Carlos A. Lozano Guillén, director de VOZ y dirigente comunista. |
“El ex presidente Álvaro Uribe Vélez debe responder por las llamadas chuzadas del DAS, que fueron realmente acciones criminales para perseguir a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, a congresistas y dirigentes políticos de oposición y a periodistas críticos” Carlos A. Lozano.
Carlos A. Lozano, director de VOZ, con ocasión de la versión libre de Álvaro Uribe Vélez ante la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, el 18 de agosto de 2011, declaró ante varios medios de comunicación:
“El ex presidente Álvaro Uribe Vélez debe responder por las llamadas chuzadas del DAS, que fueron realmente acciones criminales, orientadas desde la ‘Casa de Nari’, como se le llamaba entonces, para perseguir a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, a congresistas y dirigentes políticos de oposición y a periodistas críticos del Gobierno. Es una situación especialmente grave y compromete a Uribe Vélez, porque a través de ellas se adelantaron campañas de intimidación, amenazas y desprestigio de los afectados”.
Para Lozano, esa actividad criminal adelantada por el G3 del DAS, célula ilegal, pero con el consentimiento de los directores de la época y de la ‘Casa de Nari’ está comprobada. “No es casual que el propio ex presidente Uribe le haya gestionado el asilo a María del Pilar Hurtado en Panamá, fue la manera de silenciarla de manera amistosa”.
Para Carlos Lozano, “está comprobado por las declaraciones de varios ex funcionarios del DAS, condenados y purgando condena, que las informaciones eran entregadas a Bernardo Moreno y José Obdulio Gaviria, colaboradores cercanos del ex mandatario y con fácil acceso al despacho privado. Si hay justicia en este país para ciertos ‘intocables’, Uribe Vélez debe responder y debe ir a la cárcel, porque no hay duda que fue informado de esa actividad ilegal y la utilizó para estigmatizar a sus enemigos”.
Hay que recordar que Lozano recibió amenazas, flores para su funeral, acciones hostiles y fue víctima de vulgares campañas de desprestigio. “Uribe Vélez conocía de estos delitos, los estimuló porque como aseguran varios ex altos funcionarios del DAS en muchos casos fueron solicitados por Bernardo Moreno y José Obdulio Gaviria. Además, el DAS depende en línea directa de la Presidencia de la República. Durante la presidencia de Uribe Vélez, la ‘Casa de Nari’ fue convertida en un antro visitada por criminales y de donde se orientaron acciones ilegales como las investigadas por la Comisión de Acusaciones de la Cámara”.
Semanario Voz
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