sábado, 6 de junio de 2015

Mirador: PIPE II para los ricos

Carlos A. Lozano Guillén

Gabelas para los ricos. Es el discurso de siempre de los gobiernos burgueses cuando se trata de aliviar las cargas de la industria, para que no disminuyan sus utilidades que resultan de la plusvalía que generan los trabajadores.



El Gobierno Nacional presentó la semana pasada, con bombos y platillos, el segundo Programa de Impulso a la Prosperidad y el Empleo (PIPE II), sin que aún se haya adelantado un balance serio de la versión del PIPE I, que se realizó con el mismo propósito de reducir el empleo con la gabela declarada por el ministro de Hacienda de “evitar el pago de aranceles a la importación de insumos y bienes”. Dicho estímulo se mantendrá para tranquilidad de los empresarios que lloran y lloran.


El PIPE II compromete recursos por 16,8 billones de pesos y la meta es crear 323 mil empleos. La mayor parte de los recursos, 5,5 billones, salen de las regalías que corresponden a los municipios, ahora bajo control del poder central. Serán descongelados así: “4,3 billones correspondientes a vigencias anteriores y 1,2 billones de pesos de saldos liberados del Fondo Nacional de Pensiones de las Entidades Territoriales (Fonpet)”, según lo explicó Simón Gaviria, director nacional de Planeación.


Para lograr los objetivos de este “plan de choque” por la crisis económica que se deriva de la disminución de los precios internacionales del petróleo, se reduce a cero el arancel para estimular la industria y la minería, vuelve el subsidio a las tasas de interés para vivienda de la llamada clase media y se le conceden estímulos tributarios al sector hotelero.


Gabelas para los ricos. Es el discurso de siempre de los gobiernos burgueses cuando se trata de aliviar las cargas de la industria, para que no disminuyan sus utilidades que resultan de la plusvalía que generan los trabajadores. Sin embargo, esas reformas jamás benefician al pueblo colombiano que, por el contrario, tiene nuevas cargas de impuestos directos e indirectos que no conmueven a los señorones consentidos del régimen plutocrático.


Cuando Uribe Vélez hizo aprobar en el Congreso la reforma laboral, que eliminó conquistas sindicales como las horas extras y los recargos nocturnos, adujo que aumentaría la oferta de trabajo y que de no ser así buscaría su derogatoria. No aumentó el empleo pero la reforma se quedó para siempre. El PIPE I también fracasó porque el último informe del DANE dice que el desempleo en la estadística oficial es del 9,5%, más en la realidad, porque todo el mundo sabe que la mayor ocupación está en el “empleo informal” que es un desempleo disfrazado. El PIPE II es para aliviar la carga de los industriales en momentos de crisis. Lo que nunca hace la burguesía con los trabajadores que reciben el impacto directo de la desaceleración económica.


En el paro de los educadores salió a flote la mezquindad gubernamental: palo para los maestros, ahora habrá miel para los ricos.


carloslozanogui@outlook.es


Semanario Voz



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