Carlos Lozano, director de VOZ: “La guerrilla es una realidad histórica y política”

Resumen de la intervención en el acto político del 30 Festival de VOZ

“Nuestro agradecimiento a todos ustedes que con su presencia y colaboración contribuyen al sostenimiento del semanario VOZ, para que la llama de la verdad del pueblo no se extinga y se mantenga encendida en la lucha por la democracia y la libertad de prensa.

“Este Festival es en homenaje a Manuel Cepeda Vargas, fundador del movimiento de los festivales de nuestro semanario, que este año realiza la 30 edición exitosa. El legado de Manuel es el del maestro y ejemplar militante comunista. Fue dirigente del partido y por muchos años director de VOZ. Nos enseñó la firmeza en los principios y la amplitud en la brega por la unidad popular, por el Frente Amplio de la izquierda y los sectores democráticos para los cambios sociales y democráticos que el país requiere.

“También es en homenaje a Aída Avella, mujer extraordinaria y de coraje, que regresó el país el año pasado para asumir la reconstrucción de la Unión Patriótica.

“Hace unos minutos estuvimos en otra sala del escenario del Festival con Iván Cepeda y los poetas José Luis Díaz-Granados y Julio Lamboglia, rindiéndole homenaje a la memoria del escritor universal y Premio Nobel Gabriel García Márquez, porque nuestro evento es sobre todo un acto cultural y humanista y no es ajeno a la vida y obra de nuestros escritores y artistas, con mayor razón de Gabo, gloria de las letras colombianas, latinoamericanas y universales.

“El 30 Festival se realiza cuando se adelantan los diálogos de La Habana con las FARC-EP y existen las expectativas de las próximas conversaciones con el ELN y el EPL. Con las FARC el proceso va avanzado y comenzó el tema de las víctimas, sensible e histórico, porque de sus resultados dependerá en buena medida el logro de la paz estable y duradera. Todas las partes tienen que asumir sus responsabilidades, pero sobre todo el Estado porque este y sus paramilitares son los principales depredadores de la violación de los derechos humanos y de las principales tragedias del conflicto, entre ellas el genocidio de la Unión Patriótica, del Partido Comunista Colombiano, de la izquierda, de organizaciones sindicales y populares.

Con el Frente Amplio por la Paz

“Nos pronunciamos por la paz y le exigimos al presidente Santos que asuma con consecuencia el mandato que recibió para el segundo periodo presidencial, que fue el de continuar los diálogos sin ultimátums ni chantajes militaristas. La izquierda le dio la victoria sobre el títere uribista de la extrema derecha; fue la decisión audaz nuestra para cerrarle el paso a la horrible noche fascistoide y al regreso de la “seguridad democrática”. Nada más nos une a Santos cuyo gobierno es neoliberal, de los TLC, de las transnacionales y del sometimiento a la férula de los Estados Unidos. Santos debe abandonar la idea de que la guerrilla está derrotada, porque ella es una realidad histórica y política que cuenta a la hora de los cambios políticos y sociales que el país necesita.

“Nos pronunciamos por el frente amplio por la paz, la democracia y la justicia social, para respaldar los diálogos con las guerrillas, pero también para construir una opción alternativa de izquierda y de los sectores democráticos para construir un nuevo país.

“Demandamos la libertad de los presos políticos y de conciencia. Exigimos de forma inmediata la libertad de David Ravelo Crespo, miembro del Comité Central del Partido Comunista Colombiano; de Húbert Ballesteros, dirigente de Marcha Patriótica y directivo de la CUT; y de Liliany Obando. No más presos políticos en las cárceles colombianas donde se les violan los derechos humanos y no se les respeta la dignidad.

“Nuestra solidaridad con el pueblo palestino y su derecho a un Estado soberano y autónomo; con Cuba socialista, con la República Bolivariana de Venezuela y con todos los países en lucha contra la opresión del capital, el neoliberalismo y las amenazas del imperio. Nuestro saludo de hermandad con Nicaragua sandinista y abogamos porque el diferendo sobre las aguas marítimas se resuelva por la vía del diálogo y del acuerdo diplomático, como debe ser entre países hermanos y latinoamericanos”.

Semanario Voz