jueves, 14 de abril de 2011

Sin remedio

En la foto.-  La finca Las Tangas, en el municipio de Valencia, zona del Alto Sinú
Por: Carlos A. Lozano Guillén.- Mirador Ed. 2585 13 al 19 de abril de 2011

El sistema político colombiano no tiene remedio. Es inviable. Solo un cambio profundo en la estructura política, económica y social, puede crear las condiciones para la democracia, la equidad y el imperio de la ley, la ética y las instituciones. Después de 200 años de historia republicana, el sistema montado sobre la violencia del régimen dominante, la mezquindad y la descomposición de la oligarquía gobernante, colapsó, demostró la incapacidad histórica de reformarse. Así parezca una formulación negativa, no tiene remedio.

El mismo día en que la Corte Suprema de Justicia anunció la apertura de investigaciones previas para una decena de congresistas que se aprovecharon del botín burocrático de la Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE) en beneficio de sus ambiciones políticas, un diario de circulación nacional denunció que la familia Castaño, integrada por criminales de la peor laya, también fueron depositarios y beneficiarios de la DNE, desde 1989. Durante dos décadas, ninguna autoridad se dio cuenta  que los jefes paramilitares de las “AUC”, ocuparon “legalmente” la finca “Las Tangas” que había sido incautada a narcotraficantes. Aunque personas naturales y ONG denunciaron la irregularidad.

Es un botón de la muestra, que abunda en todos los tiempos y en todos los gobiernos, que se suceden unos a otros, bajo anuncios rigurosos de transformación nacional, salto social o seguridad democrática. La semana pasada, en esta cadena de infamias de los dos gobiernos de Uribe Vélez, lo peor que le pudo pasar a Colombia en mucho tiempo, un fiscal pidió medida de aseguramiento para varios personajes de la sociedad colombiana, que atracaron al país con los beneficios multimillonarios del programa de Agro Inseguro Seguro. Sin embargo, los apoderados del mayor responsable, Andrés Felipe Arias, ex ministro de Agricultura y más conocido como “Uribito”, aseguran que a este nada le pasará pues él no firmó ningún documento, lo hicieron sus viceministros y otros subalternos.

Durante los gobiernos de Uribe Vélez se impuso el “todo vale” pero es el comportamiento en todas las épocas, propio de la oligarquía colombiana que demostró no tener escrúpulos a la hora de ejercer el poder. El principal soporte ha sido la violencia para eliminar a los adversarios políticos, por tímidos que parezcan. En el gobierno de Santos están varios de los implicados en torcidos del anterior Gobierno; y en la “gran prensa”, figura como orientador de la opinión pública, un pillo que se apoderó de dineros y acciones de empresas del Estado, así como otro que orquestó delitos desde la entonces llamada “Casa de Nari”. Aquí sí que se justifica una verdadera revolución.

En la foto.-  La finca Las Tangas, en el municipio de Valencia, zona del Alto Sinú

carloslozanogui@etb.net.co

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