miércoles, 14 de marzo de 2012

Enemigo externo, estrategia de EE. UU. para eclipsar los problemas internos

 


¿Cómo distraer la atención de una nación de las dificultades internas que atraviesa? El gobierno de Estados Unidos opta por buscar un enemigo externo y aterrorizar a la población con una posible agresión. Pese a que el presunto adversario suele variar, las medidas de propaganda sobreviven de una generación a otra y parecen ser exitosas.

La constante amenaza que ve la Casa Blanca ha de justificar el presupuesto bélico nacional, el cual supera los gastos de Defensa del resto de países del mundo juntos. El complejo militar industrial de EE. UU. en gran medida representa su fuerza motriz.

Y la estrategia parece funcionar convenciendo a numerosos ciudadanos de que todos estos gastos son indispensables, ya que de ellos dependen sus vidas.
Matthis Chiroux, veterano de la guerra de Irak, cree que muchos estadounidenses quisieran que gastaran incluso más en guerras, porque "estamos petrificados ante el temor de morir por el terrorismo".
Una intervención militar se presenta en este caso como la única opción de mantener la seguridad del pueblo. Otras maneras de interacción y solución ni siquiera son examinadas.

Una guerra cada 15 meses

Por complicado que sea justificar un ataque ante la comunidad internacional, encontrar un nuevo blanco no resulta nada difícil.

Según explica el activista estadounidense, David Swanson, EE. UU. está presentando al pueblo iraní como un enemigo, una amenaza, un poseedor de armas nucleares que en realidad no tiene. "Es una nación que no atacó a nadie durante siglos y no tiene capacidad ni interés de agredirnos", opina.
"Mientras la gente sigue recuperándose de la violencia que fue cometida en un lugar, o incluso en este mismo lugar, lanzamos nuevas operaciones y nuevas atrocidades en otras partes del mundo", afirma el corresponsal de guerra, Keith Harmon.
Los militares estadounidenses siempre están dispuestos a ser enviados a una ofensiva. Al darse por concluida la Guerra Fría, el número de operaciones bélicas organizadas desde El Pentágono ha crecido de una manera preocupante.

Resulta, que se trata de una guerra cada 15 meses, subraya el veterano de la guerra de Irak, Matthis Chiroux, y explica que "la bandera del Ejército estadounidense tiene 183 cintas de campaña. Cada una de estas cintas representa una guerra."
Cualquier operación militar podría fundamentarse en el bienestar del país que la emprende. Pero a duras penas los dudosos fines de las operaciones de Washington en Irak y Afganistán, podrían justificar los millonarios gastos y el hecho de que más de 170.000 de sus soldados padezcan el denominado estrés postraumático.

actualidad.rt.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario