El coronel Rojas Guevara lo dice sin ambages: “Estamos en la línea de la OTAN”, el viejo sueño frustrado del gobierno de Uribe Vélez que añora su sucesor Juan Manuel Santos.
El pasado 5 de agosto, en presencia de militares de Estados Unidos, Gran Bretaña y otros países europeos, así como de algunos civiles invitados, fue presentada la Doctrina Damasco de reestructuración del Ejército, otra de tantas en los últimos años, en presencia de numerosos mandos militares y de la Fuerza Pública. Fue presentada como una radical transformación, que incluye crear nuevos comandos tácticos y estratégicos para operaciones en tierra.
Aunque algunos medios la presentan como la “doctrina militar del posconflicto” su elaboración comenzó en 2011, cuando apenas comenzaban los acercamientos secretos entre el gobierno de Santos y las FARC-EP. Se nutrió del Plan Espada de Honor, de esencia contrainsurgente y de solución militar del conflicto colombiano.
Según lo explica el coronel Pedro Javier Rojas Guevara, director del Centro de Doctrina del Ejército, su nombre “está inspirado en la conversión en la ciudad de Damasco, de Saulo de Tarso, ciudadano romano perseguidor de cristianos, en el apóstol Pablo, un doctrinante (escribió varios libros del Nuevo Testamento) y defensor de la fe, 30 años después de la muerte de Cristo, creyendo que se había encontrado con Jesús resucitado. Por ello, Damasco representa la conversión de la doctrina, la nueva visión, el despertar y la transformación doctrinal del Ejército Nacional de Colombia”.
La Doctrina Damasco no es tan inofensiva. El general Alberto José Mejía, comandante del Ejército, la califica como la más importante en los últimos cien años, la compara en sus objetivos “con estructuras militares de avanzada como la OTAN y el Ejército de los Estados Unidos”, precisamente los ejemplos de ejércitos de invasión a otros países y promotores de guerras de rapiña. El coronel Rojas Guevara lo dice sin ambages: “Estamos en la línea de la OTAN”, el viejo sueño frustrado del gobierno de Uribe Vélez que añora su sucesor Juan Manuel Santos. Uno de los propósitos de Damasco es colocar al Ejército de Colombia a la cola de la OTAN para participar en varias de sus acciones bélicas y en guerras ajenas.
La Doctrina Damasco, contenida en lo concreto en el Plan Minerva, es un proyecto de defensa y de seguridad nacional. Incluye los proyectos Damasco, David y Dintel sobre los que descansa la labor de los cambios tecnológicos y de modernización. Tendrá 17 manuales para orientar la guerra terrestre del siglo XXI. Un antecedente fue el anuncio en el mes de mayo del presente año del Plan Estratégico del sector defensa y seguridad 2016-2018, que fija como primer principio “prepararnos para la guerra”. La asamblea nacional constituyente deberá adoptar la reforma estructural de la doctrina militar vigente que es la misma de los últimos cien años.
carloslozanogui@outlook.es
Semanario Voz
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