Carlos Lozano, inició su lucha política como líder estudiantil del colegio San Simón de Ibagué, donde se destacó por su consecuencia y claridad de conceptos. |
Eran tiempos de represión y clandestinidad. Ser militante comunista suponía la pena de muerte no decretada, la desaparición o un largo carcelazo sin derecho a defensa. La protesta social estaba proscrita y criminalizada, el partido comunista era ilegal.