O Diario
Traducción: Jazmín Padilla |
El Estado Mayor
Central de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-FARC-EP
informo en comunicado la renuncia a los de rehenes y que liberará en los
próximos días a los últimos 10 militares capturados en combate que
mantiene en su poder.
La noticia fue recibida con alguna sorpresa en Washington y en Europa y fue tema de múltiples interpretaciones.
Se
sabía que los sofisticados medios electrónicos que el Pentágono coloca a
disposición de la Fuerza Aérea Colombiana facilitan hoy localizar con
precisión los campamentos móviles en que las FARC mantenían en las
montañas y selvas del país los últimos rehenes.
Simultáneamente,
las recompensas de millones de dólares ofrecidos por el gobierno de
Bogotá a los guardias de los prisioneros estimularon traiciones que
permitieron la entrega al ejército de rehenes como Ingrid Betancourt,
tres agentes de la CIA y destacados políticos.
El bombardeo
pirata en territorio ecuatoriano del campamento del comandante Raúl
Reyes, y las operaciones militares concluidas con la muerte en combate
de los comandantes Jorge Briceño y Alfonso Cano resultaron además de la
colaboración decisiva del Pentágono, de la CIA y del Mossad israelita.
La
campaña mundial que precedió a la inscripción de las FARC por la ONU en
la lista de las “organizaciones terroristas” fue acompañada de otra que
les colocó el anatema de la “guerrilla del narcotráfico”.
En
realidad el slogan, forjado para desacreditar a las FARC, fue creado por
un diplomático de los EEUU, el embajador Louis Stamb, hombre del
Pentágono y de la CIA.
Tuve personalmente la oportunidad de
verificar en 2001, que las FARC, en el Caguan, capital de la zona
desmilitarizada, prohibían allí el consumo y el tráfico de drogas. La
calumnia, sin embargo corrió por el mundo, adquiriendo credibilidad.
Comprobadamente
comprometidos con el narcotráfico fueron, esos sí, el anterior
presidente de Colombia, Álvaro Uribe, y el actual, José Manuel Santos,
cuyos nombres figuran además en los archivos de la Drug Enforcemente
Agency-DRUG, la Agencia estadounidense que controla el negocio de la
cocaína.
Virginia Vallejo, ex - miss Colombia, que fue amante del rey de la droga, revela en un libro de memorias (1), best seller,
en los EEUU, que Pablo Escobar no ocultaba que la ayuda de Álvaro
Uribe, cuando era director de Aeronáutica Civil de Antioquia, le
permitió hace salir del país dos cientos de toneladas de cocaína.
El
comunicado de las FARC sobre la renuncia a los secuestros motivo una
lluvia de comentarios, interpretando la decisión como prólogo del fin de
la guerrilla.
Es oportuno recordar que la desaparición inminente
de las FARC fue anunciada decenas de veces por sucesivos gobiernos de
Colombia.
Mentían.
Las FARC sufrieron rudos golpes en
los últimos años. Pero hace medio siglo que combaten en las montañas y
selvas de su país. Organización político-militar marxista-leninista,
construyeron un ejército popular que en determinados periodos contó con
18 000 combatientes que se oponían en 60 Frentes a las fuerzas armadas
más poderosas de Latinoamérica -300 000 hombres – armadas y financiadas
por los EEUU.
Manuel Marulanda, su fundador y Comandante en Jefe,
fallecido en 2008, fue durante años tratado con respeto por jefes de
Estado, diplomáticos y políticos de muchos países, antes que le pusieran
precio a su cabeza por la presión de la Casa Blanca.
Calumnia alguna jamás podrá apagar su nombre como héroe de América Latina.
El
caminar de la historia va a desmentir las profecías sobre la muerte de
las FARC. El comandante Timoleon Jiménez, su actual Comandante en Jefe,
ya informó que la organización revolucionaria continuará su lucha por
una Colombia libre, democrática e independiente.
NOTAS:
1.Virginia Vallejo, Amando a Pablo, Odiando a Escobar, Random House, Bogotá, 2007
Traducción: Jazmín Padilla
El original portugués de este articulo se encuentra en www.odiario.info
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