y judicializados, por hechos que son solo el montaje burdo y mediocre de los que se creen ya dentro de una dictadura.
La independencia de las ramas del poder no existe en este gobierno porque esa era una de las metas trazadas desde el comienzo. Los entes de control son un apéndice de lo que se quiera en Palacio. La elección del Procurador General así lo confirma y, las marrullas utilizadas en ese proceso, no nos deja dudas de lo que se avecina si no somos capaces de cerrar el paso a esa creencia de que todo lo pueden.
La acción de que tenemos que utilizar todos los medios para imponernos, nos está también llevando a actuar igual o peor a lo que tenemos que combatir. Los falsos positivos, los asesinatos como el de el esposo de la líder indígena en el cauca, la corrupción generalizada en las oficinas estatales y, tantos otros hechos, solo nos dice que estamos peor que antes y que el futuro del país es incierto.
Pero hay una sola solución: la reacción de la comunidad en general que está percibiendo que no hay tal Mesías y, que, por el contrario los errores y las acciones poco santas son muchas. Solo con una votación adversa por parte de la comunidad podremos decir: no todo está consumado.
La guerra contra los pueblos indígenas
“Esta es una guerra contra los pueblos, contra el movimiento indígena por nuestra posición de dignidad, contra la Minga Social y Comunitaria, contra el derecho de construir desde los pueblos un país sin dueños y en paz. Exigimos que salgan de nuestros territorios y que nos dejen en paz”. Las anteriores son palabras de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, en Colombia, pronunciadas el día 16 de noviembre pasado, después de enterarse de que en la mañana de ese día el automóvil de Aída Quilcué, consejera mayor del Consejo Regional Indígena del Cauca, la región donde el movimiento indígena colombiano ha avanzado más en la construcción de las autonomías, había sido baleado por elementos del ejército de ese país, en una acción criminal que arrebató la vida a Edwin Legarda, compañero de la consejera indígena. Siga..
DEL ESTATUTO DE SEGURIDAD A LA SEGURIDAD DEMOCRÁTICA
“Esta es una guerra contra los pueblos, contra el movimiento indígena por nuestra posición de dignidad, contra la Minga Social y Comunitaria, contra el derecho de construir desde los pueblos un país sin dueños y en paz. Exigimos que salgan de nuestros territorios y que nos dejen en paz”. Las anteriores son palabras de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, en Colombia, pronunciadas el día 16 de noviembre pasado, después de enterarse de que en la mañana de ese día el automóvil de Aída Quilcué, consejera mayor del Consejo Regional Indígena del Cauca, la región donde el movimiento indígena colombiano ha avanzado más en la construcción de las autonomías, había sido baleado por elementos del ejército de ese país, en una acción criminal que arrebató la vida a Edwin Legarda, compañero de la consejera indígena. Siga..
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