Los hechos ocurrieron este 28 de diciembre en una finca ubicada en El Retiro, Antioquia, cuando el ex presidente Álvaro Uribe, fue pateado por un caballo.
La noticia fue dada a conocer por varios medios de comunicación, los cuales señalaron que “la víctima” fue internada en una clínica de Medellín para ser sometido a evaluaciones médicas.
Ante el acontecimiento, se encontraron en los diferentes foros algunas opiniones al respecto:
“Ese caballo es un narcoterrorista de las Farc”; “No que pena, pobre caballo, ya sabemos cómo Uribe arregla sus problemas”; “El valiente cuadrúpedo mañana amanece descuartizado”; “El presidente Santos encontró pruebas en los computadores del Mono Jojoy que las Farc están detrás del atentado del caballo”; “Qué maravilla un caballo hizo por mí lo que yo hubiera querido hacer hace mucho tiempo”; "Tal vez lo hizo a nombre de las víctimas”; "Caballo marica, le van a dar en la jeta"; "Malo, malo, el caballo va a aparecer en una fosa común como falso positivo".
“Definitivamente es mi animal favorito”; “Quien dudaría de la inteligencia de un caballo?”; “¡Que vivan los caballos!".En las caballerizas colombianas empiezan también a escucharse relinchos de libertad. Durante los larguísimos ocho años del embrujo autoritario de Álvaro Uribe las caballerizas eran el escenario preferido por el mandatario para mostrar sus habilidades académicas, intelectuales y artísticas. Mandatarios, reyes, magnates, embajadores y hombres de negocios de todo el mundo quedaban maravillados con las demostraciones del diestro caballista del Ubérrimo. Incrédulos le veían saltar al lomo de sus finas potrancas al mejor estilo del llanero solitario y luego con una sonrisa de triunfo inmortal pasearse con una exquisita y olorosa tacita del mejor café del mundo sin que se le derramara una sola gota. Los invitados aplaudían a rabiar, Lina lloraba de emoción y sus hijos aprovechaban para hacer transacciones comerciales, montar zonas francas, nombrar notarios y designar candidatos a alcaldías y gobernaciones.
La noticia fue dada a conocer por varios medios de comunicación, los cuales señalaron que “la víctima” fue internada en una clínica de Medellín para ser sometido a evaluaciones médicas.
Ante el acontecimiento, se encontraron en los diferentes foros algunas opiniones al respecto:
“Ese caballo es un narcoterrorista de las Farc”; “No que pena, pobre caballo, ya sabemos cómo Uribe arregla sus problemas”; “El valiente cuadrúpedo mañana amanece descuartizado”; “El presidente Santos encontró pruebas en los computadores del Mono Jojoy que las Farc están detrás del atentado del caballo”; “Qué maravilla un caballo hizo por mí lo que yo hubiera querido hacer hace mucho tiempo”; "Tal vez lo hizo a nombre de las víctimas”; "Caballo marica, le van a dar en la jeta"; "Malo, malo, el caballo va a aparecer en una fosa común como falso positivo".
“Definitivamente es mi animal favorito”; “Quien dudaría de la inteligencia de un caballo?”; “¡Que vivan los caballos!".En las caballerizas colombianas empiezan también a escucharse relinchos de libertad. Durante los larguísimos ocho años del embrujo autoritario de Álvaro Uribe las caballerizas eran el escenario preferido por el mandatario para mostrar sus habilidades académicas, intelectuales y artísticas. Mandatarios, reyes, magnates, embajadores y hombres de negocios de todo el mundo quedaban maravillados con las demostraciones del diestro caballista del Ubérrimo. Incrédulos le veían saltar al lomo de sus finas potrancas al mejor estilo del llanero solitario y luego con una sonrisa de triunfo inmortal pasearse con una exquisita y olorosa tacita del mejor café del mundo sin que se le derramara una sola gota. Los invitados aplaudían a rabiar, Lina lloraba de emoción y sus hijos aprovechaban para hacer transacciones comerciales, montar zonas francas, nombrar notarios y designar candidatos a alcaldías y gobernaciones.
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