El domingo pasado concluyó la segunda visita que médicos especialistas, administrativos y técnicos socio-sanitarios de Cuba realizan a Lugo en este año, con la intención de profundizar en la formación y asesoramiento que están recibiendo, desde hace varios meses, de los representantes de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Lugo (Afalú).
Durante quince días han afrontado un denso trabajo con varias reuniones donde abordaron diferentes protocolos de actuación, dirección, financiación, terapias cognitivas… No en vano tienen una importante misión que llevar a cabo: la puesta en marcha de la primera residencia de atención a personas con Alzheimer y otras demencias en el país.
El centro, el histórico Convento de Belén, un histórico palacete rehabilitado del siglo XVIII de la Habana Vieja, abrirá sus puertas el 12 de enero. Y sus responsables han elegido como modelo de gestión la experiencia, profesionalidad, trayectoria y sabiduría de la entidad lucense que de hecho es la única entidad española que participa en el proyecto.
“Es un compromiso de cooperación que aceptamos con gran responsabilidad y orgullo, nos halaga, es un gran reconocimiento a nuestra labor” explica la presidenta de Afalú, Carmen Pena, que comenta que “fue una sorpresa” que la delegación cubana los eligiera como guía en el proyecto.
Mucho más cuando supieron que Nelson Águila, director de Asuntos Humanitarios de Cuba, con sede en dicho Convento, había decidido visitar Afalú nada más oír de sus virtudes en un congreso internacional en Madrid. “Cogieron el primer vuelo que pudieron a Galicia, después de recorrer varios centros sin que ninguno les convenciera” añade Pena, “algo que nos entusiasmó pues tenía las cosas muy claras y sabía muy bien lo que quería”.
Tras este primer contacto en mayo pasado y después de varios meses de intercambio, Pena y el director del centro que gestiona la entidad en Lugo, Valentín Calvín, se desplazaron en octubre a la capital cubana para firmar un acuerdo de colaboración entre ambas instituciones que culminará con la apertura de la residencia cubana. Allí pudieron comprobar que “disponían ya de espacio y muy buenos profesionales, además la medicina en Cuba es increíblemente avanzada, así que nosotros les estamos dando las pautas para atender al enfermo en el día a día”.
En esta elección la comisión de la Habana ha tenido en cuenta, principalmente, “la vocación y el cariño con que tratan a los enfermos” señala Águila, que ya entonces aseguró en Lugo que “este es el tipo de residencia que quiero para Cuba”. Otro de los criterios fue “nuestra experiencia, trayectoria y sobre todo el asesoramiento que les hemos proporcionado desde el principio” señala Pena que destaca la gran capacidad de trabajo de los isleños y su afán “por que todo esté muy claro, bien definido y perfilado”.
En este tiempo han incidido especialmente en el ámbito de dirección, “lo más urgente para ellos” añade la responsable de Afalú. “En Cuba existen unos profesionales magníficos en todas las ramas, muy cultos, pero en cuanto a la atención del Alzheimer están empezando” pues si bien el país tiene un alto nivel de envejecimiento y un gran número de personas muy longevas, “su salud y su calidad de vida son mucho mejores” añade.
“Tanto en Galicia como en Cuba el envejecimiento está a la orden del día, pero allí el clima, el carácter, la comunicación, la no dispersión, la orografía o el modo de vida influyen en que su salud y su capacidad cognitiva y física no se deteriore al mismo ritmo que la de los gallegos y gallegas y otros españoles, que viven más aislados, más solos, con menos horas de luz y, en un gran porcentaje, semi aislados en el rural”.
Nuevos proyectos
El Convento de Belén ya funciona como un edificio polivalente donde se desarrollan actividades culturales, talleres o deportes y en el que se ayuda a ancianos con mínimos recursos. Algunos de ellos, además de precariedad económica o personal, padecen algún tipo de demencia. Sin embargo en el país no existe ningún centro especializado para tratarlos. Una deficiencia que comenzará a paliarse con esta residencia que pretende ser la primera de una red estatal.
Con todo, no será el único proyecto que ambos colectivos lleven adelante. El éxito de su campaña actual se ha materializado en un acuerdo de colaboración a largo plazo, “para que podamos seguir trabajando, mutuamente, en la lucha contra las demencias” indica Pena que destaca que a principios de año les visitará la investigadora médica y responsable del sistema socio sanitario cubano con el objetivo de realizar un estudio conjunto sobre al estimulación cognitiva para aplicarlo allí.
Afalú tiene una amplia trayectoria. Además de en Cuba, tiene proyectos en marcha en Canadá, Argentina o Rumania.
La asociación gestiona actualmente un Centro de Día de titularidad autonómica y otro propio, al que se añadirá un tercero, “más grande y con más espacio” pues “no paramos de recibir solicitudes de plaza y de actividades, algunas de las cuales quedan en lista de espera”.
(Tomado de Noticias Médicas, España)
Durante quince días han afrontado un denso trabajo con varias reuniones donde abordaron diferentes protocolos de actuación, dirección, financiación, terapias cognitivas… No en vano tienen una importante misión que llevar a cabo: la puesta en marcha de la primera residencia de atención a personas con Alzheimer y otras demencias en el país.
El centro, el histórico Convento de Belén, un histórico palacete rehabilitado del siglo XVIII de la Habana Vieja, abrirá sus puertas el 12 de enero. Y sus responsables han elegido como modelo de gestión la experiencia, profesionalidad, trayectoria y sabiduría de la entidad lucense que de hecho es la única entidad española que participa en el proyecto.
“Es un compromiso de cooperación que aceptamos con gran responsabilidad y orgullo, nos halaga, es un gran reconocimiento a nuestra labor” explica la presidenta de Afalú, Carmen Pena, que comenta que “fue una sorpresa” que la delegación cubana los eligiera como guía en el proyecto.
Mucho más cuando supieron que Nelson Águila, director de Asuntos Humanitarios de Cuba, con sede en dicho Convento, había decidido visitar Afalú nada más oír de sus virtudes en un congreso internacional en Madrid. “Cogieron el primer vuelo que pudieron a Galicia, después de recorrer varios centros sin que ninguno les convenciera” añade Pena, “algo que nos entusiasmó pues tenía las cosas muy claras y sabía muy bien lo que quería”.
Tras este primer contacto en mayo pasado y después de varios meses de intercambio, Pena y el director del centro que gestiona la entidad en Lugo, Valentín Calvín, se desplazaron en octubre a la capital cubana para firmar un acuerdo de colaboración entre ambas instituciones que culminará con la apertura de la residencia cubana. Allí pudieron comprobar que “disponían ya de espacio y muy buenos profesionales, además la medicina en Cuba es increíblemente avanzada, así que nosotros les estamos dando las pautas para atender al enfermo en el día a día”.
En esta elección la comisión de la Habana ha tenido en cuenta, principalmente, “la vocación y el cariño con que tratan a los enfermos” señala Águila, que ya entonces aseguró en Lugo que “este es el tipo de residencia que quiero para Cuba”. Otro de los criterios fue “nuestra experiencia, trayectoria y sobre todo el asesoramiento que les hemos proporcionado desde el principio” señala Pena que destaca la gran capacidad de trabajo de los isleños y su afán “por que todo esté muy claro, bien definido y perfilado”.
En este tiempo han incidido especialmente en el ámbito de dirección, “lo más urgente para ellos” añade la responsable de Afalú. “En Cuba existen unos profesionales magníficos en todas las ramas, muy cultos, pero en cuanto a la atención del Alzheimer están empezando” pues si bien el país tiene un alto nivel de envejecimiento y un gran número de personas muy longevas, “su salud y su calidad de vida son mucho mejores” añade.
“Tanto en Galicia como en Cuba el envejecimiento está a la orden del día, pero allí el clima, el carácter, la comunicación, la no dispersión, la orografía o el modo de vida influyen en que su salud y su capacidad cognitiva y física no se deteriore al mismo ritmo que la de los gallegos y gallegas y otros españoles, que viven más aislados, más solos, con menos horas de luz y, en un gran porcentaje, semi aislados en el rural”.
Nuevos proyectos
El Convento de Belén ya funciona como un edificio polivalente donde se desarrollan actividades culturales, talleres o deportes y en el que se ayuda a ancianos con mínimos recursos. Algunos de ellos, además de precariedad económica o personal, padecen algún tipo de demencia. Sin embargo en el país no existe ningún centro especializado para tratarlos. Una deficiencia que comenzará a paliarse con esta residencia que pretende ser la primera de una red estatal.
Con todo, no será el único proyecto que ambos colectivos lleven adelante. El éxito de su campaña actual se ha materializado en un acuerdo de colaboración a largo plazo, “para que podamos seguir trabajando, mutuamente, en la lucha contra las demencias” indica Pena que destaca que a principios de año les visitará la investigadora médica y responsable del sistema socio sanitario cubano con el objetivo de realizar un estudio conjunto sobre al estimulación cognitiva para aplicarlo allí.
Afalú tiene una amplia trayectoria. Además de en Cuba, tiene proyectos en marcha en Canadá, Argentina o Rumania.
La asociación gestiona actualmente un Centro de Día de titularidad autonómica y otro propio, al que se añadirá un tercero, “más grande y con más espacio” pues “no paramos de recibir solicitudes de plaza y de actividades, algunas de las cuales quedan en lista de espera”.
(Tomado de Noticias Médicas, España)
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