jueves, 23 de mayo de 2013

Propuesta del Partido Comunista Colombiano: Frente amplio por la paz y la democracia

Interviene la senadora Gloria Inés Ramírez. En la mesa directiva, de derecha a izquierda, Giovanny Libreros, Jaime Caycedo, Héctor Valencia (Caquetá) y Aidé Marín (Antioquia). Foto C.L.
Hernando López

Los diálogos de La Habana son un referente del proceso político colombiano. “Desde sus inicios, se apreció que ellos habrían de incidir de manera significativa sobre las configuraciones del mapa político del país, tanto en lo referido a las fuerzas políticas e intereses en contienda, como en lo concerniente a los temas medulares del debate político”, señaló el pleno del Comité Central del Partido Comunista Colombiano, reunido en Bogotá, los días 17, 18 y 19 de mayo del presente año.



La reunión comenzó con dos paneles que ilustraron a los miembros del Comité Central y sirvieron de insumo en la profunda discusión del informe central. Los diálogos de La Habana y la unidad de la izquierda fueron el centro del debate, sin menoscabo del interés que despertaron aspectos como la lucha social y popular, las elecciones de la Central Unitaria de Trabajadores, que obligan al rescate clasista de la central y la solidaridad con los presos políticos, en particular con David Ravelo, miembro del Comité Central en cautiverio y purgando una injusta condena con la cual quieren cobrarle su firmeza revolucionaria.


La dirección nacional del Partido Comunista reconoció que la columna vertebral del proceso político está en la búsqueda de la solución política del conflicto mediante el diálogo y un acuerdo nacional. “No se está en presencia de unos diálogos provocados por la derrota política y militar de la guerrilla, conducentes a su rendición, desmovilización y reinserción en la vida civil, sino en un escenario en el que –por voluntad expresa de las partes- se ha abierto un compás para el ejercicio pleno de la política”, dice el informe central.


Enfatiza el documento que para avanzar en esta dirección se requiere derrotar políticamente la idea de la solución militar, y la “apropiación social de los diálogos” en el entendido que es la participación popular y de masas la definitiva para el logro de la paz.

Agotamiento del poder dominante


El Partido Comunista Colombiano se pronunció en favor de la asamblea nacional constituyente. La misma está adquiriendo fuerza, como lo demostró el reciente Foro de Participación Política, convocado por la Mesa de La Habana y organizado por la ONU y la Universidad Nacional. A juicio de los comunistas lo que están mostrando los diálogos de paz “es el agotamiento de un ciclo histórico de organización del poder, expresado en los diseños de la Constitución de 1991, que demanda ser superado, hacia una nueva calidad de la organización social”.


En este sentido, la tarea fundamental es respaldar el proceso de La Habana, exigir la apertura de diálogos con el ELN y el EPL y exigir la necesidad de una Constituyente para refrendar los acuerdos. Los comunistas, comprometidos con el movimiento social y político Marcha Patriótica, contribuirán a las constituyentes regionales y sectoriales, con el objetivo de promover la participación popular y de rodear de apoyo el anhelo de más mayorías de la salida política dialogada.


En este sentido hay la reconfiguración del mapa político. La derecha pretende limitar el campo de la política a la falsa disyuntiva entre el ‘uribismo’ y el ‘santismo’, así lo promueven los grandes medios de comunicación. Como también la necesidad de la reelección de Santos como único factor posible para la paz. Sin embargo, el Gobierno Nacional no se compromete a fondo por la paz. No la defiende en todos sus espacios y vacila ante las presiones de la extrema derecha y el militarismo. Por esta razón, el proceso de paz no es rehén de la reelección de Santos ni de sus políticas. La Unidad Nacional no tiene iniciativas ni propuestas de paz.
Frente por la paz


Crece el espectro de la izquierda que respalda la solución política.


“La izquierda comunista y revolucionaria ha cumplido un papel relevante en la reflexión y acción política. Consideramos que la marcha del 9 de abril constituye un hito fundamental en ese sentido. Las posibilidades reales de un Frente Amplio por la Paz nacen en veredas, campos, organizaciones, ciudades, a través de diversos escenarios colectivos”.


“Son diversas las condiciones que lo podrán hacer posible, pero algunas de las necesarias son: realizar esmerados esfuerzos por la unidad de la izquierda en las tareas de la paz; fortalecer las organizaciones unitarias existentes como la Ruta Social Común por la Paz; incentivar los procesos de las constituyentes por la paz; fortalecer organizativamente y cooperativamente el trabajo del PCC, Marcha Patriótica y el Congreso de los Pueblos; promover el inicio de las negociaciones con el ELN y el EPL; construir caminos para una candidatura presidencial unitaria que represente los anhelos de paz; entre muchas otras”.


Con optimismo, el pleno del Comité Central señaló: “Una izquierda unitaria y el campo popular tiene sobre sus hombros la posibilidad histórica de construir una paz estable y duradera. La consolidación del Frente Amplio por la Paz es el escenario político de la hora actual”.


La opción de poder


Retomando la orientación del XXI Congreso del Partido Comunista Colombiano el año pasado, la reunión convocó a la izquierda para conversar acerca de la posibilidad real de “construir un Gobierno democrático de amplia participación popular para la paz con justicia social, en el corto y mediano plazo”.


Es una tarea de la cual deben apropiarse Marcha Patriótica y el Partido Comunista. La paz no pasa por la reelección de Santos ni de su política. Exige un acuerdo inicial entre Marcha, todos sus integrantes y el PCC. Es más, Marcha debería ser el principal factor dinamizador de la unidad de la izquierda. Se requiere de un nuevo poder en contravía del neoliberalismo, en defensa de la soberanía nacional y que fomente un clima de libertades y conquistas sociales.


El Partido Comunista Colombiano propone “convocar un encuentro o conferencia ideológica de la izquierda para intercambiar conceptos y estrategias de la izquierda en el desarrollo de la lucha por la paz, la democratización política del país, las reformas sociales indispensables para afianzar un horizonte de libertades, garantías ciudadanas, soberanía nacional, política y económica, unidad e integración latinoamericanas. Un tema de particular interés es una candidatura alternativa a la presidencia, identificada con la bandera de la paz democrática”.


Hacer una propuesta de programa que incluya la solución política y la paz; democratización de la vida política y social; defensa de la soberanía, la tierra, el territorio, los recursos naturales, la reforma agraria; garantías a los derechos de la población; restablecimiento de los derechos laborales; democratización del Estado; y apoyo a los procesos de integración de nuestra América.
Elecciones de 2014


La participación electoral en las condiciones antidemocráticas que impuso el Gobierno Nacional para liquidar a la izquierda, tiene sentido si hay un reagrupamiento de los sectores democráticos y de izquierda, en la promoción de una lista amplia al Senado y de listas departamentales a la Cámara con sus propias particularidades. Habría que hacerlo mediante el mecanismo de la recolección de firmas. “Esta campaña electoral tiene su razón de ser si está articulada al proceso general de lucha por la paz y de construcción de un amplio movimiento social y político que agite las banderas del cambio y la transformación democrática del país”.


El pleno llamó a votar por los candidatos del Partido Comunista Colombiano a las direcciones de la CUT a nivel nacional y departamental, así como a la Federación Colombiana de Educadores. Instó a la solidaridad con la revolución bolivariana y con el gobierno de Nicolás Maduro y por la libertad de los presos políticos.

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