jueves, 2 de agosto de 2012

Todos somos Piedad

*Carlos A. Lozano Guillén

Un siniestro concierto reaccionario del procurador Alejandro Ordoñez, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, las “águilas negras” y la “gran prensa” capitalista, quiere acabar con la ex senadora Piedad Córdoba, mujer extraordinaria, de enormes dotes humanistas y de inmenso coraje, para enfrentar con entereza a los poderosos dueños del poder.


¿Qué le quieren cobrar a Piedad? Su firmeza política al lado de los más humildes, de las víctimas del despotismo de los gobernantes de todos los pelambres. Quieren a Piedad vencida y sometida. Pero estamos convencidos, que no lograrán silenciar a esta mujer indoblegable. Rebelde, casada con la causa de la paz y de la transformación del país. Y ello la enfrenta a los guerreristas, a los que se niegan a aceptar las reformas políticas, económicas y sociales que le den salida a la paz con democracia y justicia social.

Le quieren cobrar también, que con su terquedad positiva haya hecho posible el sueño de tantas víctimas del conflicto y de sus familias, de volverse a reunir en la tranquilidad del hogar, cuando ya creían imposible la liberación de los civiles, militares y policías, retenidos por razón del conflicto. Si por Uribe Vélez hubiera sido, se hubieran podrido en la selva. Lo dijo una vez el inefable general Jorge Enrique Mora Rangel: ya fueron remplazados en las tropas del Ejército y la Policía. Sin embargo, después de liberados en la cúpula militar se rasgan las vestiduras, aunque en la mayoría de los casos estén abandonados después de las liberaciones unilaterales por decisión del Secretariado de las FARC-EP.

Ellas fueron posibles gracias a la constancia de Piedad a la cabeza de “Colombianos y Colombianas por la Paz”, los verdaderos héroes de estas jornadas, aunque para el Establecimiento oligárquico son terroristas y delincuentes. Es la lógica con la que actúa el procurador Alejandro Ordoñez, un liberticida, enemigo declarado de la izquierda y de la oposición. Con ese criterio se ha ensañado contra Piedad, sancionándola por delitos que la Corte Suprema de Justicia ha considerado inexistentes.

La mayoría de los columnistas de los diarios, abogaron por Piedad, el pasado domingo 29 de julio, aunque algunos acudiendo a idioteces para utilizar el lenguaje de Héctor Abad Facio Lince, que la defiende de manera hipócrita, con argumento ambiguo. La peor fue Salud Hernández, quien la colmó de calumnias  e insultos, que provienen de quien tiene mucho que explicar por sus antiguas relaciones con Carlos Castaño.

Todos somos Piedad. Coincidimos con su brillante discurso del Cauca en donde enjuició a quienes llevan la guerra a las poblaciones indígenas y campesinas. Santos llegó al escenario del conflicto a anunciar más tropas y más operativos militares, negando la inversión social en tierras dejadas al arbitrio de terratenientes y paramilitares. Eso fue lo que denunció Piedad. Es la absoluta verdad.



Mirador 1 de agosto de 2012 Ed. 2650 VOZ

carloslozanogui@etb.net.co

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