BanksterUSA/ICH
El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, promete revelar un paquete de documentos secretos del disco duro de un ejecutivo de un gran megabanco estadounidense. En 2009, dijo a Computer World que ese banco es el Bank of America (BofA). En 2010 dijo a Forbes que la información era suficientemente importante para “derribar a uno o dos bancos”, pero que necesitaba tiempo para presentar la información en un formato más fácil de usar.
Nuevos informes recientes sugieren que BofA hace grandes esfuerzos para controlar los daños: creó una “sala de guerra” y compró cientos de nombres de dominio derogatorios en Internet, incluyendo BankofAmericaSucks.com y BrianMoynihanblows.com (refiriéndose al presidente y director general de BofA).
Antes de que los grandes bancos comiencen a pedir que se interne a Assange en Guantánamo, la pregunta que vale la pena considerar es ¿Qué sabe WikiLeaks del mayor banco de EE.UU.?
Responsabilidad legal por hipotecas “tóxicas”
BofA ya está bajo presión, defendiéndose contra múltiples demandas de inversores privados, así como de Fannie y Freddie [compañías gigantescas auspiciadas por el gobierno federal que poseían o garantizaban cerca de la mitad de los títulos hipotecarios en EE.UU., N. del T.] exigiendo que el banco vuelva a comprar miles de millones de dólares en valores respaldados por hipotecas tóxicas. La firma dejó de otorgar hipotecas de alto riesgo [subprime] en 2001, pero siguió asumiendo la responsabilidad financiera de valores respaldados por hipotecas subprime durante muchos años. En septiembre de 2009, por ejemplo, BofA garantizó 239 millones de dólares de valores respaldados por préstamos subprime. BofA reservó solo 4.400 millones de dólares para esos procesos legales “aplazados”. Si Assange tiene correos electrónicos que muestran que altos ejecutivos de BofA sabían que estaban vendiendo inmundicia tóxica a inversionistas, sacudiría a la firma y entregaría una tremenda munición al ejército de abogados que ya golpean a la puerta de BofA.
Desahucios temerarios e ilegales
BofA está en el centro del escándalo de robo-signing [firmas robotizadas] y ha desahuciado injustamente a innumerables familias estadounidenses. Una pobre mujer volvió a una casa de vacaciones, la encontró cerrada y todas sus posesiones habían desaparecido –incluidas las cenizas de su difunto marido-. ¿Cómo se pudo cometer un error semejante? Una empleada de BofA removida de su cargo en febrero de 2010 dijo que ella había firmado hasta 8.000 documentos de ejecución hipotecaria al mes sin examinarlos, en violación de la ley. El aumento de preguntas sobre las prácticas fraudulentas e ilegales de embargos en los grandes bancos y en las compañías de servicios hipotecarios llevaron a BofA a detener los embargos en todo el país en octubre de 2010. Si WikiLeaks puede documentar que los altos funcionarios de BofA muestran un cruel desdén por los procesos legales y los derechos de propiedad protegidos por la Constitución, puede que la creciente responsabilidad legal de BofA se haga insostenible.
Dolores de cabeza heredados de Countrywide
En 2008, BofA adquirió Countrywide, una de las entidades crediticias más agresivas y fraudulentas durante la burbuja de la vivienda. El resultado fue una catástrofe de responsabilidad legal y procesos para el megabanco que ahora tiene 1.300.000 clientes embargados. Para resolver los procesos por préstamos depredadores con Illinois, California y otros ocho Estados, BofA presentó un plan de alivio de préstamos de 8.400 millones de dólares para los poseedores de hipotecas de Countrywide. En junio de 2010, BofA pagó 108 millones de dólares para resolver un caso ante la Comisión Federal de Comercio que acusaba a Countrywide de haber cobrado honorarios excesivos a prestatarios que iban a ser embargados. BofA pagó 600 millones de dólares en agosto de 2010 para resolver demandas de accionistas a quienes Countrywide había ocultado los riesgos de su política crediticia. No hay fin a la vista para este tipo de demandas, y más. En junio de 2010, el Estado de Illinois volvió a demandar a Countrywide, esta vez por discriminación en sus prácticas prestatarias. WikiLeaks podría tener más documentación sobre las prácticas ilegales y temerarias de financiación o de fraude en curso en BofA.
Bonificaciones ilegales pagadas por los contribuyentes
Bank of America compró la empresa de corretaje Merrill Lynch por 50.000 millones de dólares en enero de 2009. El gobierno de EE.UU. favoreció la fusión con un préstamo de rescate de 20.000 millones de dólares para ayudar a BofA. Una vez que tuvo lugar la adquisición se reveló que Merrill Lynch había perdido 15.800 millones de dólares en el último trimestre de 2008 y que se habían pagado por adelantado 3.600 millones en bonificaciones a los altos ejecutivo en Merrill. Entre los beneficiarios del riego de bonificaciones estuvo el presidente-director general de Merrill John Thain, quien gastó sin freno un millón de dólares para redecorar su oficina durante el clímax de la crisis. Después del trato el Fiscal General de Nueva York Andrew Cuomo dijo: “Una pregunta inquietante que deben responder es si Merrill Lynch y Bank of America calcularon la oportunidad de las bonificaciones de manera que se obligara a los contribuyentes a pagar por ellas a través del financiamiento del acuerdo”. Si WikiLeaks tiene correos electrónicos que muestran que los altos ejecutivos utilizaron a sabiendas los dólares del rescate para bonificaciones, se podría reabrir este desagradable capítulo en la historia, provocando investigaciones del Congreso y más reacciones violentas contra el rescate.
Demasiado grande para quebrar
Aparte de los 25.000 millones de dólares en dinero del programa de rescate TARP y de los 20.000 millones de dólares para comprar Merrill, EE.UU. supo recientemente de las extraordinarias acciones emprendidas por la Reserva Federal para apuntalar al BofA durante el clímax de la crisis, detalles que habían sido mantenidos secretos. Cuando la Reserva Federal se vio obligada a hacer públicos los datos sobre sus programas de préstamos de emergencia en diciembre de 2010, vimos que BofA recurrió a unos 931.000 millones de dólares de la Fed en préstamos a corto plazo y subsidios gubernamentales. Si WikiLeaks tiene información que muestra que el mayor banco de EE.UU. sólo sobrevive mediante trucos contables y continuos subsidios del gobierno, el resultado podría ser otro rescate por el gobierno o potencialmente la disolución sistemática de una firma que es “demasiado grande para quebrar” y que todavía plantea una amenaza para la economía de nuestra nación.
“No somos tarados”
Antes de que los grandes bancos comiencen a pedir que se interne a Assange en Guantánamo, la pregunta que vale la pena considerar es ¿Qué sabe WikiLeaks del mayor banco de EE.UU.?
Responsabilidad legal por hipotecas “tóxicas”
BofA ya está bajo presión, defendiéndose contra múltiples demandas de inversores privados, así como de Fannie y Freddie [compañías gigantescas auspiciadas por el gobierno federal que poseían o garantizaban cerca de la mitad de los títulos hipotecarios en EE.UU., N. del T.] exigiendo que el banco vuelva a comprar miles de millones de dólares en valores respaldados por hipotecas tóxicas. La firma dejó de otorgar hipotecas de alto riesgo [subprime] en 2001, pero siguió asumiendo la responsabilidad financiera de valores respaldados por hipotecas subprime durante muchos años. En septiembre de 2009, por ejemplo, BofA garantizó 239 millones de dólares de valores respaldados por préstamos subprime. BofA reservó solo 4.400 millones de dólares para esos procesos legales “aplazados”. Si Assange tiene correos electrónicos que muestran que altos ejecutivos de BofA sabían que estaban vendiendo inmundicia tóxica a inversionistas, sacudiría a la firma y entregaría una tremenda munición al ejército de abogados que ya golpean a la puerta de BofA.
Desahucios temerarios e ilegales
BofA está en el centro del escándalo de robo-signing [firmas robotizadas] y ha desahuciado injustamente a innumerables familias estadounidenses. Una pobre mujer volvió a una casa de vacaciones, la encontró cerrada y todas sus posesiones habían desaparecido –incluidas las cenizas de su difunto marido-. ¿Cómo se pudo cometer un error semejante? Una empleada de BofA removida de su cargo en febrero de 2010 dijo que ella había firmado hasta 8.000 documentos de ejecución hipotecaria al mes sin examinarlos, en violación de la ley. El aumento de preguntas sobre las prácticas fraudulentas e ilegales de embargos en los grandes bancos y en las compañías de servicios hipotecarios llevaron a BofA a detener los embargos en todo el país en octubre de 2010. Si WikiLeaks puede documentar que los altos funcionarios de BofA muestran un cruel desdén por los procesos legales y los derechos de propiedad protegidos por la Constitución, puede que la creciente responsabilidad legal de BofA se haga insostenible.
Dolores de cabeza heredados de Countrywide
En 2008, BofA adquirió Countrywide, una de las entidades crediticias más agresivas y fraudulentas durante la burbuja de la vivienda. El resultado fue una catástrofe de responsabilidad legal y procesos para el megabanco que ahora tiene 1.300.000 clientes embargados. Para resolver los procesos por préstamos depredadores con Illinois, California y otros ocho Estados, BofA presentó un plan de alivio de préstamos de 8.400 millones de dólares para los poseedores de hipotecas de Countrywide. En junio de 2010, BofA pagó 108 millones de dólares para resolver un caso ante la Comisión Federal de Comercio que acusaba a Countrywide de haber cobrado honorarios excesivos a prestatarios que iban a ser embargados. BofA pagó 600 millones de dólares en agosto de 2010 para resolver demandas de accionistas a quienes Countrywide había ocultado los riesgos de su política crediticia. No hay fin a la vista para este tipo de demandas, y más. En junio de 2010, el Estado de Illinois volvió a demandar a Countrywide, esta vez por discriminación en sus prácticas prestatarias. WikiLeaks podría tener más documentación sobre las prácticas ilegales y temerarias de financiación o de fraude en curso en BofA.
Bonificaciones ilegales pagadas por los contribuyentes
Bank of America compró la empresa de corretaje Merrill Lynch por 50.000 millones de dólares en enero de 2009. El gobierno de EE.UU. favoreció la fusión con un préstamo de rescate de 20.000 millones de dólares para ayudar a BofA. Una vez que tuvo lugar la adquisición se reveló que Merrill Lynch había perdido 15.800 millones de dólares en el último trimestre de 2008 y que se habían pagado por adelantado 3.600 millones en bonificaciones a los altos ejecutivo en Merrill. Entre los beneficiarios del riego de bonificaciones estuvo el presidente-director general de Merrill John Thain, quien gastó sin freno un millón de dólares para redecorar su oficina durante el clímax de la crisis. Después del trato el Fiscal General de Nueva York Andrew Cuomo dijo: “Una pregunta inquietante que deben responder es si Merrill Lynch y Bank of America calcularon la oportunidad de las bonificaciones de manera que se obligara a los contribuyentes a pagar por ellas a través del financiamiento del acuerdo”. Si WikiLeaks tiene correos electrónicos que muestran que los altos ejecutivos utilizaron a sabiendas los dólares del rescate para bonificaciones, se podría reabrir este desagradable capítulo en la historia, provocando investigaciones del Congreso y más reacciones violentas contra el rescate.
Demasiado grande para quebrar
Aparte de los 25.000 millones de dólares en dinero del programa de rescate TARP y de los 20.000 millones de dólares para comprar Merrill, EE.UU. supo recientemente de las extraordinarias acciones emprendidas por la Reserva Federal para apuntalar al BofA durante el clímax de la crisis, detalles que habían sido mantenidos secretos. Cuando la Reserva Federal se vio obligada a hacer públicos los datos sobre sus programas de préstamos de emergencia en diciembre de 2010, vimos que BofA recurrió a unos 931.000 millones de dólares de la Fed en préstamos a corto plazo y subsidios gubernamentales. Si WikiLeaks tiene información que muestra que el mayor banco de EE.UU. sólo sobrevive mediante trucos contables y continuos subsidios del gobierno, el resultado podría ser otro rescate por el gobierno o potencialmente la disolución sistemática de una firma que es “demasiado grande para quebrar” y que todavía plantea una amenaza para la economía de nuestra nación.
“No somos tarados”
BofA no sólo quiere que sepáis que su presidente-director general Brian Moynihan no es ningún tonto, quiere que sepáis que sus máximos ejecutivos tampoco lo son. El banco ha comenzado a comprar nombres de dominios dañinos para una larga lista de ejecutivos, lo que lleva a muchos a preguntarse: ¿qué han estado haciendo esos ejecutivos, ahí en BofA?
Ojalá WikiLeaks y Julian Assange nos lo digan pronto.
© 2011 Bankster - USA
Fuente: http://www.informationclearinghouse.info/article27259.htm
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