jueves, 6 de marzo de 2008

De qué triste victoria están hablando?


De qué triste victoria están hablando?


Notas de Juan Cendales


Dicen comentaristas de radio y analistas oficialistas que Colombia obtuvo una gran victoria en la reciente reunión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA porque no había sido condenada por la violación militar al territorio ecuatoriano. Es cierto que no hubo una resolución de condena explícita y esto se explica por la generosidad del Ecuador y por los intríngulis de la diplomacia. Pero si hubo condena contundente y clara sobre la acción de piratería internacional realizada.


La resolución aprobada expresa claramente que la acción militar:


“Constituye una violación de la soberanía y de la integridad territorial del Ecuador y de los principios del derecho internacional.”


Porque a pesar de las hipócritas disculpas presentadas por Uribe después de haberle mentido a Correa, el gobierno colombiano ha pretendido justificar la acción y crear un precedente que avale otras acciones similares. De Colombia o de los Estados Unidos.


Y en su parte resolutiva reafirma:


“El territorio de un estado es inviolable y no puede ser objeto de ocupación militar ni de otras medidas de fuerza tomadas por otro estado, directa o indirectamente, cualquiera fuera el motivo, aún de manera temporal.”


Los argumentos de Colombia fueron desoídos rotundamente. Sus explicaciones no fueron aceptadas. Solo contó con el apoyo de los Estados Unidos, Canadá y de Bahamas. El resto de países condenaron claramente la violación de la soberanía. Y los aplausos que se escucharon después de la intervención del embajador colombiano y que los periodistas de Caracol registraron con profunda emoción patria, no eran más que los aplausos del personal diplomático, técnico, del servicio y de la portería de la misión diplomática colombiana que fueron llevados para hacer barra como si fuera cualquier sesión de consejo de pueblo.


Así que no fue tan clara la victoria de Uribe en la OEA. Como tampoco será clara su suerte en la Corte Penal Internacional si decide ir allí a demandar a Chávez. Entre otras razones porque en la CPI ya cursa una acusación en contra de Uribe por el encubrimiento de más de dos mil crímenes cometidos por los paramilitares entre los años 2002 y 2005. La cifra completa es de varias docenas de miles de masacrados, descuartizados y degollados por parte de quienes Uribe llama “sus muchachos” y que son parte de la base social y política del uribismo.


Y por esas miles, miles y miles de víctimas olvidadas, silenciadas, humilladas y ultrajadas hoy estaremos con dignidad y coraje en las calles de Colombia y del mundo.
















TeleSUR _ 05/03/08

La colombiana Martha Pérez corroboró la versión de que el campamento donde pernoctaban fue bombardeado en varias oportunidades, en declaraciones difundidas por el canal Caracol. Fue herida y permaneció en el suelo mientras duró la masacre. Siga..




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