IPS
Un
alto organismo de la ONU confirmó la preponderancia de la libertad de
expresión en los asuntos referidos a los derechos humanos, dejó sentado
que sólo podrá ser cercenada en los casos más extraordinarios y proclamó
por primera vez el acceso irrestricto de todas las personas a la
información pública.
Luego de dos años de
debates, el Comité de Derechos Humanos de la ONU (Organización de las
Naciones Unidas) emitió una observación general que interpretó en
particular las restricciones admisibles a la libertad de expresión.
La
organización no gubernamental Article 19, especializada en el tema de
la libertad de expresión, declaró a IPS, desde su sede en internacional
en Londres, que se alegraba del pronunciamiento del Comité.
Si
bien en sus observaciones generales el Comité descarta el examen de
casos particulares, las interpretaciones adoptadas el jueves pasado
atañen a episodios vinculados con la libertad de expresión, como las
violentas protestas desatadas por la publicación en 2005 en un periódico
de Dinamarca de caricaturas de Mahoma o, mas recientemente, los abusos
atribuidos a los medios del magnate australiano Rupert Murdoch.
Lo
que hace la observación general, de una manera franca y detallada, es
reafirmar el papel protagónico que desempeña la libertad de expresión en
los derechos humanos, resumió para IPS el experto irlandés Michael
O’Flaherty, quien ofició de relator del tema durante el debate.
El
Comité, que supervisa la aplicación del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, puso en claro que sólo podrá limitarse la libertad
de expresión en las circunstancias más excepcionales, insistió.
Por
otra parte, el cuerpo integrado por 18 expertos independientes,
identificó y ofreció detalles del derecho de acceso a la información,
dijo O’Flaherty.
Es la primera vez que el Comité examina este
elemento, que también rara vez fue analizado hasta ahora por el derecho
internacional de los derechos humanos, precisó.
Sejal Parmar,
asesor legal de Article 19, saludó el reconocimiento positivo que el
Comité hizo del derecho de acceso a la información como un derecho
humano y, a la vez, una dimensión importante de la libertad de
expresión.
El jurista resaltó también la afirmación del
organismo especializado de la ONU de que toda restricción a los medios
de comunicación y sistemas de información basados en sitios en Internet
debe ser compatible con la libertad de expresión.
El texto de
las observaciones en inglés será divulgado el viernes próximo, cuando
finalizará la segunda sesión anual del Comité.
La aprobación
definitiva se decidirá en la reunión de octubre, cuando se hayan
terminado las traducciones oficiales a los dos restantes idiomas de
trabajo, que son el español y el francés.
O’Flaherty resaltó que
lo convincente de la observación general se evidencia en el lenguaje
adoptado por el Comité en cuestiones como la blasfemia o la injuria a la
religión.
El cuerpo establece que los límites a la libertad de
expresión por esas razones solo pueden ser situaciones excepcionales,
definidas por el Pacto, que se refieren a la incitación al odio o la
discriminación, por motivos religiosos o raciales.
El experto
argentino Fabián Salvioli dijo que el Comité no se detuvo en temas
específicos, como las caricaturas de Mahoma. No hace falta, porque el
párrafo sobre difamación religiosa es muy claro, sostuvo. Las
expresiones, incluso ofensivas, no deben ser penalizadas, salvo que
inciten al odio, que es otra cosa, aclaró.
El artículo 20 del
Pacto establece que "toda apología del odio nacional, racial o religioso
que constituya incitación a la discriminación, la hostilidad o la
violencia estará prohibida por ley".
La decisión del Comité se
debe destacar por su firmeza contra las leyes referidas a la blasfemia,
apuntó Article 19, la organización que toma su nombre del artículo de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos que consagra la libertad
de expresión. El mismo número lleva también el artículo de Pacto de
Derechos Civiles y Políticos que se ocupa igualmente de la libertad de
expresión.
Parmar mencionó que el párrafo 50 de la observación
general declara ahora que "prohibiciones de demostraciones por falta de
respeto a una religión u a otros sistemas de creencias, incluidas las
leyes de blasfemia, son incompatibles con el Pacto, excepto en
circunstancias específicas previstas en el artículo 20.2" de dicho
tratado.
Es responsabilidad de los estados que "para esas leyes
no sea permisible discriminar contra una o ciertas religiones o sistemas
de creencias, o de sus adherentes contra otras, o de creyentes
religiosos contra no creyentes", reflexionó Parmar.
También es
potestad de los estados hacer "que esas leyes eviten o castiguen las
críticas a los líderes religiosos o los comentarios sobre doctrinas o
sobre principios de fe", dijo el jurista de Article 19 en una evaluación
solicitada por IPS.
Salvioli respondió negativamente a la
posibilidad de que el escándalo por escuchas ilegales por parte de los
medios de Murdoch en Gran Bretaña demostrara la necesidad de poner
límites a la libertad de expresión.
"La libertad de expresión no
es absoluta, ya tiene límites", puntualizó. "Es un derecho que esta
sujeto a limitaciones que están consignadas claramente en el artículo
19.3 del Pacto", agregó.
El experto argentino subrayó que el
Comité tiene suficiente jurisprudencia en ese sentido. Toda limitación
que no sea racional y proporcionada y que no reúna alguno de los
requisitos del artículo 19.3 es inconsistente con el Pacto.
El
inciso 3 del artículo 19 establece que las restricciones a la libertad
de expresión deberán estar expresamente fijadas por la ley y ser
necesarias para: a) asegurar el respeto a los derechos o a la reputación
de los demás y b) la protección de la seguridad nacional, el orden
público o la salud o la moral públicas.
Y esto no lo dice la
observación del Comité, es mi opinión personal: toda restricción debe
ser a su vez evaluada de una manera restrictiva, expuso Salvioli.
Es decir que no podemos entender las restricciones a la libertad de expresión de una manera amplia, añadió.
La
observación ofrece igualmente indicaciones acerca de la obligación de
los estados de garantizar la pluralidad informativa. Esa es otra cosa
importante, refirió Salvioli.
La libertad de expresión implica
el derecho de las personas a recibir información de las fuentes más
diversas y, por tanto, hay que tratar de evitar la concentración de
poder, tanto de los monopolios del estado como de los grupos privados,
buscando un justo equilibrio y una alta pluralidad informativa, dijo.
Pero
el Comité de la ONU no dice al Estado cómo debe hacerlo, aclaró el
experto argentino, sino que es el que debe tomar las medidas, pero debe
saber que tiene la obligación de garantizar el acceso más amplio a la
información, ratificó.
Otro párrafo de las observaciones está
dedicado a lo que suele llamarse como "leyes de la memoria". En realidad
no es un término legal sino sólo una fórmula fácil de describir una
legislación, aclaró O’Flaherty.
El documento emitido por el
organismo de la ONU determina claramente que ningún gobierno puede
indicarle a su pueblo lo que debe pensar, describió el relator. Por lo
tanto, cualquier ley que prohíba la publicación de versiones sobre el
pasado o de diferentes interpretaciones de la historia deberá ser
elaborada con sumo cuidado, advirtió.
De esa manera, las leyes
no violarán la libertad de una persona de sostener una opinión y sus
efectos no excederán de lo que se permite restringir bajo la libertad de
expresión, completó O’Flaherty.
Salvioli recordó que algunos
países han dictado leyes sobre la memoria y por eso el Comité indicó que
ningún tipo de ley, incluidas esas normas, deben impedir la posibilidad
de que alguien exprese su opinión libremente sobre hechos históricos.
Aunque esas opiniones no deben recaer en apología del odio nacional,
racial o religioso, como establece el Pacto, previno.
IPS
preguntó a O’Flaherty si las nociones de libertad de expresión y de
derecho de acceso a la información incluyen también el concepto de
derecho a la comunicación.
"Sin duda alguna; mencioné el acceso a
la información porque es algo novedoso en la observación general, pero
la mayor parte de este texto trata exactamente de lo que usted describe,
respondió el experto irlandés. Se refiere a su derecho humano
fundamental e importante de comunicarse con otros, no solamente
necesario por si mismo sino porque muchos otros derechos humanos
dependen de él, describió.
La disposición general adoptada por
el Comité se ocupa también de la forma en que las nuevas tecnologías
están cambiando la expresión.
Nosotros encontramos que, si bien
las plataformas de la información cambian, los principios fundamentales
que ya fueron enfocados claramente con respecto a los medios
tradicionales se transfieren de manera lógica y previsible también a los
nuevos medios, explicó O’Flaherty.
Tal vez el cambio sería
nuestro reconocimiento, y de la observación general, de que la función
del periodismo está también en un proceso de cambio, sentenció.
La
declaración de Parmar consigna también que el párrafo 50 de la
observación general del Comité es un éxito para un número importante de
organizaciones, encabezadas por Article 19, que han sostenido que el
Comité de Derechos Humanos debía destacar la contradicción entre el
artículo 19 del Pacto y las leyes de blasfemia.
El jurista
sostuvo que el párrafo 50 sigue la huella de la decisión del Consejo de
Derechos Humanos de la ONU, que rechazó en abril de este año el concepto
de "difamación de religiones", en una resolución sobre discriminación
de personas basada en sus creencias.
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